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Capítulo 7:  América,  a principio del siglo xix 

 

 

     Gates, Jean J. K. (1990).  Introduction Librarianship.

University of South Florida, 1990. p. 53-65

 

Uno de los grandes acontecimientos  del Renacimiento fue el descubrimiento de América.  Los ingleses llegaron al Nuevo mundo  por las siguientes razones:  para afianzar la libertad religiosa, adquirir tierras, desarrollar el comercio, para el enriquecimiento o para la Gloria de Inglaterra.  La tierra era el recurso principal en cada colonia.  Las grandes propiedades se establecieron a lo largo de los canales y a distancia una de otras, por lo tanto la comunicación era difícil.  Los medios de transportación eran lentos y el mantenimiento de las iglesias y las escuelas eran imposibles.  Fue necesario importar maestros y ministros de Inglaterra para atender las necesidades educacionales de las comunidades.  A la llegada de éstos  inmigrantes al Nuevo mundo se hizo más accesible la educación y las iglesias.  La comunicación y el comercio entre las comunidades se mantuvo.  La población era homogénea y el pueblo era el centro de la vida.  Cuando la  colonia de Massachusett se extendió hubo mucha migración  a lo largo de la costa.  Con esto nuevos pobladores se desarrolló una sociedad cosmopolita.  New Netherland comenzó a ser un centro comercial importante que atrajo un población heterogénea.  Una aristócracia fue establecida bajo el sistema holandés, pero la tierra era observada como inversión para los abogados, negociantes y otros profesionales.  La comunidad de las colonias aprendieron de los ingleses y fueron adquiriendo costumbres, ambiciones y particularmente el interés de aprender.    

 

A principio del periodo colonial

 

Los libros estaban entre sus posesiones y fueron traídos a América.  Entre ellos habían temas de: religión y moral, los cuales eran muy numerosos. También habían textos de reserva para el ego, instrucción, manuales de medicina, de leyes, cultivos, diccionarios , enciclopedias, históricos, políticos, científicos y  trabajos clericales.  Estos libros constituyeron la colección de la primera biblioteca en América y  aunque pertenecían a bibliotecas privadas eran a menudo compartidos con los amigos y vecinos.  Muchas personalidades donaron libros, entre ellos el gobernador de Connecticut, que tenía la biblioteca científica mas grande de las colonias, la cual contenía mas de 1,000 volúmenes.  En la colonia de Jamestown se tomaron los pasos fijos para establecer una universidad para los colonos e indios en Henrico, Virginia.  La compañía de Londres concedió 15,000 acres de tierra para la construcción de la  universidad.  Las iglesias inglesas contribuyeron con 1,500 libras para construir iglesias y escuelas.  Amo Tomas Burgrave hizo una aportación monetaria para una biblioteca. En el año 1622 los indios realizaron una matanza que acabó con los planes de la construcción de la universidad.  No fue hasta la última década del siglo que la colonia de Virginia hizo los planes para establecer una universidad.   Massachusett  mostró tener mas éxito al establecer una universidad que Virginia.  Dos años más tarde la construcción se hizo realidad cuando John Harvard donó la mitad de sus propiedades y la colección de libros que contenía más de 300 volúmenes. En 1693 los colonos de Virginia establecieron la segunda universidad colonial, la universidad de William y Mary.  En el 1701 la universidad de Yale se fundó en Connecticut.  El 23 de marzo de 1655 el capitan Robert Keayne de Boston donó 300 marcos para un edificio público en Boston donde se iba a incluir un cuarto para una biblioteca y materiales, la cual llamó la Casa del pueblo.  En1696 el reverendo Thomas Bray propuso establecer un sistema de bibliotecas parroquiales en Maryland similares a las que existían en Inglaterra.  Luego, a través de su Sociedad en Pro de la Promoción de Conocimientos Cristianos y la Sociedad en Pro de la Propagación del Evangelio en Tierras Extranjeras, él   estableció las bibliotecas en las colonias inglesas de Massachusett y Carolina del Sur.  Se dice que su sociedad ha sido responsable por la fundación de 39 bibliotecas con más de 34,000 volúmenes.  Estas bibliotecas eran de tres tipos: 1) parroquial, para el uso exclusivo del ministro; 2) provinciano, para el uso de todos los tipos de lectores; y 3) hombre común, conteniendo los libros dados a la discreción del Ministro.

