Padre, en las recias luchas de la vida
Cuando mi pobre voluntad flaquea
¿Quién si no tú, me alienta en la caída?
¿Quién si no tú, me ayuda en la pelea?
Todo es mentira, falsedad y dolor
Todo en la sombra por la espalda hiere
Sólo tu amor ¡Oh padre! tu amor solo
No tiene engaño, ni doblez, ni muere.
En mi conciencia tu palabra escucho,
Conmigo siempre, por doquier camino;
Gozas si gozo; cuando sufro mucho
Sin que yo te lo diga lo adivinas.
¡Ay! ¿Qué fuera de mí sin tu consuelo?
En este mundo mi ventura ¡Oh padre!
Consiste sólo en aspirar al cielo,
Tu dulce amor y el de mi santa madre.
Manuel Gutiérrez Nájera
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