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Reseña de la rodada al Nevado de Toluca este martes 20 de Enero.

 

Con mucho frió, pero con más ganas nos decidimos a subir al Nevado y gozar de la poca  o mucha nieve que pudiéramos encontrar.

Afortunadamente fue lo segundo, y nos toco un día excelente lleno de nieve y sol.

Como ya no recibí mas avisos de asistencia y debido a un cambio de planes por una cita de trabajo, me vi obligado a cambiar la jugada en la raya, o dicho de otra forma a cambiar la hora de salida a las 9:00 am en lugar de las 12:00 am como lo había publicado.

Sin embargo a los que me hablaron si tuve oportunidad de avisarles.

A fin de cuentas solo fuimos 6 personas, Guillo, Quique Arquer, Fabiola Souza, Pedro Luna y su hermano, y un servidor.

Una disculpa a Panchito, a quien deje como novia de pueblo pues ya no pude avisarle del cambio de planes y se quedo esperando.

Después de encontrarnos en la gasolinera de Lerma partimos al Nevado con la preocupación de que pudiéramos entrar al parque pues habíamos visto en la tele las noticias de que habían rescatado a personas en el Nevado y posiblemente estaba cerrado.

Cuando llegamos había una patrulla boqueando la entrada hacia la subida, pero permitía llegar hasta el parque de los venados, lo que era nuestra intención para dejar los autos y comenzar a pedalear.

No se sentía mucho frió, y pensamos en quitarnos algo de ropa, pero después de 5 minutos de estar fuera de los coches nos percatamos que en realidad si hacia el frió suficiente para quedarnos como íbamos.

EL buen Guillo llego con un trajecito de dudoso genero pues los colores tan femeninos nos hacían dudar si era de el o de su hermana.

 

 

Los demás íbamos  normales por decirlo de alguna manera, ya que no es muy normal el rodar con botas para la nieve o bien con traje para esquiar, pero estos cumplieron su cometido y nos protegieron del frió y de la nieve.

Conforme comenzamos a ganar altura, también comenzamos a encontrar los rastros de la nieve. Primero el agua que escurría montaña abajo y poco a poco el hielo y finalmente la nieve.

En el kilómetro 3.5 la nieve lo cubría todo menos el camino, pero al llegar al Km. 4, incluso el camino estaba cubierto de nieve, lo que empezó a dificultar nuestro ascenso.

 

En partes la nieve nos hacia derrapar y desmontar lo que hizo mas cansada la subida.

El panorama era increíble el blanco de la nieve nos hacía olvidarnos que estábamos en México y cuando caías en cuenta la sensación y la alegría de tener estos paisajes a tan solo una hora de casa eran de lo mejor.

Al principio el respirar el aire tan frió me empezó a pegar y por fortuna para mi el buen Pedrito se nos iba retrasando lo que me servia de pretexto para “compactar” je je je .

Las huellas de lo que había pasado solo hace 3 días comenzaron a dejarse ver y era impresionante ver la cantidad de árboles que el viento derribo dejándolos sobre la brecha, haciendo imposible subir al menos en coches.

Después de llegar a las antenas, el panorama comenzó a cambiar, pues debido a la falta de vegetación, la nieve comenzaba a derretirse al estar mas expuesta al sol, y el camino volvía a estar transitable al menos por las orillas.

 

Justo en este punto un poste que sirve para sostener líneas de corriente, se cayo sobre la brecha y dejo los cables cruzados lo que hacía peligroso el rodar en ese punto.

Esta escena se repitió unas 5 veces y teníamos que desmontar para pasar encima de los cables, por si acaso.

Una vez que libramos ese punto ya teníamos a la vista el albergue a unos 3 Km. y  además una vista increíble, al fondo EL IZTA, tan blanco como hacía mucho no lo veíamos.

En este punto la nieve comenzó a abundar otra vez y llegamos a un punto donde alcanzaba mas de n metro de alto junto al camino.

 

Una vez que llegamos al albergue comenzamos a subir de frente al cráter, con algo de viento, que fue aumentando conforme ganábamos altura.

El ascenso fue muy pesado dado que la nieve frenaba las bicis y como esa subida es muy difícil casi todo el Km. que tiene de largo lo subimos caminando.

Una vez que llegamos al filo del cráter el viento estaba a todo lo que daba y calculamos que por lo menos corría a 80km/hr.

En un punto de la subida Fabiola me llamo por radio para preguntar cuanto faltaba pues ya estaba agotada, afortunadamente le faltaban 200 metros y el esfuerzo final se vio recompensado con la majestuosa imagen del cráter y sus lagunas cubiertos de nieve.

  

Una vez arriba tomamos las fotos de rigor y después de evaluar la situación y las nubes que se avecinaban, decidimos regresar por donde subimos en lugar de bajar a las lagunas y rodear el cráter para comenzar a bajar, para evitar un posible contratiempo por el frío o una nevada.

Llegando de nuevo al albergue Quique se comió una sopita calientita y Fabiola saco su tradicional mezcla de cacahuates.

Después del pequeño lunch iniciamos el descenso que no por ser de bajada fue mas rápido, pues la nieve y sobre todo el hielo nos hacían perder el control y caer fácilmente.

Una vez que pasamos la parte de nieve nos toco una parte de mucho lodo y  sobra decirles como terminamos al final.

Domingo en Martes

Así  es como se veía el parque de los venados cuando llegamos hasta abajo, pues la cantidad de coches y gente jugando en la nieve nos hacían olvidar que era martes.

Al final  todo salio perfecto, menos mi cita de trabajo a la que tenía que llegar a las 17:00 hrs. Y llegue a las 17:45, pero tomando en cuenta que estaba bajando del Nevado a las 16:00 hrs., y aún tuve que llevar a Guillo y a Quique a mi casa, cambiarme, medio bañarme, y comer, no estuvo tan mal.

Las fotos de esta rodada tan singular ya están en la pagina tanto en la portada como en la galería.

Gracias por tomarse el tiempo de leer estas líneas.

Rodando Descubriendo Conviviendo

Bici y Montaña 2004