 

 

Periodo Pre-revolución

 

Los colonos  eran conocidos por su espíritu de investigación científica que los caracterizó en la Edad del Renacimiento en Europa.  William Byrd II de Virginia y otros miembros de la Sociedad Real de Londres compartieron un deseo común por el conocimiento en todas las áreas del pensamiento.  Su necesidad de tener un acceso más amplio a los materiales para el estudio e investigación llevó a la adquisición de una biblioteca privada más grande.  Cotton Matter de Boston tenía entre 3,000 a 4,000 volúmenes antes de su muerte en 1728.  Thomas Prince, Ministro de la Iglesia del Sur en Boston, recolectó 1,400 volúmenes; James Logan de Filadelfía adquirió más de 2,000 volúmenes especialmente en trabajos clásicos y científicos.  La biblioteca de William Byrd había alcanzado 3,600 títulos a su muerte en 1744.  Willilam Fitzhugh, Robert Carter, Ralph Wormely y otros hicieron la colección más grande y valiosa.  Todas estas bibliotecas no sólo  incluyeron los trabajos religiosos, también los títulos de ciencia natural, historia y varios clásicos griegos y romanos. El interés de aprender no se limitó a las personas adineradas, aunque sólo ellos tenían  los medios para adquirir las bibliotecas grandes.  El deseo de mejorar que era una de las características de los colonos, los llevó a establecer una biblioteca social que creció fuera de las ideas de los clubes sociales.                                                                                                           

 

 

En el 1727 Benjamin Franklin y algunos amigos en Filadefia formaron un club para el mejoramiento mutuo, al cual llamaban Junto, también fue conocido como “Leathern Delantal Club” porque sus miembros eran trabajadores humildes.  Los miembros se reunían los viernes en la tarde para discusiones y debates, actividades que requerían el uso de muchos libros.  Todos los miembros se beneficiaban al tener todos los libros juntos, convirtiéndose en una biblioteca común.  Todos se sentían como si cada uno de ellos poseyera todos los libros.  La idea fue gustando y todos estaban de acuerdo e hicieron en el extremo de un  cuarto como el área de reserva, para poder separar los libros mejores.  El número  no era tan grande como ellos esperaban.  Ocurrieron unas  molestias entre ellos por los libros y al cabo de un año aproximadamente la colección fue separada y cada uno de ellos se llevó a su casa sus libros.  Franklin no se descorazonó por el fracaso del plan, sino que los estimuló a producir otro plan.  Para 1731 hizo su primer proyecto de naturaleza publica para una biblioteca de subscripción.  El preparó la propuesta y Scrivener Brockden le dio forma  y con la ayuda de sus amigos del Junto, se suscribieron 50 miembros de cuarenta años.  Su propósito era continuar con su compañía .   Consiguieron  una carta constitucional y la compañía  fue aumentando a 100 miembros.  Esta era ahora la Madre de las Bibliotecas de subscripción colonial. Cualquier civil podía leer los libros  en la biblioteca, pero solo los suscriptores podían pedirlos prestados.  De esta menera las bibliotecas sociales comenzaron y la asociación voluntaria de individuos contribuyó a un fondo común para ser usado para la compra de libros, que cada miembro tenía derecho de usar, pero cuya propiedad se retuvo en el grupo.  Las bibliotecas sociales se extendieron rápidamente.                                                                              

 

 

En 1733 la compañía de libros de Durham, Connecticut se estableció y en el 1747 la Biblioteca de Secoya se fundó en Newport, Rhode Island.  Para mediado del siglo, Inglaterra tenía por  lo menos una docena de bibliotecas sociales.   Durante la revolución las bibliotecas sufrieron grandes cambios.  Muchos libros se perdieron, pero aquellos que se salvaron, junto con otros que se adquirieron formó el núcleo de la biblioteca de Charleston, que fue organizada en 1790.  La Sociedad de Bibliotecas de Nueva York, incorporada en el 1754, la  cual primero se llamó la Biblioteca de la ciudad, fue formada por un grupo de hombres que se reunieron y se levantó en unos dias casi 700 volúmenes de libros, bien escogidos.  Estos volúmenes se depositaron en el vestíbulo de la ciudad junto con los remanentes de otras dos colecciones.  Una carta constitucional se concedió en 1772 bajo el nombre de la Sociedad de Bibliotecas de Nueva York.  Para Franklin era muy importante que las bibliotecas sociales continuaran aumentando.  La biblioteca de Filadelfia sufrió pocos daños en la Guerra revolucionaria siendo utilizada por el Congreso Continental y funcionarios del ejercito británico del 1777 - 1778.                                                    

