Rodando por la
montaña
Es indudable que el rodar en la montaña es una experiencia
única y diferente. Diferente en muchos sentidos, desde el equipo necesario ,
hasta las reglas “de etiqueta” o ética utilizadas dentro de la montaña. En la experiencia que tenemos de 16 años nos hemos dado
cuenta de muchas cosas y algunas de esas cosas nos han llevado a
reflexionar sobre el impacto que ocasiona nuestra presencia en la montaña. Desde la erosión
de las veredas por el exceso de uso, hasta la irreparable
interrupción del ciclo reproductivo de ciertas especies endémicas
de la región, por nuestro paso en su hábitat. Sin olvidar la molestia que causamos a los vecinos de la
zona al entrar en sus terrenos así como así. Mucha gente pregona que este deporte es ecológico por
estar “tan” en contacto con la naturaleza y en realidad, puede distar
mucho de serlo por las costumbres adoptadas en años recientes. La contaminación de las veredas por diversos factores como
son la basura “olvidada” en la montaña, tal como envases de bebidas,
envolturas de comida, tubos de pegamento, aluminio de parches usados, cámaras
inservibles, pedazos de cadena rota, polvo de goma de freno, grasa de las
cadenas al pasar por ríos, e incluso fuera de la montaña, las piezas que
cambiamos por estar averiadas, son piezas en su mayoría fabricadas de
metales que difícilmente se biodegradan. Es por eso que nos preocupa seriamente lo poco ecológico
de nuestro deporte. Y es por eso también que tenemos ciertos lineamientos que
seguimos y difundimos para que otros sigan, estando dentro y fuera
de la montaña. Estos lineamientos no son leyes, ni mandamientos,
simplemente derivaciones lógicas del pensamiento humano, que después de
concientizar el impacto de su presencia en el planeta, intenta revertirlo
o por lo menos retrasarlo. Reglas de oro al
rodar por la montaña
Rodando Descubriendo Conviviendo Bici y Montaña 2003
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