Excmo. Señor:
El motivo de la presente es el deseo de compartir
con Usted algunas inquietudes acerca de la situación de la Iglesia
en la diócesis de San Cristóbal, con miras a buscar caminos
que la hagan cada día más fiel a su misión evangelizadora.
Sin duda, su nombramiento como obispo coadjutor
de Don Samuel fue recibido por todos con grandes muestras de satisfacción,
abrigando la esperanza de que se dedicaría a equilibrar las cosas,
dedicando tiempo y energía a todo lo relacionado con el aspecto
espiritual y pastoral de la diócesis. Sus mismas palabras al tomar
contacto con la diócesis, fueron halagadoras en tal sentido.
Sin embargo, después los hechos no correspondieron
a las palabras. En lugar de equilibrar las cosas, se fue identificando
siempre más con Don Samuel, hasta volverse en su copia perfecta.
Le pregunto: «¿Es esto lo que se le encomendó al ser
nombrado obispo coadjutor de San Cristóbal de Las Casas ?».
Sinceramente, su actuación me ha decepcionado totalmente, y conmigo
a mucha gente más.
Conociendo su actuación en Cd. Altamirano,
al principio me pareció que se trataba de una simple estrategia
para ir tomando poco a poco las riendas de la situación y empezar
a poner las cosas en su lugar. Pero no fue así. Fácilmente
se dejó «seducir» por el papel avasallador del nuevo
Fray Bartolomé de Las Casas y se «convirtió»
a su causa, olvidando en la práctica su misión específica.
Ahora bien, si con un solo Fray Bartolomé de Las Casas ya tenemos
bastante, ¡imagínese con dos!
Sr. Vera, créame : las imitaciones me molestan,
tanto más si llegan a la clonación. Y en su caso, se podría
hablar de una auténtica clonación ideológica, tanto
se parecen. Estando así las cosas, sinceramente no vislumbro ninguna
salida posible a la grave problemática suscitada en la atribulada
diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Puedo afirmar con
toda certeza que su actuación, en lugar de suavizar las cosas, las
ha agravado, matando la esperanza de una posible solución, precisamente
mediante su papel conciliador y más atento al aspecto pastoral.
Su misión era «velar por la enseñanza»(1
Tim 4,16). Lea el escrito que le anexo y dígame si su contenido
responde a la enseñanza católica. Además, hace algunos
años conocí a un sacerdote, llamado Andrés Chablé,
alejado de distintas diócesis por sus errores doctrinales («Cristo
no fundó ninguna Iglesia»; «El bautismo de los niños
no vale, porque los niños no tienen pecado» ; «No vale
la confesión»; «Jesús está presente en
la Eucaristía solamente durante la celebración de la Santa
Misa y no en el sagrario; por lo tanto, es idolatría adorar a Jesús
Eucarístico fuera de la Santa Misa»; etc.). Y ahora me doy
cuenta de que dicho presbítero se encuentra en su diócesis
ejerciendo tranquilamente su ministerio.
Le pregunto : «Usted, ¿está
enterado de todo esto? ¿Sabe realmente porque tantos católicos
se resisten a aceptar las enseñanzas que imparten ciertos sacerdotes
presentes en la diócesis de San Cristóbal ? ¿Nunca
ha sospechado que tal vez el verdadero sentir de la Iglesia se encuentre
en el pueblo sencillo, más que en ciertos curas y catequistas demasiado
ideologizados? Y si sabe todo esto, ¿por qué no interviene?
¿No tendría que ser precisamente ésta su misión?
¿Para qué, entonces, fue nombrado obispo coadjutor de San
Cristóbal de Las Casas?»
Tal vez no interviene para no pasar a la historia
como un aguafiestas o un reaccionario, y mientras tanto deja que los lobos
sigan haciendo estrago de las ovejas (Hech 20,29). Y lo que es peor, para
evitar problemas, prefiere meterse de su lado, tratando de callar a las
ovejas indefensas. Mientras con las palabras se declara en favor de los
pobres, con los hechos los está aplastando hasta en lo más
íntimo, que es el santuario de la conciencia. Y esto es gravísimo.
¿Acaso no sabe que en su diócesis
hay centenares y tal vez millares de niños sin bautizar por el hecho
que sus padres no quieren entrar en el juego de los curas y catequistas
«liberadores» ? Lo mismo pasa con los demás sacramentos.
Pues bien, ¿es posible que alguien pueda ser considerado buen católico
en las diócesis colindantes y tan malo en su diócesis, que
hasta se le nieguen los sacramentos ? ¿O es que la situación
es tan difícil con este tipo de sacerdotes y catequistas, que se
ha vuelto ingobernable ? Por eso prefirió el mal menor, que sería
precisamente callar frente a los atropellos de los poderosos «liberadores».
Para buscar una solución, Usted habla mucho
de unidad. ¿Por qué no hablar de «unidad en la diversidad»
? Su estilo no tiene nada de «católico» ; se parece
más bien al de Fidel Castro : línea única y obligatoria
para todos, lavado de cerebro para formar títeres bien manejables.
Mientras habla de «liberación», niega toda «libertad»
de asociarse y vivir la propia espiritualidad como verdaderos hijos de
Dios. ¿Qué pensarían al respecto las comisiones de
Derechos Humanos, tan activas en su diócesis?
