LA NUEVA EVANGELIZACION
Y LAS SECTAS
Ser católico en un mundo pluralista
Presentación
Hoy en día, soñar en una sociedad monolítica,
sin la presencia de los grupos religiosos alternativos, es una utopía
antihistórica. Por lo tanto, la Nueva Evangelización
no podrá prescindir del problema de las sectas. Su tarea consistirá
en formar al católico de tal manera que pueda vivir su fe sin zozobras
ni complejos en el conjunto de las más variadas creencias religiosas.
Más vales estar preparados y vivir la propia fe en este nuevo contexto
cultural, que seguir adelante con los ojos vendados, como si los demás
grupos no existieran, o intentando un encuentro con ellos sin ninguna preparación
específica al respecto.
Otro dato importante; en la Iglesia se vive el
drama de la humanidad. En la medida en que la Iglesia sepa enfrentar
este drama en su interior, en la misma medida estará capacitada
para enfrentarlo más allá de sus fronteras.
Por lo tanto, vivir la fe y tratar de comunicarla
en una perspectiva individualista y sectaria, sin tener en cuenta o menospreciando
el aporte de los demás, es una manera equivocada de enfrentar el
problema de la Nueva Evangelización, al estilo de las cruzadas o
las conquistas. Un modelo negativo, inaplicable para solucionar los
problemas de la humanidad.
Solamente viviendo la diversidad como don y servicio,
se puede ofrecer a la humanidad la pauta para solucionar los problemas
inherentes a la pluralidad de etnias, ideologías y credos.
No se puede vivir al interior de la Iglesia en una determinada manera y
propugnar una manera diferente para afuera. La falta de coherencia
resta fuerza a la propuesta.
No se puede predicar el diálogo con los
de afuera y negarlo dentro de la Iglesia, hablar de apertura y comprensión
hacia los de afuera y golpear o ignorar a los de adentro. El clericalismo
autoritario tienen que desaparecer, puesto que refleja un modelo de sociedad
de otros tiempos, cuando aún no se habían realizado tantos
adelantos como en los tiempos actuales. Aquí está una
de las raíces del fenómeno sectario y es aquí donde
hay que enfocar la puntería para enfrentar el problema con seriedad.
Hoy en día, hay que creer sinceramente
en el hombre con todas sus limitaciones y apostar por la libertad y la
corresponsabilidad. Hay que saber «inventar» un nuevo
estilo de relaciones dentro y fuera de la Iglesia, hecho de comprensión,
tolerancia, diálogo y colaboración, Un estilo que respeta
y exiga respeto, y que por lo tanto no admita trampas ni fraudes de ninguna
especie.
De ahí la necesidad extrema de apuntar
sobre el conocimiento y la vivencia de la propia fe para no sucumbir frente
a cualquier viento de novedad o tentación que venga desde afuera.
Solamente estando bien identificado con la propia Iglesia, el católico
podrá enfrentar con éxito los retos que presenta una sociedad
pluralista.
Se trata, sin duda, de una gran tarea para la
Nueva Evangelización, en un contexto cultural inédito; una
gran tarea en la que todos estamos llamados a dar nuestro aporte, hecho
de fidelidad a Cristo, a su Iglesia y al hombre de hoy.
Este folleto quiere representar una humilde contribución
para interpretar la vida de la Iglesia en el momento actual, con el afán
de compartir reflexiones y despertar inquietudes. Sin duda, se trata
de un parto doloroso, al que estamos asistiendo, con la certeza de que
dará origen a una nueva manera de ser Iglesia en un mundo siempre
más cambiante, interdependiente y lleno de retos y posibilidades.
Puesto que, por lo general, se trata de artículos
publicados en el boletín «Iglesia y Sectas», no hay
que extrañarse, si a veces se notan ciertas repeticiones.
Que el Señor bendiga este esfuerzo y lo
haga fructificar para el bien de la Iglesia.
Santiago, Chile, a 5 de febrero de 1996.
Misionero Apóstol
de la Palabra