MI MADRE
Mi madre es tierna igual que el alba.
Por ella supe yo del cielo,
de la belleza de las cosas,
del tibio sitio del ensueño
y de la luz de la esperanza.
En su regazo siempre tierno
yo conocí la dulcedumbre
y el agua pura del consuelo.
(Ella me dio desde un principio
la miel del canto, sin saberlo).
Como si oyera un piano lejos
rememoro mi infancia ida
y a mi adorada madre veo
como el lirio al borde del agua
detenida al pie de mi sueño.
En la niebla de lo pasado
se me diluyen los recuerdos:
Sólo me queda de la infancia
su imagen, fuente de mis versos.
Yo la veo venir de lejos
desde el principio de mi vida:
Desvelada junto a mi lecho
con su aureola de ternura
rodeándome de silencio.
La imagino sola a mi lado
siguiendo el ritmo de mi aliento
como se escucha un dulce canto
que tiembla apenas en el viento.
Aún escucho sus arrullos
y oigo el murmullo de sus cuentos
dichos con voz lejana,
como si descendiera de los cielos.
Por:
y entregado por Ivette