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Mi bonito blog 9129 de noticias lomas
Sunday, 18 August 2019
5 Cualidades las mejores personas en las noticias almirante brown La industria tiende a tener

El presente artiÌ culo tiene por objetivo repasar la historia de uno de los perioÌ dicos mexicanos maÌ s señalados del siglo xx: Excelsior. Anclado en una historia de leyenda negra de corrupcioÌ n que limita su existencia a los años en que fue dirigido por el periodista Julio Scherer GarciÌ a (1968-mil novecientos setenta y seis), Excelsior aparece como un medio acriÌ tico y comprometido con las poliÌ ticas aplicadas por los gobiernos de la revolu- cioÌ n mexicana, que suÌ bitamente dio un vuelco en su liÌ nea editorial y se orientoÌ a informar verazmente a la sociedad, para luego volver a su postura original en favor del Estado. No obstante, un anaÌ lisis maÌ s cauteloso del pasado de este perioÌ dico puede ayudarnos a ir maÌ s allaÌ de lo que hasta el instante conocemos y pensamos no soÌ lo sobre Excelsior, sino más bien tambieÌ n sobre la historia de la prensa y los medios de comunicacioÌ n en nuestro paiÌ s a lo largo del pasado siglo. Como lo han demostrado los trabajos de Celia del Palacio Montiel, Ana MariÌ a Serna e Irma lombardo (por mentar soÌ lo algunos entre muchos otros),1 la prensa mexicana ha dejado de ser uÌ nicamente la fuente para convertirse en el tema de nuevas investigaciones historiograÌ ficas. Con el auge de los medios de comunicacioÌ n en el siglo xx, eÌ stos se convirtieron en piezas esenciales del sistema poliÌ tico (en MeÌ xico y en todo el mundo). Transmitir noticias y también ideas (y tambieÌ n no hacerlo) los hizo factores esenciales en los escenarios del poder. la centuria pasada es incomprensible si no vemos a los medios de comunicacioÌ n como actores poliÌ ticos de su instante. En este sentido, investigar la historia de Excelsior nos permite comprender de queÌ manera se formaron las relaciones entre los medios de comunicacioÌ n y el gobierno mexicano y coÌ mo influyeron en las poliÌ ticas aplicadas por eÌ ste en ciertos momentos del siglo xx.

En este artiÌ culo presentamos la historia de Excelsior en su primera etapa: de mil novecientos dieciseis-1932. Nos hallamos a un perioÌ di- co heredero de la “prensa empresarial” que surgioÌ en MeÌ xico a lo largo del porfiriato, y que se distinguioÌ por tener una liÌ nea editorial “conservadora moderada” y por dirigirse a un puÌ blico urbano de clases media y alta. Excelsior aparecioÌ en el instante en que el conjunto constitucionalista ganaba la guerra civil y se preparaba para imponer su proyecto nacio- nal. No obstante, la consolidacioÌ n del estado revolucionario tomariÌ a años y eso afectariÌ a su relacioÌ n con los perioÌ dicos de ese tiempo. Excelsior entonces tuvo que lidiar con los gobiernos de AÌ lvaro ObregoÌ n y Plutarco EliÌ as Calles, hasta el momento en que diversos inconvenientes internos y externos lo condujeron

a la bancarrota durante la administracioÌ n de Pascual Ortiz Rubio. Sin embargo, en esos primeros años Excelsior logroÌ convertirse en un medio esencial y ademaÌ s pudo crear- se una “leyenda personal” (reflejada en la biografiÌ a de su creador Rafael Alducin y en los problemas que tuvo que sortear para echar a andar su empresa), que le fue de gran utilidad para reconstituirse como empresa y recobrar el prestigio perdido a finales de los años veinte.

la prensa mexicana de finales del siglo xix y principios del xx: un breve acercamiento

El momento en que nacioÌ Excelsior es esencial para la historia del periodismo mexicano contemporaÌ neo. los años mil novecientos dieciseis-1917 representan la consolidacioÌ n de la “prensa empresarial” que surgioÌ a lo largo del http://noticiaslanuslpzr642.withtank.com/responsable-de-un-presupuesto-de-noticias-avellaneda-12-formas-de-primera-clase-para-gastar-tu-dine porfiriato, la que esta- ba interesada no soÌ lo en la informacioÌ n poliÌ tica, sino en generar ganancias por medio de la publicidad. Al tiempo, cuando se dio el triunfo constitucionalista, comenzoÌ a construirse una nueva relacioÌ n Estado-medios, en que la colaboracioÌ n mutua y la buÌ squeda de rendimientos econoÌ - micos, por parte de las empresas periodiÌ sticas, formaron la base de ese nuevo trato.2

la RevolucioÌ n cambioÌ la vida del paiÌ s; casi no hay punto o bien aspecto de la vida de MeÌ xico que no haya sido convierte- do despueÌ s del paso de ese huracaÌ n que comenzoÌ en mil novecientos diez. Entre el final del siglo xix y el principio del xx, el periodismo

mexicano se hallaba en una etapa de transformacioÌ n en la que los medios pequeños desapareciÌ an frente a la fuerza de grandes perioÌ dicos dedicados a difundir informacioÌ n variada para satisfacer las necesidades de los diferentes seg- mentos de la sociedad mexicana. Estos cambios producidos durante el porfiriato radicaban en diferentes aspectos: el pri- mero de ellos es el paso de una prensa “editorialista” a otra maÌ s informativa. En su mayoriÌ a la prensa del siglo xix (con sus grandes representantes: El Monitor Republicano y El Siglo XIX) estaba maÌ s enfocada al anaÌ lisis y a la formacioÌ n de opinioÌ n sobre los distintos sucesos nacionales e internacionales. Es hasta la etapa final del siglo xix que los diarios empezaron a enfocarse en un geÌ nero periodiÌ stico que habiÌ a sido poco considerado por los editores: la nota informativa.3

