Por los pobres sin Hogar y desamparados
OH Dios, Todopoderoso y misericordioso, que sanas a los de corazón quebrantado, y cambias la amargura del triste en alegría; Sea tu bondad paternal sobre todos los que tú has creado. Recuerda con piedad a cuantos hoy día se hallan destituidos, sin hogar y olvidados de sus semejantes. Bendice la congregación de tus pobres. Levanta a los abatidos. Proteje poderosamente a los inocentes que sufren, y santifica para ellos las injusticias que sobrellevan. Alienta con esperanza a los que se hallan desanimados y afligidos, y mediante tu gracia celestial preserva de caída aquellos cuya penuria sirve de tentación al pecado; aunque se hallen molestados en todos sentido, no permitas que desmayen; y aunque en perplejidad, líbrales de la desesperación. Concede esto, oh Señor, por amor de Aquel que por nosotros se hizo pobre, tu Hijo, nuestro Salvador Jesucristo. Amén.