A principios de abril, un hecho noticioso inundó a los medios de comunicación del mundo, incluyendo a Internet, el suicidio colectivo de 39 personas integrantes de la secta suicida La Puerta del Cielo.
Las sectas son organizaciones de vieja data, que generalmente se debaten entre la sexualidad y el puritanismo, con tintes apocalípticos, con ideas neonazis y reaccionarias, también existen sectas de origen oriental , gnósticas y ocultistas y las agrupaciones utópicas que aseguran haber encontrado la perfección existencial. Los grupos que ingresan a una secta consiguen seguridad pues se protegen entre sí ante un mundo inmerso en violencia, inseguridad, corrupción, falta de límites y valores.
Los rasgos psicológicos de un integrante de estos clanes son infinitamente variables, desde la condición económica más pobre hasta la más acaudalada, desde la persona más ignorante hasta un PHD en Física, personas célebres y anónimas pero que tienen algo en común: una desesperada búsqueda para encontrarle un significado a la vida.
Proliferan principalmente en Estados Unidos, donde operan 1800 sectas en forma legal o clandestina. Se dice que en Brasil cada dos días nace una. En Venezuela se sabe de la existencia de varias de corte satánico, y hace más de una década estalló un escándalo con la organización Tradición, Familia y Propiedad.
En Latinoamérica las sectas avanzan a pasos muy rápidos, así lo denunciaron los escritores Eduardo Galeano y Jorge Amado quienes opinan que las sectas son la gran amenaza para la iglesia católica en este fin de siglo.
Fuente: El Universal