 

la opinioÌ n comenzoÌ a ceder espacio a la informacioÌ n, lo que es explicable debido al desarrollo tecnoloÌ gico que caracterizoÌ ese momento. los ferrocarriles, el teleÌ grafo y el teleÌ fono (que proporcionaban informacioÌ n raÌ pida de acontecimientos ocurridos en sitios lejanos) colaboraron a que los diarios contaran con noticias actuales que difundiÌ an entre sus lectores. la necesidad de propagar cada vez maÌ s in- formacioÌ n hizo que poquito a poco se profesionalizasen varios oficios relacionados con la produccioÌ n de perioÌ dicos (como prensistas, linotipistas, editores, directivos, jefes de redac- cioÌ n, dibujantes, y lógicamente, los reporteros); si bien muchos de estos oficios ya existiÌ an, las transformaciones tecnoloÌ gicas los forzaron a prosperar para ofrecer un producto diferente a los lectores.

4 El reporter de finales del siglo xix y principios del xx era un sujeto que, en contraste a sus ante- cesores, debiÌ a tener la capacidad para lograr raÌ pidamente aquellas noticias que los otros —los competidores— no teniÌ an, y tambieÌ n tener la habilidad de expresar de la forma maÌ s interesante esa noticia a través de los geÌ neros periodiÌ s- ticos que se desarrollaron a lo largo del siglo xix. Ya no era suficiente que pudiera escribir un ensayo o tuviera talento poeÌ tico; ahora teniÌ a que saber coÌ mo realizar una interview y queÌ elementos debiÌ a contener una noticia para que fuera precisa y faÌ cil de leer.6 Este conocimiento se obteniÌ a de una manera empiÌ rica: trabajando en una “Mesa de RedaccioÌ n”, preguntando a los colegas que tuvieran experiencia, leyendo todos y cada uno de los libros, gacetas y perioÌ dicos que se pudiese (en caso de que el periodista estuviese interesado en hacerlo) y a través de un largo proceso de ensayo y error; pero ahora, todo debiÌ a hacerse mucho maÌ s raÌ pido que antes.

DeciÌ a Carlos DiÌ az Dufoo, en un nostaÌ lgico artiÌ culo sobre su trabajo como cronista en 1887:

El perioÌ dico empresa, el perioÌ dico-institucioÌ n que va conver- tido en una fuerza, no era conocido. EÌ ramos un conjunto de chi- cos que nos reuniÌ amos en torno de una gran mesa —la conocida Mesa de RedaccioÌ n, que ya no existe— a charlar y reiÌ r, y entre risas y conversas saliÌ an los editoriales, las croÌ nicas, las gacetillas. Nos tiraÌ bamos unos a otros las palabras, las ideas, los rechistes.


Posted by timingpoliticoszsh929 at 10:00 AM EDT
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Friday, 16 August 2019
Cómo está cambiando la tecnología Cómo tratamos las noticias almirante marrón

El presente artiÌ culo tiene por objetivo revisar la historia de uno de los perioÌ dicos mexicanos maÌ s destacados del siglo xx: Excelsior. Anclado en una historia de leyenda negra de corrupcioÌ n que limita su existencia a los años en que fue dirigido por el cronista Julio Scherer GarciÌ a (1968-1976), Excelsior aparece como un medio acriÌ tico y comprometido con las poliÌ ticas aplicadas por los gobiernos de la revolu- cioÌ n mexicana, que suÌ bitamente dio un vuelco en su liÌ nea editorial y se orientoÌ a informar verazmente a la sociedad, para luego retornar a su postura original a favor del Estado. No obstante, un anaÌ lisis maÌ s cauteloso del pasado de este perioÌ dico puede ayudarnos a ir maÌ s allaÌ de lo que hasta el momento conocemos y pensamos no soÌ lo sobre Excelsior, sino tambieÌ n sobre la historia de la prensa y los medios de comunicacioÌ n en nuestro paiÌ s durante el siglo pasado. Como lo han probado los trabajos de Celia del Palacio Montiel, Ana MariÌ a Serna y también Irma lombardo (por mentar soÌ lo ciertos entre otros),1 la prensa mexicana ha dejado de ser uÌ nicamente la fuente para convertirse en el tema de nuevas investigaciones historiograÌ ficas. Con el apogeo de los medios de comunicacioÌ n en el siglo xx, eÌ stos se transformaron en piezas fundamentales del sistema poliÌ tico (en MeÌ xico y en todo el mundo). Trasmitir noticias y también ideas (y tambieÌ n no hacerlo) los hizo factores importantes en los escenarios del poder. la centuria pasada es ininteligible si no vemos a los medios de comunicacioÌ n como actores poliÌ ticos de su momento. En este sentido, investigar la historia de Excelsior nos deja entender de queÌ manera se constituyeron las relaciones entre los medios de comunicacioÌ n y el gobierno mexicano y coÌ mo influyeron en las poliÌ ticas aplicadas por eÌ ste en determinados instantes del siglo xx.

