Desierto de Atacama
Los juramentados de
Atacama
(De Al Séptimo de Línea)
(Texto de Jorge Inostroza; Música de Guillermo
Bascuñán)
Canción de soldados
A defender la Patria amenazada
partieron sin botes de Atacama;
eran cinco mineros de faz tostada
los que así juraron con toda el alma:
"Partimos juntos, juntos luchemos,
seremos todos igual que hermanos;
y si uno muere, que mueran todos.
¡Digan juramos!" "Jurado, hermanos".
Fue en la batalla de San Francisco;
peleando cual titanes juramentados,
tres de aquellos bravos muertos quedaron
y sobre sus tumbas, este epitafio:
"Cayeron entre el humo del combate,
peleando por su Patria y por su honor".
Heroicos y esforzados camaradas,
valientes de Atacama, adiós, adiós.
Frente a las defensas y los cañones,
dos que defendían la entrada a Tacna,
fieles ahí cumplieron su juramento,
los dos que quedaban del Atacama:
"Partimos juntos, juntos luchemos,
seremos todos igual que hermanos;
y si uno muere, que mueran todos.
¡Digan juramos!" "Jurado, hermanos".
Juntos cayeron entre las balas,
mezclando su noble sangre, sangre de hermanos;
y desde lo alto sus camaradas
fueron repitiendo este epitafio:
"Cayeron entre el humo del combate,
peleando por su Patria y por su honor".
Heroicos y esforzados camaradas,
valientes de Atacama, adiós, adiós.
En el norte de Chile esta ubicado el Desierto de
Atacama, que cubre 600 kilómetros, los más áridos
del planeta, y extendiéndose a través de la I, II y
III primeras regiones de Chile desde el límite con
Perú hasta el paralelo 27° sur.
Aunque pareciera que en el desierto no hay vida,
la naturaleza nos regala el Lago Chungará,
impresionante reserva de agua y hábitat natural de
innumerables especies de aves como flamencos rosados
y animales, entre los cuales se encuentran Vicuñas y
otros camélidos del Altiplano.
En la Segunda Región, en San Pedro de Atacama,
podemos encontrar otro de los misterios de luz y
sonido que son los géiser del Tatio, fumarolas de
aguas burbujeantes que emergen desde las entrañas de
la tierra.
El viento es otro de los atractivos de esta zona,
que se ha dedicado a esculpir lugares de extrañas
formas pétreas y desoladas que en contraste con el
cielo celeste de la diáfana atmósfera del altiplano.
Cada una de las regiones de Chile en las que se
encuentra presente el desierto de Atacama, tiene
características diferentes y es como en la I región
de Tarapacá el paisaje es totalmente árido por falta
de lluvias. Ocasionalmente, cada diez años, llueve
alrededor de 10 mm.
La aridez es causada por la corriente fría de
Humbolt que fluye paralela a la costa Sudamericana,
por los vientos que van desde el mar hacia la
tierra. La condición de desierto no ha estado
siempre presente, pues una vez, hace probablemente
más de 100 millones de años atrás, gran parte de
estas tierras estaban bajo el mar. La vegetación es
prácticamente inexistente y sólo se presenta en
donde las napas subterráneas están cerca de la
superficie, hábitat de Tamarugales. En esta región,
se encuentra en el medio del desierto, pueblos
prehispánicos, aldeas, pozos de agua termales,
vestigios arqueológicos y oasis que son parte de los
principales atractivos turísticos.
En la II región de Antofagasta, encontramos el
valle de la Luna, que se ubica a 13 km. Al noreste
de San Pedro de Atacama y es parte de la Reserva
Nacional Los Flamencos. Posee como morfología una
curiosa similitud al paisaje lunar y es debido a
ello a que toma su nombre.
Espectáculo geológico, a 2.600 m.s.n.m.,
pertenecientes a la Cordillera de la Sal. El
material salino que compone esta cordillera es muy
susceptible de ser erosionado y arrastrado por el
viento y otros agentes atmosféricos, lo que ha dado
origen a diferentes y sinuosas formas que
caracterizan a esta zona. Así mismo, es uno de los
lugares donde el desierto posee su mayor
rigurosidad, ya que en toda la zona no existen
evidencias de humedad, de vida vegetal y animal, que
lo hacen el rincón más inhóspito de la tierra,
semejante a un paisaje selenita.
En la III Región de Atacama, podemos encontrar el
Desierto Florido, que se extiende de Chañaral hasta
La Ligua, corresponde bioclimáticamente a una zona
de transición entre el desierto del norte y una
marcada zona de clima mediterráneo caracterizado por
lluvias regulares de invierno y verano seco. La
vegetación característica corresponde a matorrales,
arbustos bajos, tapiz de hierbas en primavera y
predominio de cactus.
Si en invierno cae una cantidad de agua superior
al promedio anual, este paisaje árido se transforma
en primavera en un espectáculo único y de
sorprendente colorido, en que cientos de semillas,
bulbos e insectos brotan a la vida con una
generosidad que sobrecoge al visitante. Este
fenómeno se presenta entre Copiapó y Vallenar, y por
los caminos que conducen a Huasco, Carrizal Bajo y
Totoral.