NO SER CONSTANTE MAS ALLÁ DE LA MUERTE
Cuando mi cuerpo torne a la materia...
Cuando mi alma vuelva a la energía...
¿Qué rara sombra envolverá el recuerdo
de mi tránsito efímero por el tiempo infinito?
¿De qué extraña materia estará hecho el olvido
de lo poco que creo algún día haber sido?
¿A dónde irán los versos que he cantado y sentido,
la música que guardan mi razón y mi oído?
¿A dónde irá el amor que marcó a piel y fuego
momentos que aún palpitan, aromados y esquivos?
¿A dónde irán mi tedio, mi rabia y mi tristeza,
mi nostalgia, mi angustia, mi odio y mi egoísmo?
En el final de todo seré nada de mí,
más lo que pueda ser lo ignoran las palabras:
si aún soy Yo no seré consciencia sin materia,
dispersa en improbables pedazos de mi alma.
Seré un recuerdo breve de quienes me recuerden,
o la imagen confusa y caduca de algún sueño
que se borra al apremio de la inútil rutina
de alguien que cree ser, y ha soñado conmigo.
Seré un Otro quizás, pero no seré el mismo
que glosa en estos versos su duda y su agonía.
Seré un silencio solo, pero algo más que nada:
quizás regrese a un Dios que me espera y reclama.
Mario Mendoza Orozco
Cartagena de Indias, Junio de 1998
(Publicado en el Periódico El Universal de Cartagena de Indias, en el Suplemento Dominical No. 673, de Enero 24 de 1999)