En este artiÌ culo presentamos la historia de Excelsior en su primera etapa: de mil novecientos dieciseis-mil novecientos treinta y dos. Nos hallamos a un perioÌ di- co heredero de la “prensa empresarial” que surgioÌ en MeÌ xico durante el porfiriato, y que se distinguioÌ por tener una liÌ nea editorial “conservadora moderada” y por dirigirse a un puÌ blico urbano de clases media y alta. Excelsior aparecioÌ en el momento en que el grupo constitucionalista ganaba la guerra civil y se preparaba para imponer su proyecto nació- nal. Sin embargo, la consolidacioÌ n del estado revolucionario tomariÌ a años y eso afectariÌ a su relacioÌ n con los perioÌ dicos de ese tiempo. Excelsior entonces debió lidiar con los gobiernos de AÌ lvaro ObregoÌ n y Plutarco EliÌ as Calles, hasta el momento en que distintos inconvenientes internos y externos lo condujeron

a la ruina durante la administracioÌ n de Pascual Ortiz Rubio. Sin embargo, en esos primeros años Excelsior logroÌ transformarse en un medio esencial y ademaÌ s pudo crear- se una “leyenda personal” (reflejada en la biografiÌ a de su creador Rafael Alducin y en los inconvenientes que tuvo que sortear para echar a caminar su empresa), que le fue de enorme utilidad para reconstituirse como empresa y recobrar el prestigio perdido a finales de los años veinte.

la prensa mexicana de finales del siglo xix y principios del xx: un breve acercamiento

El momento en que nacioÌ Excelsior es fundamental para la historia del periodismo mexicano contemporaÌ neo. los años mil novecientos dieciseis-mil novecientos diecisiete representan la consolidacioÌ n de la “prensa empresarial” que surgioÌ durante el porfiriato, la que esta- ba interesada no soÌ lo en la informacioÌ n poliÌ tica, sino más bien en generar ganancias por medio de la publicidad. Al mismo tiempo, cuando se dio el triunfo constitucionalista, comenzoÌ a construirse una nueva relacioÌ n Estado-medios, en que la colaboracioÌ n mutua y la buÌ squeda de rendimientos econoÌ - micos, por la parte de las compañías periodiÌ sticas, formaron la base de ese nuevo trato.2

 

la RevolucioÌ n cambioÌ la vida del paiÌ s; prácticamente no hay punto o bien aspecto de la vida de MeÌ xico que no haya sido convierte- do despueÌ s del paso de ese huracaÌ n que comenzoÌ en 1910. Entre el final del siglo xix y el principio del xx, el periodismo

mexicano se hallaba en una etapa de transformacioÌ n en la que los medios pequeños desapareciÌ an ante la fuerza de grandes perioÌ dicos dedicados a propagar informacioÌ n variada para satisfacer las necesidades de los diferentes seg- mentos de la sociedad mexicana. Estos cambios producidos durante el porfiriato radicaban en distintos aspectos: el pri- mero de ellos es el paso de una prensa “editorialista” a otra maÌ s informativa. En su mayoriÌ a la prensa del siglo xix (con sus grandes representantes: El Monitor Republicano y El Siglo XIX) estaba maÌ s enfocada al anaÌ lisis y a la formacioÌ n de opinioÌ n sobre los diferentes sucesos nacionales e internacionales. Es hasta la etapa final del siglo xix que los diarios empezaron a enfocarse en un geÌ nero periodiÌ stico que habiÌ a sido poco considerado por los editores: la nota informativa.3

la opinioÌ n comenzoÌ a ceder espacio a la informacioÌ n, lo cual es explicable debido al desarrollo tecnoloÌ gico que caracterizoÌ ese momento. los trenes, el teleÌ grafo y el teleÌ fono (que daban informacioÌ n raÌ pida de acontecimientos ocurridos en sitios lejanos) colaboraron a que los diarios contasen con noticias actuales que difundiÌ an entre sus lectores. la necesidad de propagar cada vez maÌ s in- formacioÌ n hizo que poco a poco se profesionalizaran varios oficios relacionados con la produccioÌ n de perioÌ dicos (como prensistas, linotipistas, editores, directores, jefes de redac- cioÌ n, dibujantes, y como es lógico, los reporteros); aunque muchos de estos oficios ya existiÌ an, las transformaciones tecnoloÌ gicas los forzaron a prosperar para ofrecer un producto distinto a los lectores.

4 El reporter de finales del siglo xix y principios del xx era un sujeto que, en contraste a sus ante- cesores, debiÌ a tener la capacidad para lograr raÌ pidamente aquellas noticias que los otros —los competidores— no teniÌ an, y tambieÌ n tener la habilidad de expresar de la forma maÌ s interesante esa noticia mediante los geÌ neros periodiÌ s- ticos que se desarrollaron durante el siglo xix. Ya no era suficiente que pudiese escribir un ensayo o bien tuviera talento poeÌ tico; ahora teniÌ a que saber coÌ mo realizar una interview y queÌ elementos debiÌ a contener una noticia para que fuera precisa y faÌ cil de leer.6 Este conocimiento se obteniÌ a de una manera empiÌ rica: trabajando en una “Mesa de RedaccioÌ n”, preguntando a los colegas que tuvieran experiencia, leyendo todos y cada uno de los libros, revistas y perioÌ dicos que se pudiese (en el caso de que el cronista estuviese interesado en hacerlo) y a través de un largo proceso de ensayo y error; pero ahora, https://www.timingpolitico.com.ar todo debiÌ a hacerse mucho maÌ s raÌ pido que ya antes.

DeciÌ a Carlos DiÌ az Dufoo, en un nostaÌ lgico artiÌ culo sobre su trabajo como periodista en 1887:

El perioÌ dico empresa, el perioÌ dico-institucioÌ n que va conver- tido en una fuerza, no era conocido. EÌ ramos un conjunto de chi- cos que nos reuniÌ amos en torno de una enorme mesa —la famosa Mesa de RedaccioÌ n, que ya no existe— a charlar y reiÌ r, y entre risas y charlas saliÌ an los editoriales, las croÌ nicas, las gacetillas. Nos tiraÌ bamos unos a otros las palabras, las ideas, los rechistes.


