POLÉMICA MÁS PUNTOS DISONANTES. |
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Por un lado, sectores tradicionalistas continúan en la lucha por defender el derecho a la vida desde el mismo momento de la concepción. Por el otro, entes liberales buscan una mayor apertura a la educación sexual e incluso, a la legitimación de la práctica del aborto bajo ciertas reglamentaciones y en determinadas situaciones de excepción. | ||||||
“Un mal no puede curarse con otro mal”
Fiel a sus tradicionales
principios católicos, Julia Regina de Cardenal, presidenta de la
Fundación “Sí a la Vida”, condena todo tipo de intento por
despenalizar cualquier tipo de aborto. Además, asegura que para cada caso de excepción propuesto por sectores feministas hay una solución en donde, a la larga, siempre se respeta la vida del feto.
En el caso de los fetos que
presentan malformaciones, la activista pro vida cuestiona sobre la
posibilidad que tenemos los humanos de decidir sobre quién debe vivir y
quién no. “¿Acaso vamos a ponerle
control de vida a las personas? No tenemos derecho a matar a nadie,
porque el bebé concebido es ya una persona irrepetible, única en el
mundo”, enfatiza. De Cardenal afirma que en el caso
de las violaciones, la madre siempre tiene la posibilidad de dar en
adopción al bebé, en caso de que no quiera tenerlo a su lado. “Una mujer que fue forzada a
quedar embarazada puede darle al bebé la oportunidad de que nazca y que
pueda ser criado por otras personas, porque él no tiene la culpa de lo
que a ella le pasó”, asegura. “No podemos promover que un mal
se cure con otro mal”, dijo. La presidenta de “Sí a la
Vida” se mostró de acuerdo con el planteamiento elaborado por CEMUJER,
con respecto a la falta de políticas adecuadas de vivienda y educación
en el país. Sin embargo, difiere en el método
empleado para lograr que esa educación sexual sea efectiva en los jóvenes. “La educación sexual tiene que ser responsable. Ellas (CEMUJER y otras organizaciones feministas) dicen que somos irrealistas porque les decimos a los jóvenes que pueden ser castos hasta que se casen y después tienen que ser fieles a su pareja. Pero los jóvenes no pueden andar
por ahí como animalitos, con todo un arco iris para tener sexo libre y
‘seguro’, buscando el placer y que sean promiscuos”, detalló. “Nosotros creemos en el derecho de los jóvenes a elegir, con una información veraz, completa y científica. Les decimos todo lo que les puede pasar con el uso de anticonceptivos, del condón, sus riesgos y sus verdaderas efectividades”, anotó.
Fundación “SÍ
A LA VIDA”: Uno de los grupos más tradicionales de la sociedad. No
aprueba la práctica del aborto en ninguna circunstancia, debido al
“amplio abanico de alternativas que se presentan”.
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“Falta una política de
educación sexual”
abogada del Instituto de Estudios de la Mujer “Norma Virginia Guirola de Herrera” (CEMUJER), antes de hacerse cualquier conjetura sobre la conveniencia o no del aborto, debe analizarse la realidad que enfrenta el país.
“No es necesario llegar al embarazo para decir que tengo que
abortar”, menciona.
“Tiene que haber más apertura para decirle a los jóvenes que tener
relaciones sexuales no es malo, pero que tienen que tomar todas la
precauciones del caso”, añade. Guirola menciona que muchos casos de niñas violadas por sus padres o hermanos se debe a las condiciones de hacinamiento en las cuales sobreviven muchos grupos familiares.
“En este país no hay programas, no hay políticas para proteger la
vida y la calidad de vida de las mujeres y niñas que salen
embarazadas sin su consentimiento”, enfatiza la abogada.
Al referirse a las razones que motivaron a modificar tanto el Código
Penal como la Constitución, para prohibir todo tipo de aborto,
Guirola explica que todo fue momento muy difícil y para el cual, como
ente progresista, no se encontraban preparadas.
“Existió mucha presión por parte de los sectores conservadores,
principalmente de la Iglesia. En el ánimo de explotar las creencias
de la población, se dejó de lado la realidad del país”, anotó.
“Nosotras estábamos bastante dispersas, no pudimos mantener una
posición. Además, no contábamos con información suficiente”,
acotó.
Por eso, no descartan en el futuro una posible reforma a las leyes,
para lograr la despenalización de este tipo de prácticas.
“Ahora estamos más preparadas, estamos más documentadas e
informadas. Contamos con más elementos para defendernos”, sostiene
Guirola. Con respecto al tema de las clínicas clandestinas de abortos, la abogada de CEMUJER concluye que “sí hubiera una adecuada política educativa, no habría necesidad de nada clandestino. Por una parte, no habría mujeres embarazadas y por otra, ante las violaciones, debería haber interrupción del embarazo, pero en los hospitales del gobierno”.
CEMUJER: El
Instituto de Estudios de la Mujer lucha, entre otras cosas, por la
igualdad de género y el respeto a los derechos y libertades del
sector femenino. Apoya la práctica del aborto bajo condiciones de
excepción.
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Fuente: Rotativo. "El Diario de Hoy" -19 de mayo de 2003.
Para mas información visita:
http://www.elsalvador.com/noticias/2003/05/19/nacional/nacio11.html