A continuación ESCENARIO reproduce la entrevista que el intérprete de reggaetón David Sánchez Badillo "Tempo" concediera en exclusiva para la revista FULL de EL VOCERO de Puerto Rico, en su primer número que publicara el pasado mes de julio.Coleman, FLORIDA — Tranquilo, esperanzado y combativo. Así se encuentra David Sánchez Badillo, conocido en el mundo de la música como Tempo, a pesar de su encarcelamiento en una prisión federal en Florida central, convicto por narcotráfico y armas. "Estamos en victoria", asegura. Y es que este joven músico, que para el año 2002 estaba en el "peak" de su carrera musical, batiendo el rap, el hip hop y el reggaetón, se sabe inocente y no dejará de mover cielo y tierra para que se le escuche. "La batalla de Free Tempo es contra el mundo", indica como grito de batalla.
Pero Tempo no está solo en su lucha, con él su familia, sus amigos y hasta su nueva casa disquera Urban Box Office han coordinado unas estrategias para que se le abra un nuevo juicio que le permita demostrar su inocencia y para que se evalúe más críticamente la evidencia que lo condujo a 24 años de prisión y cinco de probatoria. La campaña ya tiene un nombre conocido: "Free Tempo", y pretende conseguir millones de firmas que endosen el nuevo juicio. Conseguirlo no es tarea fácil y se requieren buenas cantidades de dinero para costear los gastos legales. La campaña está consciente de esto, y próximamente saldrá al mercado una nueva producción del cantante y compositor: "Free Tempo Unplugged", con temas en vivo y otros inéditos. Conocidas personas se han unido a la campaña, entre ellos Daddy Yankee, Tego Calderón y Don Omar. El luchador de los derechos civiles, el reverendo Al Sharpton se ha interesado en el caso y pautó una entrevista con Tempo a finales de mayo en Coleman Correccional Facilities, complejo carcelario donde se encuentra el que es uno de los arquitectos de la música de la calle boricua.
La revista FULL entrevistó a Tempo en el complejo carcelario y pudo confirmar que su ánimo no decae, que extraña profundamente su familia, la libertad perdida y su música. Lleva encerrado aquí desde su convicción hace casi un año, aunque está preso desde que se le acusó en el 2002. Pero no se resigna y según dice se dedica a pensar, y por supuesto a componer. "¿Por qué quieren silenciar mi voz/ por qué tiene que haber dolor y sufrimiento/ por qué hay tantas guerras por tener control/ por qué el dinero compra los sentimientos?, se pregunta en una canción titulada "Por qué". Descubrió quiénes son sus verdaderos amigos, los que se han mantenido con él, apoyándole, dándole ánimo. Pero también descubrió un fervor de los fans que va más allá de sus ejecutorias artísticas. "Me sorprende la manera en que los fanáticos se han interesado en mi caso".
Pero es al hablar de su música cuando sus ojos verdes brillan. El conoce perfectamente su lugar en el desarrollo de los ritmos que hoy día arropan el país, y el autor de los discos de platino "Game Over" y "New Game" no siente modestia alguna en ubicarse en un lugar privilegiado. "Muchos saben que soy uno de los arquitectos que comenzó a construir el plano y me considero uno de los que puso la arenita para hacer la construcción. Ahora tiene techo la casa". Y aún desde la cárcel se mantiene al tanto de lo que ocurre en la calle musical. "Lo que cambia es el formato de la lírica, porque el ritmo va a ser el mismo".
Igualmente no tiene tapujos en criticar ese comercialismo porque ha olvidado su origen. "Tienen que mejorar. Ha mejorado el ritmo, pero la lírica tiene que mejorar más, porque se están enfocando en lo comercial, en vestirse bonito, pero no están expresando el arte que en sí es la música".
Su lírica es bien conocida por lo cruda, por plantear problemas sociales y por no esconder el sol con la mano.
"Me gusta hablar de cosas que nadie ha hablado: sus letras eran la diferencia. "¿Por qué me arrestaron en mi mejor momento/ por qué estamos defendiendo a otro país/ por qué la gente pobre es la que se encuentra adentro?, continúa su canción. "Si yo salgo tengo que desahogarme, tengo que hablar con el corazón en la mano, tengo que cantar lo que tengo adentro".
¿Y de qué hablarías? "Hablaría de mi situación (en la cárcel), bajo la primera enmienda hablaría del gobierno, hablaría de muchas cosas que están afectando a Puerto Rico. Tienes que leer mi libreta", dice aludiendo a su cuaderno el cual pasa los días llenando con canciones. "Mi libreta es como un arsenal".
Precisamente por ese arsenal, afirma, es que está preso. "Soy un target, un blanco de un gobierno blanco. Pienso que ha habido injusticia conmigo. Yo te traigo la calle al radio, expreso lo que siento, lo que veo". Afirma que los cantantes de su género son perseguidos. "Definitivamente. Para mí algunas personas del gobierno, ven a estos muchachos que salieron de la nada hacerse de lo de ellos. Y siempre tienden a perseguirle: de dónde sacaron el Mercedes, de dónde sacaron esa cadena. Todo lo quieren vincular con drogas. Eso no es así, hay muchos que se han impulsado por su trabajo,
Entonces surge la pregunta sobre si a algunos no les conviene que quede en libertad. "Ha dado en el punto, ¿usted sabe por qué? Porque muchos dicen ‘Free Tempo, but not yet" (liberen a Tempo, pero todavía no).
¿Y quiénes son?
"No puedo decir todavía, ellos saben quiénes son. En su corazón y su conciencia ellos saben". Y tiene buenas razones para insistir en salir libre. "Primero que nada porque soy inocente. Esa es la razón primordial. Segundo, pues tengo que estar con mi familia, y porque tengo un género que representar".
En varias ocasiones durante la entrevista las lágrimas se asoman a la ventana de sus ojos y lanzan ellas su propia mirada al mundo. Pero Tempo es orgulloso y no deja que nadie vea su sufrimiento, por eso sus lágrimas se retiran de sus ojos sin precipitarse al vacío. Pero posiblemente en las noches, cuando está en su celda, cuando nadie lo ve y enfrenta solo sus pensamientos de libertad ansiada, posiblemente en esos momentos una lágrima le rueda por sus mejillas.