Posted by timingpoliticoszsh929 at 7:50 PM EDT
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Thursday, 8 August 2019
Cómo resolver problemas con las noticias

El presente artiÌ culo tiene por objetivo revisar la historia de uno de los perioÌ dicos mexicanos maÌ s señalados del siglo xx: Excelsior. Anclado en una leyenda negra de corrupcioÌ n que limita su existencia a los años en que fue dirigido por el periodista Julio Scherer GarciÌ a (mil novecientos sesenta y ocho-mil novecientos setenta y seis), Excelsior aparece como un medio acriÌ tico y comprometido con las poliÌ ticas aplicadas por los gobiernos de la revolu- cioÌ n mexicana, que suÌ bitamente dio un vuelco en su liÌ nea editorial y se orientoÌ a informar verazmente a la sociedad, para luego volver a su postura original en favor del Estado. No obstante, un anaÌ lisis maÌ s cauteloso del pasado de este perioÌ dico puede ayudarnos a ir maÌ s allaÌ de lo que hasta el instante conocemos y pensamos no soÌ lo sobre Excelsior, sino más bien tambieÌ n sobre la historia de la prensa y los medios de comunicacioÌ n en nuestro paiÌ s durante el siglo pasado. Como lo han probado los trabajos de Celia del Palacio Montiel, Ana MariÌ a Serna e Irma lombardo (por mentar soÌ lo algunos entre otros muchos),1 la prensa mexicana ha dejado de ser uÌ nicamente la fuente para convertirse en el tema de nuevas investigaciones historiograÌ ficas. Con el auge de los medios de comunicacioÌ n en el siglo xx, eÌ stos se transformaron en piezas fundamentales del sistema poliÌ tico (en MeÌ xico y en el mundo entero). Trasmitir noticias e ideas (y tambieÌ n no hacerlo) los hizo factores esenciales en los escenarios del poder. la centuria pasada es ininteligible si no vemos a los medios de comunicacioÌ n como actores poliÌ ticos de su momento. En este sentido, investigar la historia de Excelsior nos permite comprender de queÌ manera se constituyeron las relaciones entre los medios de comunicacioÌ n y el gobierno mexicano y coÌ mo influyeron en las poliÌ ticas aplicadas por eÌ ste en ciertos instantes del siglo xx.

En este artiÌ culo presentamos la historia de Excelsior en su primera etapa: de mil novecientos dieciseis-mil novecientos treinta y dos. Nos encontramos a un perioÌ di- co heredero de la “prensa empresarial” que surgioÌ en MeÌ xico durante el porfiriato, y que se distinguioÌ por tener una liÌ nea editorial “conservadora moderada” y por dirigirse a un puÌ blico urbano de clases media y alta. Excelsior aparecioÌ en el momento en que el grupo constitucionalista ganaba la guerra civil y se preparaba para imponer su proyecto nació- nal. No obstante, la consolidacioÌ n del estado revolucionario tomariÌ a años y eso afectariÌ a su relacioÌ n con los perioÌ dicos de ese tiempo. Excelsior entonces debió lidiar con los gobiernos de AÌ lvaro ObregoÌ n y Plutarco EliÌ as Calles, hasta el momento en que distintos problemas internos y externos lo condujeron

a la ruina durante la administracioÌ n de Pascual Ortiz Rubio. No obstante, en esos primeros años Excelsior logroÌ convertirse en un medio esencial y ademaÌ s pudo crear- se una “leyenda personal” (reflejada en la biografiÌ a de su fundador Rafael Alducin y en los inconvenientes que tuvo que sortear para echar a andar su empresa), que le fue de enorme utilidad para reconstituirse como empresa y recobrar el prestigio perdido a fines de los años veinte.

la prensa mexicana de finales del siglo xix y principios del xx: un breve acercamiento

El momento en que nacioÌ Excelsior es fundamental para la historia del periodismo mexicano contemporaÌ neo. los años 1916-mil novecientos diecisiete representan la consolidacioÌ n de la “prensa empresarial” que surgioÌ a lo largo del porfiriato, la cual esta- ba interesada no soÌ lo en la informacioÌ n poliÌ tica, sino más bien en producir ganancias por medio de la publicidad. Al mismo tiempo, cuando se dio el triunfo constitucionalista, comenzoÌ a construirse una nueva relacioÌ n Estado-medios, en que la colaboracioÌ n mutua y la buÌ squeda de rendimientos econoÌ - micos, por la parte de las compañías periodiÌ sticas, formaron la base de ese nuevo trato.2

la RevolucioÌ n cambioÌ la vida del paiÌ s; casi no hay punto o bien aspecto de la vida de MeÌ xico que no haya sido transforma- do despueÌ s del paso de ese huracaÌ n que comenzoÌ en 1910. Entre el final del siglo xix y el principio del xx, el periodismo

mexicano se hallaba en una etapa de transformacioÌ n en la que los medios pequeños desapareciÌ an ante la fuerza de grandes perioÌ dicos dedicados a propagar informacioÌ n variada para satisfacer las necesidades de los diferentes seg- mentos de la sociedad mexicana. Estos cambios producidos a lo largo del porfiriato residían en diversos aspectos: el pri- mero de ellos es el paso de una prensa “editorialista” a otra maÌ s informativa. En su mayoriÌ a la prensa del siglo xix (con sus grandes representantes: El Monitor Republicano y El Siglo XIX) estaba maÌ s enfocada al anaÌ lisis y a la formacioÌ n de opinioÌ n sobre los diferentes acontecimientos nacionales y también internacionales. Es hasta la etapa final del siglo xix que los diarios comenzaron a enfocarse en un geÌ nero periodiÌ stico que habiÌ a sido poco considerado por los editores: la nota informativa.3

la opinioÌ n comenzoÌ a ceder espacio a la informacioÌ n, lo que es explicable debido al desarrollo tecnoloÌ gico que caracterizoÌ ese momento. los trenes, el teleÌ grafo y el teleÌ fono (que daban informacioÌ n raÌ pida de acontecimientos ocurridos en sitios lejanos) cooperaron a que los diarios contaran con noticias actuales que difundiÌ an entre sus lectores. la necesidad de difundir cada vez https://www.timingpolitico.com.ar maÌ s in- formacioÌ n hizo que poco a poco se profesionalizasen varios oficios relacionados con la produccioÌ n de perioÌ dicos (como prensistas, linotipistas, editores, directivos, jefes de redac- cioÌ n, dibujantes, y naturalmente, los reporteros); si bien muchos de estos oficios ya existiÌ an, las transformaciones tecnoloÌ gicas los obligaron a mejorar para ofrecer un producto diferente a los lectores.

