Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!
 
 

Principal

Cartas

Poesía

Cuentos

Historia

Canciones

Imágenes
 
Óvulo. 
La imparable libertad corría conmigo por la ciudad, montando en un par de patines en línea. Y del amor no recordaba mas que un dolor le jano que ahora sepultab a con fugáces y amantes descomprometidos.
Eran esos días en que probé mil trabajos, en que recorrí toda Colombia a pie con la guitarra al hombro El límite era mi propio cansancio, instalé alarmas, cantaba en los buses ysobre todo besaba cualquier mujer en la ocasión precisa de un callejón desolado ou na fiesta aburrida. Interminables noches colgado al diapasón de la guitarra, pariendo al mundo canciones para amores imaginarios y una levedad tan sutíl que los primeros años de mi adultez pasáron imperceptibles entre viajes, cancionesy algunas cervezas

Estudíe música por consejo de mi padre, pues yo recíen salido del batallón y la memoria nueva otra vez aceptaba como veleta cualquier aire de viento que me díera dirección. Salí de esa academia por prejuicios ideológicos y con la amargura de que los mejores músicos de Colombia no aceptaban a un alumno zurdo, auque siempre insistí en que tocar guitarra con la zurda era como afeitarse frente al espejo.
Vagué unos meses hasta que el viento de la voz de mi madre llegó hasta mis oidos con la propuesta de que estudíara diseño gráfico
Ahora mi libertad correteaba por los pasillos por donde aprendí a ilustrar, diseñar y publicitar, encontré lamagia de Picasso, lalocura de dalí ycasi todavía hoy vivo enamorado entre los trazos de Cezzane.
Fué así como en ese decuido de vivir la vida descubrí una tarde entre la gente del salón una mujer de risos y ojos azules e inquietos que miraban a todas partes sin detallar en nada especifico (aún es así). Tenía boca pequeña y cruzaba su pierna de una forma coqueta queya no se vé entre las mujeres de nuestros que creen que la liberación es parecerse al los hombres y devaluar el recato. Aún así mi mirada tampoco se detuvo y seguí explorando el mundo de las líneas y el color con una soledad que ya no dolía.
Tardes y noches completas transcurríeron con su compañía cercana, mi muralla inmune al amor apenas si se dió cuenta de su sonrisa que nentre dientes pequeños simepre estuvo conmigo.

Cosas de la Cabeza
Cosas del corazón
Cosas del sexo
Dolores
Cosas de lavida