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Kirk Mattson*
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El Sur Alemán, área de control de la teoría de la
localización |
Los
últimos años de la década de los cincuenta revelaron la existencia de una
generación de jóvenes y brillantes geógrafos, conocidos como los "jóvenes
turcos", que constituyeron el núcleo a partir del cual se desarrolló la
geografía cuantitativa.
El
factor principal que hizo posible la unidad del grupo (bajo su reconocido líder
Brian J. Berry), fue la dedicación y empeño por parte de sus componentes en
modernizar y convertir la geografía tradicional en una disciplina científica,
mediante una revolución dentro de las técnicas y métodos geográficos. En
particular, se insistió en la introducción de métodos estadísticos avanzados
y en el uso de la tecnología cibernética, hasta entonces prácticamente
desconocidos por la geografía.
Este
movimiento se dirigió hacia diferentes áreas. Un ejemplo claro lo hallamos en
la teoría de la localización (Iocation theory) que puede verse como una
extensión teórica de la escuela de ecología cultural de Chicago a la que se
han añadido elementos de la teoría de los lugares centrales (central place
theory) desarrollada por Christaller, Lösch y otros. La utilidad de la
"teoría de la localización" ha sido importante en el estudio de la
localización de industrias, de servicios (hospitales, escuelas, etc...), de
transportes, y en el análisis regional. La teoría de los lugares centrales,
por su parte, ha conducido al análisis de redes urbanas, a la clasificación de
ciudades y al estudio de la jerarquía urbana, por ejemplo.
Partiendo
de los mismos orígenes se ha desarrollado también la teoría de la difusión,
que adquirió mayor complejidad al tener en cuenta al comportamiento humano.
Existen
otros campos que vale la pena mencionar, tales como el análisis de área social
(social area analysis) y la influencia de la sicología en la geografía del
comportamiento (behavioral geography).
La
bibliografía existente referente a la geografía cuantitativa es voluminosa,
pero en los que nos atañe basta mencionar algunos temas que resumen bastante
bien los intereses y preocupaciones de la geografía cuantitativa: la organización
espacial de la sociedad, el movimiento de ideas, productos y población, el
comportamiento espacial humano, la estructura espacial, la interacción
espacial, etc.
El
concepto clave sobre el cual se sustenta la geografía cuantitativa es el
concepto de "espacio", entendido como algo abstracto y por lo tanto
provisto de mayor rigor; es un concepto cuantificable, y que por lo tanto tiene
un valor científico superior, puesto que para los geógrafos cuantitativos la
cuantificación está en la base de lo científico. Este concepto ha desempeñado
para estos geógrafos un papel casi de fetiche, dado el lenguaje y el culto
inconsciente del cual ha sido objeto.
La
geografía cuantitativa implicó una renovación total de la metodología y teoría
geográfica. Por otra parte sacó al geógrafo de los centros docentes y de
investigación para llevarlos al mundo de la industria, los negocios, el
comercio y la administración. Este cambio se llevó a cabo en un período de
tiempo relativamente corto, y a finales de la década de los sesenta los que en
un tiempo fueron los jóvenes rebeldes de la geografía se hallaban sólidamente
asentados dentro de las universidades, asociaciones profesionales, etc. La
estructura de poder en la institución geográfica cambió por completo; la
nueva generación había reemplazado en los puestos de poder a los geógrafos
tradicionales que se negaron a cambiar o no pudieron hacerlo.
Esta
revolución dentro de la ciencia geográfica corresponde bastante bien a lo que
Kuhn y Johnson estudiaron y plantearon en el caso de las ciencias físicas y
económicas respectivamente, es decir a la aparición, crisis y reemplazamiento
de un paradigma científico. En el caso concreto de la geografía cuantitativa,
ésta logró en menos de diez años superar el viejo paradigma de la geografía
tradicional e imponer uno nuevo, pero éste a su vez evidencia una creciente
incapacidad para aportar respuestas a nuevas preguntas y problemas, y queda
abierto a la crítica; ¿Son los métodos cuantitativos explicativos? ¿Son
estos métodos válidos para el análisis, o bien son tan sólo un sistema
refinado y complicadísimo de descripción?
El
primer intento real hacia la formulación de una estructura teórica para la
geografía moderna fue hecho por W. Bunge en su Theoretical Geography, (1962);
esta obra se basa en la teoría del lugar central, considerada como la única
estructura teórica verdadera que la geografía haya poseído, generado y
desarrollado en el seno de la disciplina misma.
La
obra de Bunge inició un debate continuo, no sólo sobre problemas teóricos y
metodológicos sino también sobre cuestiones profesionales y éticas.
Hacia
los años sesenta la geografía cuantitativa cesó de ser un fenómeno
circunscrito a Norteamérica, y el debate sobre la misma alcanzó a Gran Bretaña,
apareciendo una obra clave en el desarrollo de esta tendencia, el libro sobre la
"explicación en Geografía" (ExpIanation in Geography, 1969) de D.
Harvey.
A
pesar de los largos años de discusión dedicados a resolver la contradicción
existente en el seno de la geografía cuantitativa, las contradicciones
permanecen y el debate sigue abierto aunque se desplaza esencialmente a un
terreno nuevo, el ideológico.
Es
interesante observar que los que más sinceramente se empeñaron en buscar
alternativas dentro de a geografía cuantitativa y resolver las contradicciones
que ésta planteaba, como Bunge y Harvey, son hoy las figuras claves del
movimiento que ha criticado más fuertemente y reaccionado contra la misma
geografía cuantitativa: la geografía radical.
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En: Geogríctica, UEB, 1978.-
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