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Nuestra Madre


En nuestro caminar hacia Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo) siempre nos encontraremos con la ayuda de la Madre de la Iglesia, la virgen María, pero aquí es donde nos encontramos en un gran problema, muchas veces nos preguntamos ¿Quién es María?...

María, según aparece en los evangelios nunca fue una mujer pasiva. Ella cuestionó la proposición del ángel cuando este la visitó (Lc.1,34), y siempre tomó la iniciativa cuando fue necesario, tenemos muchos ejemplos, cuando acude en ayuda de su prima Isabel (Lc.1,39ss). Cuando perdió al niño y regresó a Jerusalén sin importar la distancia y durante tres días lo buscó hasta encontrarlo (Lc.2,46), o en la bodas de Caná, cuando se da cuenta de que falta vino (Jn.2,3ss).

En el calvario, cuando ya todo estaba consumado y no había nada que hacer, entonces sí, ella quedó quieta, en silencio (Jn.19,25).

María siempre nos dice: “Hagan todo lo que él les mande” (Jn.2,5), pero para nosotros es difícil entender estas palabras, sin embargo María siempre intercede por nosotros y Dios lleno de Misericordia nos perdona cuando nos arrepentimos.

Desde el principio, cuando las primeras comunidades de Cristianos, ya existía una veneración (no adoración) por María, a la que tal vez llamaban La Madre, porque eso es lo que ella fue y sigue siendo, es la Misión que Cristo le dejó al pie de la cruz (Jn.19,26-27).

Es por ello que como Cristianos, que aceptamos la virginidad de María y con ello la divinidad de Cristo y el Poder del Padre que actúa a través del Espíritu Santo, no podemos dejar de decir que María es nuestro ejemplo, es nuestro modelo de esperanza, humildad, fe, caridad, y de todas aquellas virtudes que siempre demostró, sin gloriarse en ellas, ya que nunca se ensalzó por ser Hija de Dios Padre, Esposa de Dios espíritu Santo y Madre de Dios Hijo.

“María no es soberana sino servidora. No es meta sino Camino. No es semidiosa, sino la Pobre de Dios. No es todopoderosa, sino intercesora. Es por encima de todo la Madre que sigue dando a luz a Jesucristo en nosotros. Es la Madre de Jesucristo y la Madre Nuestra”.

Adriana Concepción Gala Rodríguez
AdrianaGala@Pascua.com