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Triunfadores

"Nada puedes enseñarle a un hombre, sólo puedes ayudarle a que lo descubra dentro de sí mismo". - Galileo -

Cada ser humano nace como algo nuevo, algo que no existía antes, distinto y dotado de todo lo necesario para triunfar en la vida.

Cada persona tiene sus propias potencialidades, capacidades y limitaciones. Por derecho propio, cada uno puede ser una persona importante y productivamente creadora, o sea, que desde que nacemos poseemos todos los atributos necesarios para ser triunfadores.

El individuo triunfador responde auténticamente a un comportamiento veraz, confiable, sincero y sensible, como individuo y como miembro de una sociedad.

El triunfador es auténtico, no consagra su vida a lo que imagina que debe ser, sino que se esfuerza por ser él mismo, sin pretenciones.

Tiene clara la diferencia entre ser cariñoso y actuar cariñosamente, y entre ser inteligente y actuar inteligentemente.

El triunfador puede en ocasiones perder terreno y hasta fracasar pero a pesar de ello conserva la fe básica en sí mismo.

No se atemoriza de pensar por sí mismo ni de usar sus propios conocimientos.

No practica el juego del "desamparado" como tampoco el de echar la culpa.

Posee un justo sentido del tiempo, sabe que hay oportunidad para cada cosa y un momento para cada actividad.

Para un triunfador el tiempo es valioso, no lo malgasta. Vive aquí y ahora conoce su pasado, es consciente del presente y vive en él y espera el futuro con optimismo.

Un triunfador aprende a conocer sus sentimientos y sus limitaciones y no les teme.

Un triunfador puede ser espontáneo, le entusiasma la vida, goza con su trabajo, disfruta de las demás personas y de la naturaleza.

Como triunfador se preocupa por el mundo y sus habitantes, no se aisla de la sociedad y sus problemas, siente compasión y se compromete en sus esfuerzos por el mejoramiento de la calidad de vida.

Cuando una persona se hace consciente de sí misma y se encamina hacia la realización total, se enriquece.

A través de ésto descubre que puede confiar, cada vez más en su propia capacidad de sentir y juzgar. Continúa descubriéndose a sí mismo. Para él la vida no consiste en conseguir más, sino en ser más.

!El triunfador se alegra de vivir!


- Miguel A. Alvarado Guzmán -