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DATOS

HISTORICOS

 


FUNDACION

La ciudad de Carora fue fundada en el mes de septiembre de 1569 por el capitán Juan del Thejo con el nombre de "Nuestra Señora de la Madre de Dios de Carora". El citado fundador había sido Capitán, Justicia, Teniente y Alcalde Ordinario, por esa razón se justifica a Carora con la categoría de Ciudad. Además, Juan del Thejo repartió encomiendas entre sus vecinos, luego se ausentó de la ciudad recién fundada y en 1571 fue encargado de tomar residencia en la ciudad de Trujillo, se encargó de suplirlo el Capitán Pedro Maldonado para desempeñarse como Capitán y Justicia Mayor de la ciudad. Vivían en esa zona los aborígenes Ajaguas y Caquetíos, con un valor tremendo y un coraje tan grande que fueron calificados, según las crónicas, como bravos guerreros. Luego de fundada la ciudad por Don Juan del Thejo, se presume que en el sitio cercano al río Morere, por el noreste, en la vía hacia Aregue, hoy, Barrio Nuevo, era azotada constantemente por los indios, por lo tanto, el Capitán Pedro Maldonado tuvo que mudarla el 6 de enero de 1571 hacia el sitio que hoy ocupa alrededor de la Plaza Mayor. Fue destruida y quemada por los valientes Ajaguas, quienes no aceptaban ni querían a ningún hombre blanco español. En junio de 1572 vino el Capitán Juan de Salamanca, quien pacificó a los indígenas y repobló la ciudad, la rebautizó con el nombre de la Ciudad del Portillo de Carora. Ambas aventuras conquistadoras provinieron de la ciudad madre de El Tocuyo.

El nombre de ciudad del Portillo tiene dos referencias de las cuales me limito a indicar: la primera se refiere a la región donde había nacido el repoblador don Juan de Salamanca y la segunda es una Abra, puerta o abertura geográfica entre las montañas al oeste concretamente hacia la región zuliana.


ORIGEN DEL NOMBRE

Existen diferentes definiciones sobre el significado de la palabra Carora.

Para Pedro Arcaya, gran conocedor del pasado pre-hispánico de los aborígenes del occidente del país en su libro "Obra inédita y dispersa", el término "Carora es Karira, Kurura, Cigarra en goajiro. Uterga". Es decir, la típica y autóctona chicharra, la cual produce un sonido estridente y monótono hasta que se seca de emitir su ruido, produciéndole la muerte.

Los viejos cronistas e historiadores caroreños nombran a los indios, primigenios habitantes de este suelo como los Caroras, de modo que en las viejas crónicas este nombre identificaba a esta raza indómita, pobladora del valle de Bariquigua.

Para el politólogo Orlando Alvarez Crespo, la palabra Carora, etimológicamente deriva del vocablo Caraive Kurura, la cual significa "se acabará la comida".

Para el Dr. Tulio Chiossone en su libro "Diccionario Toponímico de Venezuela"... la etimología de este nombre puede hallarse en la voz Caro, árbol que existe en el territorio de Asia y Europa, familia umbelífera.

También se puede referir a Carora, india del Corasidie, jurisdicción de Carora. Ms.1619.


ETAPA PRE-HISPANICA

Los Ajaguas y Caquetíos: Los primeros habitantes de Nuestra Señora de la Madre de Dios de Carora, hoy, ciudad de Carora y sus parroquias vecinas fueron los indios Ajaguas, también denominados Axaguas, Ajaguas, Achaguas y los Caquetíos, quienes formaban el grupo étnico Arawaco . Estos vivían del cultivo común, en una completa armonía, pues todo lo que sembraban y cosechaban o extraían de esta tierra seca, lo repartían en comunidad y este reparto solidario y equitativo respondía a las necesidades de cada grupo familiar. Los Caquetíos tenían como dios al Diablo, con quien se comunicaban a través de unos sacerdotes a quienes llamaban "Boratios", mientras que los Ajaguas adoraban al Sol.

Según sostiene Cecilio Zubillaga Perera "esas razas indígenas eran muy prolíficas", es decir, muy abundantes.

Alimentación: Eran pueblos agrícolas, que vivían en completa armonía con la naturaleza; no destruían el ecosistema.

