Fragmento tomado del articulo escrito por MelBis
A lo largo de nuestra vida soñamos con encontrar la pareja perfecta, nuestra alma gemela, aquella que, como oasis en medio del desierto, nos da de beber esperanza, fuerza y amor incondicional.
Aun los que disfrutan teniendo múltiples relaciones añoran la tan mencionada "media naranja". Están seguros que si encontraran a esa persona especial serian capaces de comprometerse hasta el fin de los tiempos.
Pero ¿por qué es tan difícil dar con ella?, ¿por qué no todos podemos encontrarla?
Para entrar a este interesante tema primero tenemos que comprender lo que es el karma y cómo se relaciona esto con nuestra alma gemela.
La ley del karma es la ley de la vida: Se cosecha lo que se siembra.
Nuestras almas son mas viejas de lo que pensamos. En el transcurso de todas esas vidas crea lazos karmicos positivos y negativos. Cada vida es como una misión con pequeños objetivos que lograr, a veces podemos fallar y tenemos que repetirla otra vez, otras veces lo logramos y avanzamos a la siguiente etapa.
El alma es pura y antes de llegar a la Tierra no tiene intención de hacer daño ni cometer errores. Si el espíritu ha cometido un acto negativo en relación con alguien o algo, antes de reencarnar se compromete a saldar esa deuda, pero una vez aquí, la energía, al ser pesada y muy densa tiende a desviarlo del camino elegido. Entonces el alma queda prisionero en la Tierra. Pero surgen oportunidades de atraer esas deudas y reajustar nuestras respuestas, nuestras reacciones, por eso en vez de considerar estos hechos como obstáculos a nuestro progreso debemos admitir, felices, que ha llegado el momento de transmutar esas energías por algo mas positivo.
Del mismo modo que hay karma individual, también existe el familiar, el más difícil, pues las personas tienen que convivir en multitud de relaciones (padre-hijo, marido-mujer, jefe-empleado, amigos...) para redimir las deudas y cambiar las energías que han producido sus encuentros en la Tierra anteriormente. Mientras vivamos en rivalidad, odios, culpas y amargura el resultado será el sufrimiento. Aunque también podemos crear lazos de amor, de ayuda, y eso también se nos retribuirá.
Cada quien tiene su misión y , la mayoría de las veces la cumple en su vida cotidiana con las personas que tiene cerca.
Con respecto a los vínculos karmicos, no importa quien tenga razón, lo importante es que los sentimientos negativos sean transmutados y purificados. Debemos aceptar, con humildad, que una relación que ha comportado sufrimiento, también ha significado un aprendizaje y nos ha ayudado a evolucionar y que toda persona que irrumpe en nuestra vida acaba siendo un instrumento para crecer.
Pero yo creo que hay una mejor manera de aprender nuestras lecciones y evolucionar: concientizarnos del problema.
Si tu sabes que tipo de deuda te une a esa persona será más fácil hacer los cambios necesarios para cambiar la energía negativa a una vibración positiva, más ligera y por lo tanto más elevada.
De vez en cuando, si lo dispusimos antes de renacer en este tiempo, podemos encontrarnos a nuestra alma gemela.
Las almas gemelas son un único espíritu. En el principio de los tiempos los espíritus eran andróginos, tenían al mismo tiempo la esencia femenina y la masculina, pero su evolución era muy lenta, ya que al sentirse completos no sentían la sed de búsqueda, y sin búsqueda no hay encuentro. La meta final es reunirnos con la Gran Chispa Divina de la que una vez salimos.
Dios separo los espíritus en dos, uno con una gran carga de energía femenina o yin y el otro con energía masculina o yang., para que evolucionaran individualmente interactuando con otros espíritus, buscando siempre el equilibrio. Puede que se encuentren en sucesivas encarnaciones para ayudarse mutuamente a evolucionar, y cuando los dos hayan conseguido equilibrar esas energías yin-yang dentro de sí, entonces se reencontraran finalmente para unirse para toda la eternidad.
La energía masculina (yang) se refiere a la iniciativa, la fuerza, la valentía, el poder, mientras que la femenina (yin) maneja la intuición, la percepción, la suavidad, la sensibilidad. Es necesario aclarar que no estoy hablando aquí de ladifernciacion de los sexos. Cada ser humano tiene dentro de sí estas dos energías, tal vez una mas desarrollada que la otra y lo que tenemos que hacer es equilibrarlas, recrear dentro de nosotros el andrógino inicial, espiritualmente hablando. La fusión con el alma gemela solo se podrá dar si estamos equilibrados y en sintonía uno con el otro.
A esta fusión se le llama "el vinculo cósmico". Al estar en el mismo nivel de evolución comparten objetivos y al estar juntos el gran amor que despiden se abre a toda la humanidad. Cuando amamos deseamos integrarnos en el otro pero también expandirnos a través de él y el hecho de encontrar las mismas vibraciones en el otro nos facilita la expansión.
Mucha gente tiene la idea de que la unión con el alma gemela es algo fácil y perfecta, que no presenta problemas, cuando en realidad encontrarla en este momento en la Tierra es cuestión de aprendizaje.
Cuando no hay armonía entre las almas gemelas (ya que evolucionan separadas a veces lo hacen a diferente ritmo) deben seguir caminos separados, distintos. Cuando una de las almas cobra conciencia debe esperar a la otra para ayudarla en su evolución.
Esto quiere decir que algunas veces el alma gemela no reconoce a su compañera porque esta involucrada en otras relaciones que le son necesarias para su evolución. El alma que se concientizo de su estado no debe interferir si no para ayudarle en todo lo necesario incondicionalmente. Si ella no quiere estar a nuestro lado no debemos empecinarnos en seguir junto a ella. Hay muchas maneras de ayudarlos estando separados, una de ellas es enviarle pensamientos positivos, es como si le enviáramos una luz de amor, de ese amor incondicional que se nos despierta el encontrar a nuestra alma gemela.
Muchas veces la relación con nuestra alma gemela no es tan solo de pareja, podemos encontrarla en nuestro hermano, nuestro padre o hijo, nuestro mejor amigo. No importa el sexo, de hecho no tiene porqué despertarnos un deseo sexual el encuentro con nuestra alma gemela. Podemos amarnos espiritualmente sin el contacto físico. El sentimiento más importante con el que nos encontramos al hallar nuestra alma gemela es una intensa e indescriptible emoción de reconocimiento, de amor universal, de energía vivificadora y del despertar de nuestra divinidad.
Cambiar de pareja sin cesar provoca entonces la separación de las almas gemelas, ya que primero tendremos que saldar todas esas deudas contraidas con otros espíritus con la finalidad de encontrar un equilibrio interior.