Hepatitis B
¿Qué es la Hepatitis
B y cómo puede contraerla?
La hepatitis es la inflamación
del hígado que puede ser causada por virus,
bacterias, drogas de la calle y recetadas
o alcohol. Puede causar daños o
cáncer del hígado. Hay varios
tipos de hepatitis viral; la hepatitis A, B y C son
las más comunes.
El virus de la hepatitis B (VHB) es transmitido
de la misma forma que el VIH; a
través del acto sexual sin protección
y compartiendo jeringas contaminadas.
Por lo general, la sangre, el semen y
las secreciones vaginales contienen una
cantidad suficiente del virus para transmitirlo
de una persona a otra. La
saliva, la orina y la materia fecal no
contienen una cantidad suficiente del
virus para transmitirlo de una persona
a otra, a menos que haya también
sangre presente en estos fluídos.
Compartir cepillos de dientes, hojas de
afeitar o limas para uñas con alguien
que tiene hepatitis B, también puede
ponerlo a riesgo de una infección.
¿Cuáles son los síntomas
de la infección Hepatitis B?
La hepatitis B puede no tener síntoma
alguno o los síntomas pueden ser
fácilmente confundidos con aquellos
de otras infecciones: fatiga, pérdida de
apetito, diarrea, náusea, vómitos,
pérdida de peso y fiebre son algunos de los
síntomas. Sólo un 25-35%
de las personas con VHB desarrollan ictericia, una
condición donde la piel y el blanco
de los ojos se vuelven amarillentos, o la
orina se vuelve oscura y la materia fecal
clara. La hepatitis B puede causar la
hinchazón del hígado, causando
comúnmente un dolor en la parte superior
derecha del abdomen.
La mayoría de los adultos y algunos
niños menores de cinco años se
recuperan en menos de seis meses y desarrollan
inmunidad al VHB. Pero,
algunos adultos y la mayoría de
los niños menores de cinco años son
incapaces de deshacerse del VHB y se convierten
en infectados crónicos, lo
que significa que los síntomas
de la hepatitis B pueden continuar por el resto
de sus vidas. Las personas con infección
activa tienen un alto riesgo de
desarrollar un endurecimiento del hígado
(también llamado cirrosis). Las
personas con VIH están más
propensas a desarrollar infecciones crónicas de
hepatitis B y llegan a la cirrosis más
rápidamente.
¿Cómo se diagnostica
la Hepatitis B?
La infección hepatitis B puede
ser diagnosticada con una simple prueba de
sangre. La prueba muestra la presencia
o ausencia de diferentes tipos de
antígenos y anticuerpos. Los antígenos
son componentes del virus, los cuales
hacen que el sistema inmunológico
reaccione y produzca anticuerpos. Los
anticuerpos son parte del sistema de defensa
del organismo contra virus. Si la
prueba es positiva para cualquiera de
los antígenos, quiere decir que usted
está infectado actualmente con
el virus de la hepatitis B. Si usted es positivo
por los anticuerpos, quiere decir que
ha desarrollado inmunidad contra el
virus, ya sea después de recibir
la vacuna o después que una infección activa
haya pasado.
¿Se puede prevenir la Hepatitis
B?
Sí. Al igual que el VIH, usted
puede evitar la hepatitis B con el uso de un
condón u otra barrera de látex
cuando tiene relaciones sexuales. A diferencia
del VIH, limpiar sus jeringas con cloro
no ayudará a evitar la hepatitis B. La
hepatitis B es más fuerte que el
VIH. Si usted se inyecta drogas no comparta
sus jeringas. También, esté
atento a los objectos que puedan estar
contaminados con la sangre de otra persona
como son los cepillos de dientes,
jeringas y hojas de afeitar usadas para
perforación corporal, tatuajes,
acupuntura y para afeitarse.
¿Se puede tratar la Hepatitis
B?
Sí y no. Aunque no hay tratamiento
aprobado para la enfermedad inicial
causada por una infección de hepatitis
B, el VHB crónico es tratado con
inyecciones de alfa interferón
diarias o tres veces por semana, por cuatro
meses. De todas maneras, alfa interferón
es efectiva en un 40% y puede ser
muy difícil de tolerar. Con frecuencia,
da a las personas severos síntomas de
gripe.
Epivir® (lamivudine), la misma droga
usada para VIH pero en dosis más altas,
fue aprobada recientemente para la infección
de VHB crónica en niños y
adultos. Los efectos secundarios de Epivir-HBV
incluyen infecciones del oído,
nariz y garganta, mareos, bajo conteo
de células blancas en las pruebas de
sangre y funciones elevadas en las pruebas
del hígado. En niños, Epivir-HBV
puede causar daños en los nervios
e inflamación del páncreas. Para reducir
las posibilidades de resistencia de VIH
a Epivir, personas con VIH deben tomar
300mg de Epivir por día, en lugar
de 100mg de Epivir-HBV.
Pregúntele a su doctor acerca de
los siguientes tratamientos para la infección
hepatitis B que están siendo probados
clínicamente en la actualidad:
Famvir® (famciclovir/penciclovir)
Preveon® (adefomir dipivoxil)
Zadaxin® ( thymosin alpha)
Vacuna para prevenir la infección
Hepatitis B
Hay dos vacunas aprobadas para proteger
contra la infección hepatitis B.
Ambas vacunas requieren que niños,
adolescentes y adultos reciban tres
inyecciones dentro de un período
de seis meses. Ambas vacunas tienen una
efectividad del 95% y duran por lo menos
doce
años en personas con sistemas inmunológicos
sanos. Personas con sistemas
inmunológicos débiles no
responden bien a la vacuna. Existen pruebas de
sangre para saber si el sistema inmunológico
ha respondido bien a la vacuna.
Algunos doctores recomiendan que personas
con VIH reciban dosis adicionales
de la vacuna si no responden a la dosis
normal.
Los efectos secundarios de la vacuna incluyen
dolor en el lugar de la
inyección, síntomas de gripe
y reacciones alérgicas. Las vacunas pueden
darse sin riesgo durante el embarazo.
Siendo el VHB tan común, todos
deberían considerar el ser vacunados.
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