Se alimentaban de algunos vegetales como: maíz, yuca, batata, ajíes y otras raíces. Por medio de la caza comían venados, puercos de monte, conejos, zorros, loros papagayos y otros pájaros menores. Extraían de la planta de Cocuy un licor para embriagarse y del río Morere pescaban bagres y guabinas para su subsistencia.

Viviendas: Sus viviendas eran chozas elaboradas por ellos mismos, el techo era de palma con las paredes de caña, amarradas con bejucos y algunas veces eran construídas de barro. Su territorio era llamado Valle de las Auyamas y también conocido como Bariquigua, el cual era atravesado por el río denominado Zanjón de las Auyamas, bautizado más tarde como Morere.

Estos indios Ajaguas eran semi-nómadas y montaraces, es decir, tímidos y en el encuentro con los blancos españoles huyeron hacia los montes, por temor al conquistador, pero cuando se presentó el momento de enfrentárseles para defender sus tierras, sus mujeres y niños se les observó su coraje y valentía, ya que eran excelentes guerreros. Tenían sus caciques o indios principales entre los que se pueden nombrar a Arichacán, cacique de la ciudad de Nuestra Señora de la Madre de Dios de Carora, a fines de 1570; Cayatagua, indio principal en 1570 del pueblo denominado Las Ollas, ahora conocido como parroquia Camacaro.

Cuentan las crónicas que en un comienzo, en el año 1535, sus aborígenes eran hospitalarios y cordiales. Nicolás Federman en su conquista a Maracaibo envió a sus compañeros bajo el mando del capitán Diego Martínez por la vía hacia la provincia de Carora hasta el Valle de Tacarigua y en el contacto con los Caroras, denominación que también se les daba a los aborígenes que habitaban en esta zona, encontraron muchos indios ricos y afables quienes les permitieron descansar en estas tierras durante dos meses. Según relata el padre Aguado, "el desahogo y descanso necesario en un territorio ameno y salubre, lleno de indios industriosos y mansos que le aseguraban, desde luego, abundantes provisiones de pan y carne"(1), luego siguió Martínez hacia El Tocuyo con pequeños enfrentamientos de poca importancia.

Manifestaciones Culturales: Cultura: es la forma de vida de una comunidad, de un pueblo, de una nación. Nuestras costumbres, idiomas, conocimientos, vestidos, hábitos alimenticios, formas de trabajar, tradiciones, creencias, manifestaciones musicales y folclóricas, todo eso es nuestra cultura.

Las manifestaciones culturales de nuestros aborígenes aún están presentes entre nosotros, entre ellas podemos nombrar la cerámica de Camay, región situada al norte de Carora, donde se han encontrado cerámicas semejantes a la fase Tocuyano 200 años antes de Cristo y los petroglifos de Pedernales, ubicados en la parroquia Montes de Oca, cercano a la población de Altagracia, también se han encontrado valiosas urnas en las zonas de Los Arangues, El Empedrado y Las Palmitas.

Otra manifestación cultural, presente entre nosotros es el uso del chinchorro y el consumo de la arepa de maíz.

Entre los instrumentos musicales se pueden nombrar al Botuto, flauta con la cual tocaban en sus ceremonias religiosas.

Encomiendas y Repartimientos: Los conquistadores consideraban que los indígenas eran seres salvajes, sin alma, sin sentimientos y en consecuencia para su beneficio los sometían y encerraban en un determinado espacio geográfico. Bajo el pretexto de enseñarles la religión católica y el idioma Español, los utilizaban gratuitamente en los diferentes trabajos diarios; a esto se le denomina Encomienda.

El repartimiento consistía en entregar grandes lotes de tierra para el uso agrícola a los españoles, quienes venían a éstas tierras con el permiso de la autoridad española.

En la jurisdicción de Carora y sus lugares circunvecinos existieron en 1617 encomiendas o doctrinas con sede ambulante, ordenada por el gobernador y Capitán General Francisco de la Hoz Berrío, como lo señala el Dr. Reinaldo Rojas en su libro "Historia Social de la Región de Barquisimeto en el Tiempo Histórico Colonial 1530-1810".