Vaquería Pedro E. Piñate B. * "el llanero y su inseparable caballo continúan siendo la esencia del trabajo del llano" |
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De las faenas del campo venezolano es la "vaquería" la más antigua y singular, remontándose a los mismos orígenes de la ganadería llanera iniciada hacia el año 1530 por don Cristóbal Rodríguez, el primero que con la introducción de ganado vacuno de estirpe andaluz a las sabanas, fundara el primer hato llanero que se conoce en su mismo corazón: el Guárico. Gracias a la multiplicación y extraordinario crecimiento que experimentaron los rebaños en los diferentes hatos que iban fundándose, y debido a la inmensurable extensión de la llanura, los dueños debieron asumir la recolección y cosecha de los millares de reses, en forma conjunta. El cíclico invierno que siguiendo al cálido verano hace que la sabana durante meses se transforme en ancho mar, y el "bongo" pase a sustituir el caballo, vino a normar las faenas , determinando que solo a la salida y entrada de aguas, de noviembre a enero, y de mayo a julio, pudiesen proceder las vaquerías o "rodeos" en el llano venezolano. Con el concurso de 30, 50 o más llaneros con su respectiva "remonta" o caballo, las sabanas se "peinan", buscando en la distancia las "manchas" de ganado, o sacando el mismo de la tupida espesura de las "matas". Sea al paso o al galope tendido, los llaneros van reuniendo pequeños grupos o "madrinas" que luego se van "arreando" al sitio y corral principal de trabajo hecho de "palo a pique", donde se van encorralando. Da entonces comienzo el "aparte" de las vacas paridas y sus becerros, los mautes y novillos "pá venta", los toros "padrotes", las novillas "pá entorá", las vacas "pá cuchillo", etc. Según la propiedad del ganado establecida por los hierros y las "señales" de las orejas, registradas ante la autoridad para cada hato, procede entonces el inventario y "herraje" al fuego de las crías recien destetadas. La "capada" o castración a cuchillo, torna a los bravos machos enteros en manejables novilllos, propios para el levante y engorde, mientras al toro adulto convierte en "buey". Mediante el "destoconado", los animales "cachúos" dejan de amenazar al llanero y su caballo. Con la llegada de las cercas y mucho después los corrales de tubo, el brete de hierro reemplaza al grueso "botalón" de madera de tronco que clavado en el medio del corral facilita la sujección a lazo de las reses. En la sabana el "chicote" o soga de cuero doble, se impone a la hora de lazar "realengos" (sueltos), "orejanos" (sin marca) o "cimarrones" (ganado alzado). Modernamente la vaquería incorpora ahora novedosas prácticas sanitarias y zootécnicas de obligatoria ejecución en todo hato organizado, incluyendo la vacunación, desparasitación, diagnóstico de preñez y la división del rebaño en grupos de manejo según sexo,edad y condición productiva y reproductiva. Con una tradición bien establecida de casi quinientos años, la vaquería puede considerarse como la faena mayor del hato venezolano. que aún con la modernización y los necesarios cambios que el progreso implica, conserva su tradición. A pesar del "jip" o las más modernas "toyotas" , el llanero y su inseparable caballo continúan siendo la esencia del trabajo del llano. Y al acercarse el tiempo de la vaquería se recuerda que "el que no carga remonta no puede ir pa´l rodeo". Como diría Daniel Mendoza su mejor narrador: "En su caballo, al paso, avanza por la llanura o a la vera del palmar". |
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*¨ Escrito original especial para divulgación de la ganadería venezolana publicado en la Revista Ganagrinco. 104: 45-46. Caracas, abril 1997 |
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