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son
los que nunca se cuestionan,
son
los que con paciencia se comprenden,
los
que están a nuestro lado sin pedirlo,
y
los que sin egoísmo,...
son
desprendidos,
porque
saben de lealtades y de cariños.
son
los que comparten penas y alegrías,
los
que hacen suyos nuestros dolores
minimizándolos,
y
los que hacen suyas nuestras felicidades
multiplicándolas.
son
los entrañables,
los
que se llevan en el alma,
los
que se quieren
y
con respeto también se aman.
son
los que se escuchan,
son
los que siempre tienen una palabra,
son
el consuelo,
son
la comprensión cuando el otro está turbado,
y
son el hombro solícito,
donde
apoyarse a derramar las lágrimas.
son
los que al volver a vernos,
después
de mucho tiempo,
estallan
de alegría,
son
los que leen nuestro corazón,
con
una sola mirada.
son
los que saben,
de
nuestras desdichas y desventuras,
son
los que nunca nos harían daño,
son
los que junto a nosotros,
ríen
y lloran,
y
son amig@s,...
por
que son el herman@ elegido,
ese
herman@ que nos faltaba.
(Dulcedaniela
2001)
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