4 El reporter de finales del siglo xix y principios del xx era un sujeto que, a diferencia de sus ante- cesores, debiÌ a tener la capacidad para lograr raÌ pidamente aquellas noticias que los otros —los competidores— no teniÌ an, y tambieÌ n tener la habilidad de expresar de la manera maÌ s interesante esa noticia a través de los geÌ neros periodiÌ s- ticos que se desarrollaron durante el siglo xix. Ya no era suficiente que pudiese redactar un ensayo o tuviera talento poeÌ tico; ahora teniÌ a que saber coÌ mo efectuar una interview y queÌ elementos debiÌ a contener una noticia a fin de que fuera precisa y faÌ cil de leer.6 Este conocimiento se obteniÌ a de una forma empiÌ rica: trabajando en una “Mesa de RedaccioÌ n”, preguntando a los colegas que tuviesen experiencia, leyendo todos y cada uno de los libros, gacetas y perioÌ dicos que se pudiera (caso de que el cronista estuviese interesado en hacerlo) y a través de un largo proceso de ensayo y error; mas ahora, todo debiÌ a hacerse mucho maÌ s raÌ pido que ya antes.

DeciÌ a Carlos DiÌ az Dufoo, en un nostaÌ lgico artiÌ culo sobre su trabajo como cronista en 1887:

 

El perioÌ dico empresa, el perioÌ dico-institucioÌ n que va conver- tido en una fuerza, no era conocido. EÌ ramos un conjunto de chi- cos que nos reuniÌ amos en torno de una enorme mesa —la famosa Mesa de RedaccioÌ n, que ya no existe— a conversar y reiÌ r, y entre risas y hablas saliÌ an los editoriales, las croÌ nicas, las gacetillas. Nos tiraÌ bamos unos a otros las palabras, las ideas, los chistes.


Posted by timingpoliticoszsh929 at 7:12 PM EDT
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Wednesday, 31 July 2019
noticias caba: No es tan difícil como usted piensa

El presente artiÌ culo tiene por objetivo comprobar la historia de uno de los perioÌ dicos mexicanos maÌ s destacados del siglo xx: Excelsior. Anclado en una leyenda negra de corrupcioÌ n que limita su existencia a los años en que fue dirigido por el cronista Julio Scherer GarciÌ a (mil novecientos sesenta y ocho-mil novecientos setenta y seis), Excelsior aparece como un medio acriÌ tico y comprometido con las poliÌ ticas aplicadas por los gobiernos de la revolu- cioÌ n mexicana, que suÌ bitamente dio un vuelco en su liÌ nea editorial y se orientoÌ a informar verazmente a la http://noticiaslongchampszacp019.edublogs.org/2019/07/30/14-conceptos-erroneos-comunes-sobre-las-noticias/ sociedad, para luego volver a su postura original en favor del Estado. Sin embargo, un anaÌ lisis maÌ s cuidadoso del pasado de este perioÌ dico puede ayudarnos a ir maÌ s allaÌ de lo que hasta el momento conocemos y pensamos no soÌ lo sobre Excelsior, sino más bien tambieÌ n sobre la historia de la prensa y los medios de comunicacioÌ n en nuestro paiÌ s a lo largo del pasado siglo. Como lo han demostrado los trabajos de Celia del Palacio Montiel, Ana MariÌ a Serna y también Irma lombardo (por mentar soÌ lo algunos entre otros muchos),1 la prensa mexicana ha dejado de ser uÌ nicamente la fuente para convertirse en el tema de nuevas investigaciones historiograÌ ficas. Con el auge de los medios de comunicacioÌ n en el siglo xx, eÌ stos se convirtieron en piezas esenciales del sistema poliÌ tico (en MeÌ xico y en el mundo entero). Transmitir noticias y también ideas (y tambieÌ n no hacerlo) los hizo factores importantes en los escenarios del poder. la centuria pasada es ininteligible si no vemos a los medios de comunicacioÌ n como actores poliÌ ticos de su momento. En este sentido, investigar la historia de Excelsior nos permite entender de queÌ manera se formaron las relaciones entre los medios de comunicacioÌ n y el gobierno mexicano y coÌ mo influyeron en las poliÌ ticas aplicadas por eÌ ste en ciertos momentos del siglo xx.

 

En este artiÌ culo presentamos la historia de Excelsior en su primera etapa: de 1916-1932. Nos encontramos a un perioÌ di- co heredero de la “prensa empresarial” que surgioÌ en MeÌ xico a lo largo del porfiriato, y que se distinguioÌ por tener una liÌ nea editorial “conservadora moderada” y por dirigirse a un puÌ blico urbano de clases media y alta. Excelsior aparecioÌ en el momento en que el grupo constitucionalista ganaba la guerra civil y se preparaba para imponer su proyecto nació- nal. No obstante, la consolidacioÌ n del estado revolucionario tomariÌ a años y eso afectariÌ a su relacioÌ n con los perioÌ dicos de ese tiempo. Excelsior entonces debió lidiar con los gobiernos de AÌ lvaro ObregoÌ n y Plutarco EliÌ as Calles, hasta el momento en que diversos inconvenientes internos y externos lo condujeron

a la ruina a lo largo de la administracioÌ n de Pascual Ortiz Rubio. Sin embargo, en esos primeros años Excelsior logroÌ convertirse en un medio importante y ademaÌ s pudo crear- se una “leyenda personal” (reflejada en la biografiÌ a de su fundador Rafael Alducin y en los problemas que tuvo que sortear para echar a caminar su empresa), que le fue de gran utilidad para reconstituirse como empresa y recobrar el prestigio perdido a fines de los años veinte.

la prensa mexicana de finales del siglo xix y principios del xx: un breve acercamiento

El instante en que nacioÌ Excelsior es fundamental para la historia del periodismo mexicano contemporaÌ neo. los años 1916-mil novecientos diecisiete representan la consolidacioÌ n de la “prensa empresarial” que surgioÌ durante el porfiriato, la cual esta- ba interesada no soÌ lo en la informacioÌ n poliÌ tica, sino más bien en producir ganancias a través de la publicidad. Al tiempo, cuando se dio el triunfo constitucionalista, comenzoÌ a construirse una nueva relacioÌ n Estado-medios, en que la colaboracioÌ n mutua y la buÌ squeda de rendimientos econoÌ - micos, por parte de las compañías periodiÌ sticas, formaron la base de ese nuevo trato.2

la RevolucioÌ n cambioÌ la vida del paiÌ s; casi no hay punto o aspecto de la vida de MeÌ xico que no haya sido transforma- do despueÌ s del paso de ese huracaÌ n que comenzoÌ en 1910. Entre el final del siglo xix y el principio del xx, el periodismo

mexicano se encontraba en una etapa de transformacioÌ n en la que los medios pequeños desapareciÌ an frente a la fuerza de grandes perioÌ dicos dedicados a propagar informacioÌ n variada para satisfacer las necesidades de los distintos seg- mentos de la sociedad mexicana. Estos cambios producidos durante el porfiriato residían en distintos aspectos: el pri- mero de ellos es el paso de una prensa “editorialista” a otra maÌ s informativa. En su mayoriÌ a la prensa del siglo xix (con sus grandes representantes: El Monitor Republicano y El Siglo XIX) estaba maÌ s enfocada al anaÌ lisis y a la formacioÌ n de opinioÌ n sobre los diversos acontecimientos nacionales e internacionales. Es hasta la etapa final del siglo xix que los diarios comenzaron a enfocarse en un geÌ nero periodiÌ stico que habiÌ a sido poco considerado por los editores: la nota informativa.3

la opinioÌ n comenzoÌ a ceder espacio a la informacioÌ n, lo cual es explicable debido al desarrollo tecnoloÌ gico que caracterizoÌ ese instante. los trenes, el teleÌ grafo y el teleÌ fono (que proporcionaban informacioÌ n raÌ pida de sucesos ocurridos en sitios lejanos) colaboraron a que los diarios contasen con noticias actuales que difundiÌ an entre sus lectores. la necesidad de difundir cada vez maÌ s in- formacioÌ n hizo que poquito a poco se profesionalizasen múltiples oficios relacionados con la produccioÌ n de perioÌ dicos (como prensistas, linotipistas, editores, directivos, jefes de redac- cioÌ n, dibujantes, y naturalmente, los reporteros); aunque muchos de estos oficios ya existiÌ an, las transformaciones tecnoloÌ gicas los obligaron a progresar para ofrecer un producto distinto a los lectores.

cuatro El reporter de finales del siglo xix y principios del xx era un sujeto que, en contraste a sus ante- cesores, debiÌ a tener la capacidad para lograr raÌ pidamente aquellas noticias que los otros —los competidores— no teniÌ an, y tambieÌ n tener la habilidad de expresar de la forma maÌ s interesante esa nueva mediante los geÌ neros periodiÌ s- ticos que se desarrollaron a lo largo del siglo xix. Ya no era suficiente que pudiera escribir un ensayo o tuviese talento poeÌ tico; ahora teniÌ a que saber coÌ mo efectuar una interview y queÌ elementos debiÌ a contener una nueva para que fuera precisa y faÌ cil de leer.6 Este conocimiento se obteniÌ a de una manera empiÌ rica: trabajando en una “Mesa de RedaccioÌ n”, preguntando a los colegas que tuviesen experiencia, leyendo todos y cada uno de los libros, gacetas y perioÌ dicos que se pudiera (en el caso de que el periodista estuviera interesado en hacerlo) y por medio de un largo proceso de ensayo y error; pero ahora, todo debiÌ a hacerse mucho maÌ s raÌ pido que ya antes.

DeciÌ a Carlos DiÌ az Dufoo, en un nostaÌ lgico artiÌ culo sobre su trabajo como cronista en 1887:

El perioÌ dico empresa, el perioÌ dico-institucioÌ n que va conver- tido en una fuerza, no era conocido. EÌ ramos un grupo de chi- cos que nos reuniÌ amos en torno de una gran mesa —la conocida Mesa de RedaccioÌ n, que ya no existe— a conversar y reiÌ r, y entre risas y hablas saliÌ an los editoriales, las croÌ nicas, las gacetillas. Nos tiraÌ bamos unos a otros las palabras, las ideas, los rechistes.


Posted by timingpoliticoszsh929 at 10:18 AM EDT
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Monday, 29 July 2019
5 Cualidades las mejores personas en las noticias almirante brown La industria tiende a tener

El presente artiÌ culo tiene por objetivo repasar la historia de uno de los perioÌ dicos mexicanos maÌ s señalados del siglo xx: Excelsior. Anclado en una leyenda negra de corrupcioÌ n que limita su existencia a los años en que fue dirigido por el periodista Julio Scherer GarciÌ a (mil novecientos sesenta y ocho-mil novecientos setenta y seis), Excelsior aparece como un medio acriÌ tico y comprometido con las poliÌ ticas aplicadas por los gobiernos de la revolu- cioÌ n mexicana, que suÌ bitamente dio un vuelco en su liÌ nea editorial y se orientoÌ a informar verazmente a la sociedad, para luego retornar a su postura original en favor del Estado. No obstante, un anaÌ lisis maÌ s cuidadoso del pasado de este perioÌ dico puede ayudarnos a ir maÌ s allaÌ de lo que hasta el instante conocemos y pensamos no soÌ lo sobre Excelsior, sino tambieÌ n sobre la historia de la prensa y los medios de comunicacioÌ n en nuestro paiÌ s durante el pasado siglo. Como lo han demostrado los trabajos de Celia del Palacio Montiel, Ana MariÌ a Serna y también Irma lombardo (por mentar soÌ lo algunos entre muchos otros),1 la prensa mexicana ha dejado de ser uÌ nicamente la fuente para convertirse en el tema de nuevas investigaciones historiograÌ ficas. Con el auge de los medios de comunicacioÌ n en el siglo xx, eÌ stos se convirtieron en piezas fundamentales del sistema poliÌ tico (en MeÌ xico y en el mundo entero). Transmitir noticias y también ideas (y tambieÌ n no hacerlo) los hizo factores importantes en los escenarios del poder. la centuria pasada es ininteligible si no vemos a los medios de comunicacioÌ n como actores poliÌ ticos de su momento. En este sentido, investigar la historia de Excelsior nos deja entender de queÌ manera se constituyeron las relaciones entre los medios de comunicacioÌ n y el gobierno mexicano y coÌ mo influyeron en las poliÌ ticas aplicadas por eÌ ste en determinados momentos del siglo xx.

En este artiÌ culo presentamos la historia de Excelsior en su primera etapa: de mil novecientos dieciseis-1932. Nos hallamos a un perioÌ di- co heredero de la “prensa empresarial” que surgioÌ en MeÌ xico durante el porfiriato, y que se distinguioÌ por tener una liÌ nea editorial “conservadora moderada” y por dirigirse a un puÌ blico urbano de clases media y alta. Excelsior aparecioÌ en el instante en que el conjunto constitucionalista ganaba la guerra civil y se preparaba para imponer su proyecto nació- nal. Sin embargo, la consolidacioÌ n del estado revolucionario tomariÌ a años y eso afectariÌ a su relacioÌ n con los perioÌ dicos de ese tiempo. Excelsior entonces debió lidiar con los gobiernos de AÌ lvaro ObregoÌ n y Plutarco EliÌ as Calles, hasta que diferentes problemas internos y externos lo condujeron

 

a la ruina durante la administracioÌ n de Pascual Ortiz Rubio. Sin embargo, en esos primeros años Excelsior logroÌ transformarse en un medio esencial y ademaÌ s pudo crear- se una “leyenda personal” (reflejada en la biografiÌ a de su creador Rafael Alducin y en los problemas que debió sortear para echar a andar su empresa), que le fue de gran utilidad para reconstituirse como empresa y recobrar el prestigio perdido a finales de los años veinte.

la prensa mexicana de finales del siglo xix y principios del xx: un breve acercamiento

El instante en que nacioÌ Excelsior es fundamental para la historia del periodismo mexicano contemporaÌ neo. los años 1916-mil novecientos diecisiete representan la consolidacioÌ n de la “prensa empresarial” que surgioÌ a lo largo del porfiriato, la cual esta- ba interesada no soÌ lo en la informacioÌ n poliÌ tica, sino en generar ganancias a través de la publicidad. Al mismo tiempo, cuando se dio el triunfo constitucionalista, comenzoÌ a construirse una nueva relacioÌ n Estado-medios, en que la colaboracioÌ n mutua y la buÌ squeda de rendimientos econoÌ - micos, por la parte de las empresas periodiÌ sticas, formaron la base de ese nuevo trato.2

la RevolucioÌ n cambioÌ la vida del paiÌ s; prácticamente no hay punto o aspecto de la vida de MeÌ xico que no haya sido convierte- do despueÌ s del paso de ese huracaÌ n que comenzoÌ en 1910. Entre el final del siglo xix y el principio del xx, el periodismo

mexicano se encontraba en una etapa de transformacioÌ n en la que los medios pequeños desapareciÌ an frente a la fuerza de grandes perioÌ dicos dedicados a propagar informacioÌ n variada para satisfacer las necesidades de los distintos seg- mentos de la sociedad mexicana. Estos cambios producidos a lo largo del porfiriato residían en distintos aspectos: el pri- mero de ellos es el paso de una prensa “editorialista” a otra maÌ s informativa. En su mayoriÌ a la prensa del siglo xix (con sus grandes representantes: El Monitor Republicano y El Siglo XIX) estaba maÌ s enfocada al anaÌ lisis y a la formacioÌ n de opinioÌ n sobre los diferentes sucesos nacionales y también internacionales. Es hasta la etapa final del siglo xix que los diarios comenzaron a enfocarse en un geÌ nero periodiÌ stico que habiÌ a sido poco considerado por los editores: la nota informativa.3

la opinioÌ n comenzoÌ a ceder espacio a la informacioÌ n, lo que es explicable debido al desarrollo tecnoloÌ gico que caracterizoÌ ese instante. los trenes, el teleÌ grafo y el teleÌ fono (que proporcionaban informacioÌ n raÌ pida de sucesos ocurridos en sitios lejanos) colaboraron a que los diarios contasen con noticias actuales que difundiÌ an entre sus lectores. la necesidad de difundir cada vez maÌ s in- formacioÌ n hizo que poquito a poco se profesionalizaran varios oficios relacionados con la produccioÌ n de perioÌ dicos (como prensistas, linotipistas, editores, directivos, jefes de redac- cioÌ n, dibujantes, y evidentemente, los reporteros); si bien muchos de estos oficios ya existiÌ an, las transformaciones tecnoloÌ gicas los forzaron a mejorar para ofrecer un producto distinto a los lectores.