Es que se ha dejado fascinar por el papel de Don
Samuel ; los reflectores de las cámaras lo han cegado. Ya no ve
la realidad ; su sueño de ser un digno relevo de tanto maestro ha
acaparado todas sus energías y aspiraciones. Le resulta más
fácil entrar en la historia por la puerta ancha.
Le pregunto : ¿No ha pensado nunca en la
posibilidad de brillar con luz propia ? En una situación como la
de Chiapas, ¿no le dicen nada las figuras de Motolinía y
Tata Vasco ? ¿O para Usted la Teología de la Liberación
se volvió en un dogma que hay que salvaguardar a como dé
lugar, pase lo que pase, aún a costa de ver a tantos pobres católicos
alejarse decepcionados de la Iglesia en busca de un poco de paz en las
innumerables sectas, que pululan en aquella región y están
siempre al asecho? Si así fuera, no nos quedaría que pedir
a Dios más que nunca : «Señor, libéranos de
los liberadores».
Créame, Sr. Vera : todo esto me apena profundamente
y me indigna. Aprovecharse de los pobres es grave, quererlos manipular
en pos de una causa dudosa, arriesgando con perturbar y hasta destruir
su fe. ¿Por qué no interviene personalmente en solucionar
los problemas presentes en las parroquias de Amatán, El Bosque,
Simojovel Y San Andrés Larráinzar, donde gran cantidad de
gente pide a gritos los sacramentos?
De la esperanza se pasó a la paciencia y
de la paciencia a la decepción o la desesperación (muchos
ya se pasaron con las sectas). ¿Por qué no intenta rehacer
el camino para que renazca la esperanza y tal vez se pueda llegar a la
alegría pascual de la reconciliación ? Sr. Vera, no abandone
al pueblo sencillo en las manos de los lobos rapaces. No olvide que los
pobres son el tesoro más grande de la Iglesia. No lo desperdicie
a cambio de un poco de gloria humana, tan engañosa y pasajera. Póngase
realmente en favor de los más pobres entre los pobres, los que son
atacados hasta en lo más íntimo de su conciencia y no pueden
defenderse frente a los sofismas de los «sabios» y poderosos
«liberadores». Para eso está Usted ; para eso el Santo
Padre lo envió a la diócesis de San Cristóbal de Las
Casas, escuchando el clamor de tantos pobres que pedían ayuda al
Supremo Pastor de la Iglesia. Por favor, no nos siga defraudando.
Estamos en el Año del Padre. Todos estamos
necesitados de conversión. Es el momento de hacer un serio examen
de conciencia en busca de una verdadera reconciliación con el Padre
y los hermanos, especialmente los más débiles, a quienes
hemos ofendido aunque fuera con nuestro descuido. No podemos seguir abusando
de su paciencia, hasta destruir su fe.
Ojalá que este llamado pueda servir para
algo. Es mi granito de arena para que las cosas mejoren en la diócesis
de San Cristóbal de Las Casas. De otra manera, habría que
replantear todo el problema a otro nivel.
En espera de alguna señal favorable, me despido
de Usted, asegurándole un recuerdo especial en mis pobres oraciones.
Movimiento Eclesial «Apóstoles de la Palabra»
Agujas 676
Col. El Vergel Iztapalapa
09880 México, D.F.
Tel. 52/5/426.40.04 * Fax. 52/5/426.40.11
Internet: http://www.apostol.com
E-Mail: amatulli@apostol.com
Comunidades de Reforma y Planuda, Mpio. de Amatán, Chis.
Con fecha 8 de septiembre del 96.
Se llevó a cabo una reunión con el Padre Jesús Landín García. Con la finalidad de llevar a cabo una reconciliación sobre el problema suscitado en la comunidad antes mencionada pero la respuesta del Padre fue negativa porque primero dijo que si queríamos los sacramentos teníamos que alinearnos con el trabajo de la liberación y que teníamos que abandonar el trabajo del movimiento A.P. y eso a nosotros no nos pareció bien porque se maneja mucha política y otras ideologías.
1.- También nos dijo que la Iglesia católica tiene una
parte de la verdad y la otra parte la tiene los hermanos de las sectas.
2.- Dijo también que no es tan importante guardar el día
Domingo.
3.- Y que el movimiento A.P. no tiene reconocimiento por la Iglesia.
4.- Que las Iglesias protestantes tienen el mismo valor que la Iglesia
Católica.
5.- También dijo [que] si no entrábamos en reconciliación
quien defendería nuestro templo cuando se esté quemando.
6.- Si no hay reconciliación entre la CONAI y el gobierno también
con la Iglesia no va a ser posible.
7.- También dijo que las Iglesias Anglicanas, Ortodoxas, Luteranas
es lo mismo que la Iglesia Católica.
Todos los hermanos que estuvimos en esta reunión no estuvimos
de acuerdo y él indignado dijo que toda las informaciones que les
habíamos dado a los obispos de la Diócesis de San Cristóbal
era una difamación y que podía demandarnos con los Derechos
Humanos.
Atentamente:
Rosalío Castellanos Gómez (Firma)
Alejandro Alvarado Julián (Firma)
Benito Jiménez Castellanos (Firma)