 

Periodo post-revolución

 

Después de la revolución, se aceleró el crecimiento de la biblioteca social grandemente y las nuevas formas aparecían.  Algunas eran organizadas para un propósito particular, como el Ateneo; otras fueron diseñadas para satisfacer las necesidades especiales o los intereses de una clientela en específico, como los aprendices de los mecánicos, empleados mercantiles, las fábricas y obreros de molinos.  En el 1807 El Ateneo de Boston abrió La antología I de Lectura y la biblioteca se afilió a la revista La Antología Mensual. En 1820 la biblioteca de aprendiz de los mecánicos se estableció en Boston .  Otras bibliotecas para los aprendices de mecánicos eran organizados con la ayuda de educadores, líderes religiosos, reformadores sociales y filántropos.  Bibliotecas de aprendices fueron establecidas en otras ciudades y algunas para mujeres.  Cursos y otras actividades educacionales fueron ofrecidas por alguna de esas bibliotecas.  Luego las bibliotecas se convirtieron en institutos de mecánicos.  Esos institutos en Inglaterra fueron designados  para adiestrar los aprendices de las nuevas fábricas.  Los institutos fueron una forma de educación de adultos, ofrecían no sólo material de la biblioteca sino que impartían lecturas y cursos de estudios en la noche.

 

América estaba convirtiéndose en una nación industrial rápidamente y en una importante sociedad comercial.  Desgraciadamente la clase mercantil no tenía los fondos educativos que su importancia social creciente le exigía y además eran personas muy jóvenes.  William Wood empezó un movimiento para proporcionar bibliotecas para el empleado joven del comercio.  En 1820 fue establecida la Biblioteca Mercantil de Boston.  Otras bibliotecas similares fueron establecidas en New York y Filadelfia.  Cada una de estas bibliotecas tenía una escuela o una  sección educativa que ofrecía clases en la teneduría de libros, aritmética y la escritura . Algunas de ellas tenían gimnasios, museos y exhibiciones.  Otras bibliotecas fueron establecidas por los manufactureros en Nueva Inglaterra y en los Estados Centrales para el uso de empleados y sus familias, pero tenían que pagar por obtener sus servicios y para el mantenimiento de las mismas.   Unas de las mejores conocidas de ese tipo fue la biblioteca de la fábrica en Lawrence Massachusetts.  También fueron  organizadas las bibliotecas de la Asociación  de Jóvenes Cristianos,  que se crearon especialmente dando énfasis  a temas religiosos y de naturaleza moral.

 

 

En el 1851 se inaguró una biblioteca en Boston.  En ese periodo se desarrollaron bibliotecas sociales que se dividían en dos formas básicas: las bibliotecas de propietarios a bases de acciones y las bibliotecas de subscripción o asociación basadas en pagos anuales.  Sólo los accionistas tenían los privilegios de las biblioteca de propietarios y los que pagaban una cuota podían usar las biblioteca de subscripción.  Estas bibliotecas fueron desapareciendo debido a que las personas no podían pagar las cuotas.  También tuvieron la competencia de las bibliotecas rodantes.  El resultado final fue que algunas de la biblioteca sociales desaparecieron , otras formaron parte de las bibliotecas existentes y otras formaron el núcleo de las bibliotecas públicas que surgieron y de las cuales algunas todavía existen.   En el 1762, William  Rind fundó una biblioteca rodante en Annapolis, que duró dos años.  Luego John Mein abrió una en Boston que duró hasta 1770.  Las bibliotecas rodantes eran empresas comerciales basadas en el pago por el uso del libros o una cuota por el libro prestado o una subscripción trimestral o anual. El propósito era ganar dinero para el dueño, lo que limitaba el obtener los libros.  Una de las grandes aportaciones de las bibliotecas sociales fue que ofrecían la oportunidad de que las personas que tenían el interés real de aprender , y de superación profesional y moral, las pudieran seguir utilizando.   Las bibliotecas rodantes no fueron de gran ayuda para el desarrollo de las bibliotecas de América.

 

 Carmen E. Albino Lopez .

 Publicado en internet el 27 de marzo de 2001.