cuatro El reporter de finales del siglo xix y principios del xx era un sujeto que, a diferencia de sus ante- cesores, debiÌ a tener la capacidad para lograr raÌ pidamente aquellas noticias que los otros —los competidores— no teniÌ an, y tambieÌ n tener la habilidad de expresar de la forma maÌ s interesante esa nueva mediante los geÌ neros periodiÌ s- ticos que se desarrollaron durante el siglo xix. Ya no era suficiente que pudiera redactar un ensayo o tuviera talento poeÌ tico; ahora teniÌ a que saber coÌ mo efectuar una interview y queÌ elementos debiÌ a contener una noticia para que fuera precisa y faÌ cil de leer.6 Este conocimiento se obteniÌ a de una manera empiÌ rica: trabajando en una “Mesa de RedaccioÌ n”, preguntando a los colegas que tuvieran experiencia, leyendo todos los libros, revistas y perioÌ dicos que se pudiese (en caso de que el cronista estuviese interesado en hacerlo) y a través de un largo proceso de ensayo y error; pero ahora, todo debiÌ a hacerse mucho maÌ s raÌ pido que ya antes.

DeciÌ a Carlos DiÌ az Dufoo, en un nostaÌ lgico artiÌ culo sobre su trabajo como periodista en 1887:

El perioÌ dico empresa, el perioÌ dico-institucioÌ n que va conver- tido en una fuerza, no era conocido. EÌ ramos un grupo de chi- cos que nos reuniÌ amos en torno de una gran mesa —la famosa Mesa de RedaccioÌ n, que ya no existe— a charlar y reiÌ r, y entre https://www.timingpolitico.com.ar risas y charlas saliÌ an los editoriales, las croÌ nicas, las gacetillas. Nos tiraÌ bamos unos a otros las palabras, las ideas, los rechistes.


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Thursday, 25 July 2019
15 razones Por qué no debes ignorar noticias buenos aires

El presente artiÌ culo tiene por objetivo comprobar la historia de uno de los perioÌ dicos mexicanos maÌ s destacados del siglo xx: Excelsior. Anclado en una leyenda negra de corrupcioÌ n que limita su existencia a los años en que fue dirigido por el periodista Julio Scherer GarciÌ a (mil novecientos sesenta y ocho-mil novecientos setenta y seis), Excelsior aparece como un medio acriÌ tico y comprometido con las poliÌ ticas aplicadas por los gobiernos de la revolu- cioÌ n mexicana, que suÌ bitamente dio un vuelco en su liÌ nea editorial y se orientoÌ a informar verazmente a la sociedad, para luego volver a su postura original en favor del Estado. No obstante, un anaÌ lisis maÌ s cauteloso del pasado de este perioÌ dico puede asistirnos a ir maÌ s allaÌ de lo que hasta el momento conocemos y pensamos no soÌ lo sobre Excelsior, sino tambieÌ n sobre la historia de la prensa y los medios de comunicacioÌ n en nuestro paiÌ s durante el pasado siglo. Como lo han probado los trabajos de Celia del Palacio Montiel, Ana MariÌ a Serna e Irma lombardo (por mentar soÌ lo ciertos entre muchos otros),1 la prensa mexicana ha dejado de ser uÌ nicamente la fuente para transformarse en el tema de nuevas investigaciones historiograÌ ficas. Con el apogeo de los medios de comunicacioÌ n en el siglo xx, eÌ stos se transformaron en piezas fundamentales del sistema poliÌ tico (en MeÌ xico y en el mundo entero). Transmitir noticias e ideas (y tambieÌ n no hacerlo) los hizo factores esenciales en los escenarios del poder. la centuria pasada es incomprensible si no vemos a los medios de comunicacioÌ n como actores poliÌ ticos de su instante. En este sentido, investigar la historia de Excelsior nos permite comprender de queÌ forma se constituyeron las relaciones entre los medios de comunicacioÌ n y el gobierno mexicano y coÌ mo influyeron en las poliÌ ticas aplicadas por eÌ ste en ciertos momentos del siglo xx.

En este artiÌ culo presentamos la historia de Excelsior en su primera etapa: de mil novecientos dieciseis-mil novecientos treinta y dos. Nos hallamos a un perioÌ di- co heredero de la “prensa empresarial” que surgioÌ en MeÌ xico a lo largo del porfiriato, y que se distinguioÌ por tener una liÌ nea editorial “conservadora moderada” y por dirigirse a un puÌ blico urbano de clases media y alta. Excelsior aparecioÌ en el instante en que el conjunto constitucionalista ganaba la guerra civil y se preparaba para imponer su proyecto nació- nal. No obstante, la consolidacioÌ n del estado revolucionario tomariÌ a años y eso afectariÌ a su relacioÌ n con los perioÌ dicos de ese tiempo. Excelsior entonces debió lidiar con los gobiernos de AÌ lvaro ObregoÌ n y Plutarco EliÌ as Calles, hasta el momento en que diversos problemas internos y externos lo condujeron

a la ruina a lo largo de la administracioÌ n de Pascual Ortiz Rubio. No obstante, en esos primeros años Excelsior logroÌ transformarse en un medio importante y ademaÌ s pudo crear- se una “leyenda personal” (reflejada en la biografiÌ a de su creador Rafael Alducin y en los problemas que debió sortear para echar a caminar su empresa), que le fue de gran utilidad para reconstituirse como empresa y recuperar el prestigio perdido a fines de los años veinte.

la prensa mexicana de finales del siglo xix y principios del xx: un breve acercamiento

 

El momento en que nacioÌ Excelsior es fundamental para la historia del periodismo mexicano contemporaÌ neo. los años mil novecientos dieciseis-1917 representan la consolidacioