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Reseña de la rodada a Valle de Bravo En esta ocasión como que el hecho de ser una rodada para Intermedios espanto a muchos ya que solamente tuvimos 4 inscritos, lo que ocasiono que ni el camión se contratara. Motivo por el cual echamos mano de la SUPER ICHI de Bici y Montaña, para trasladarnos a las inmediaciones del Mapa de Piedra en las faldas del Nevado de Toluca. La variedad de sentimientos experimentados a lo largo de la semana y sobre todo el día de la rodada dejaron una lección más para aprender. Desde la emoción que se siente al redactar la invitación para la rodada pasando por la incertidumbre de ver cuantos se inscribían y llegando a la resignación al ver que solo 4 se animaban a participar, sin olvidar claro , la frustración y la duda en la mente de porque no funcionaba siendo esta una rodada tan increíble. Y claro que muchas fueron las respuestas que cruzaron por mi mente pero al final me quedo con la que mas me gusto: LAS COSAS PASAN POR ALGO, O… NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA. A las 8:30 am ya nos encontrábamos armando las bicis para arrancar esta demandante pero preciosa rodada. En esta ocasión nos acompañaron Alex Juárez, Benji, Bernie y Mau Rojas. Y aunque Ingesu ya regreso de África, tuvo que quedarse a chambear en sábado para pagar el exceso de vacaciones. El día estaba nubladón y sin embargo no se sentía mucho frío, razón por la cual dejamos las sudaderas en la camioneta. Luego de platicar con otros dos amigos que encontramos en espera de otro grupo, iniciamos el recorrido por esta bella parte de la montaña mexiquense. Apenas llevábamos 100 metros recorridos y Mau Rojas rompió el hielo con una pregunta que me hizo reír y relajarme… FALTA MUCHO? Lo primero fue cruzar el río que no llevaba tanta agua como la última vez, y afortunadamente no hubo calcetines que exprimir. Luego, la primera subida, LA REVERENDA, y si, es por lo que se imaginan, PESADÍSIMA, y sobre todo con los 3150 msnmm (metros sobre el nivel medio del mar) que ya llevábamos. Desde el comienzo se pudo notar DE QUE LADO MASCA LA IGUANA, o como dicen en la ciudad, CUAL IBA A SER EL TENOR DE LA RODADA. Para empezar el guía o sea yo comenzó a sentir los efectos de la altura y el más importante el efecto de LA BOLA. Además Mau y Bernardo comenzaron la subida y la terminaron con el plato 2 como si fuera de bajadita o plano. Al final de LA REVERENDA, como que el aire faltaba y en ese momento comencé a percatarme de que mi bio ritmo estaba en su punto mas bajo. El hecho de sentirte como trapo, no dar una con la bici y sobre todo no saber a que echarle la culpa, no me dejo otra más que aceptar que no estaba en mi mejor día. Pero no quedaba de otra mas que aguantarles el pasito y esperar que después de los primeros 10 km. el colmillo hiciera acto de presencia. Después de la primera subida vino la segunda y luego la tercera, cuarta y la peor, la quinta en donde de plano ya mejor caminamos pues el guía ya iba en calidad de bulto. Al finalizar la ultima subida y estando a unos 3,300 msnmm, continuábamos con 2 km de planos subiditas ya no tan pesadas, lo cual me ayudo a recuperarme y a adaptarme a la bici que llevaba.
UN GUÍA NO SE PIERDE, SOLO BUSCA CAMINOS ALTERNOS… Fue lo que dijo el buen Alex cuando me di cuenta de que por ir platicando y gozando de la vereda había seguido mi instinto y en lugar de tomar una subida opte por la bajadita que se veía más fácil. Afortunadamente al kilómetro recapacite y corregí el camino.
SE ACABO LA SUBIDA O… FALTA MUCHO? Cuando llegamos a nuestro punto mas alto a 3,600 msnmm ya llevábamos 3 horas de rodar, SI ASI ES, 3 horas para 10 km, ahora se podrán imaginar como estaban las subidas!!.. Decidí no detenernos a comer algo pues venía bajada y ya íbamos algo retrasados.
A partir de ese punto el colmillo y la experiencia comenzaron a aparecer y la fatiga que me había dominado en un principio me abandonó y me dejo darme cuenta que la altura ya no me estaba afectando. Lo siguiente fue la parte mas divertida de toda esta rodada con bajadas de vereda muuuy técnica y paisajes extraordinarios hasta llegar al Valle MARLBORO.
Una vez en este Valle y después de tomar las fotos de rigor, continuamos el descenso por LA HUÉRFANA, bautizada asi por el buen Alex, ya se imaginaran porque. Y en efecto esta bajada es huérfana pues no tiene Mamá. Imagínense: una vereda de 50 cm. de ancho, las orillas cubiertas de musgo, troncos antiquísimos de mas de un metro de ancho llenos de helechos, una adherencia excelente y para rematar DE BAJADA. Pero mejor no se la imaginen VEANLA!!
Esta vereda, LA HUÉRFANA, nos lleva directo a las peñas de corral de Piedra y son unos 10km de bajar y bajar esquivando y saltando troncos y para rematar al final EL HUEVIMETRO (si es por lo que se imaginan). El HUEVIMETRO, es una bajada de un km de largo pero los últimos 100 metros son verticales.
UN GUÍA NO ES ZACATON, ES PRECAVIDO Fue lo que tuve que alegar en mi defensa al desmontar de la bici y caminar los últimos 30 metros de esta bajada en donde aún a pie azote de sentón por lo inclinado de la vereda.
Sin embargo Mau se puso necio y la quiso bajar, pero en esta ocasión en realidad estaba imposible y lo único que se consiguió fue algo de lodo en las piernas y mucha adrenalina en la sangre por el miedito de los zapotazos.
Terminando el huevimetro, una estampa de película CORRAL DE PIEDRA, y sus peñas. Esta parte del recorrido fue la más rápida pues además de que ya me había repuesto, es plana y un poco de bajada, lo que nos permitió llegar hasta Capilla vieja a las 14:00 horas es decir 5 horas después de arrancar y 30 km recorridos.
Llegando a Capilla vieja nos paramos en una tiendita para comer y reponer fuerzas. El buen Mau no llevaba nada de comer pero si tenía tal hambre que llego a pedir al dueño de la tiendita un taco de guisado de su casa. Como se lo negaron se tuvo que conformar con una lata de atún y unas galletas que le salvaron la tarde. Ya con la barriga llena continuamos el recorrido a las 14:30 y después de bordear la laguna nos volvimos a internar en el bosque para continuar el descenso a Valle de Bravo. Ya en este punto me percate de que llevábamos muy buen ritmo pues en la última ocasión que hicimos esta rodada, en ese punto llevábamos una hora más de tiempo.
LA MARCA DEL MAGUEY, O… NO SEAN MASOQUISTAS Ya para llegar a la última ranchería nos detuvimos pues les hice la observación de que desde ese punto se podía observar Valle a lo lejos. Despajes de admirar la estampa continuamos el descenso pero al arrancar solo Bernie y Yo dimos la vuelta en la ultima curva, razón por la cual nos detuvimos a esperarlos. Cuando nos alcanzaron nos comentaron que se retrasaron por que los 3, Alex, Benji y Mau se fueron a estampar contra un maguey que les dejo su marca en el brazo a los 3 en la misma parte del brazo derecho. Afortunadamente no paso de un rasguño y continuamos el descenso. TENGO MANITA NO TENGO MANITA, O… UNA SUBIDITA POR FAVOR… Antes de llegar a Monte Alto como que se me comenzaban a quedar atrás y es que Bernardo ya no aguantaba las manos de tanta bajada y cada vez que compactaba para esperarlos me pedían una subidita por favor, pues el brincoteo ya los traía muertos de cansancio. LA ÚLTIMA SUBIDA Y LA ÚLTIMA BAJADA Por fin logramos salir del bosque y llegamos a Monte Alto en donde nos esperaba la última subida de un km de largo, y para no perder el ritmo comenzamos a subir, y subir y subir, y fue cuando me di cuenta que me faltaba Alex en el grupo y la verdad como que no se antojaba mucho bajar después de la subidota, pero no me quedo de otra ya que después de 10 minutos no llegaba. Asi pues volví a bajar y bajar y bajar hasta el punto donde habíamos compactado la ultima vez. Ahí estaba Alex, afortunadamente bien pero con la bici de cabeza pues se le había atorado la cadena. Además ya solo le faltaba poner la rueda para poder iniciar la subida que para mi era la segunda vez que la hacía. Al final terminamos esa subida y comenzamos a bajar hacia el otro lado para llegar al zocalito de Valle y esperar la camioneta para irnos a comer. Eso si antes que nada un heladito y un agua de Jamaica que cayeron como recompensa a esta rodada. 60km rodados a muy buen ritmo, 5horas y media efectivas y 7 y media continuas para bajar el tiempo 2 horas con respecto de la ultima vez. No tuvimos accidentes pues en realidad el nivel de estos BYMERS era excelente tanto de subida como de bajada. Para rematar nos fuimos a comer unos tacos de filete antes de regresar a México, y claro al final la entrega de PINS, para Mau y Bernie. Es una fortuna el poder hacer estas rodadas y disfrutar de las subidas y bajadas a un muy buen ritmo, pero me siento aún mas afortunado de conocer y hacer amistad con personas como Mau, Alex, Bernie y Benji, gracias a todos por su confianza y su amistad. Rodando Descubriendo Conviviendo Bici y Montaña Clic en el logo para regresar |
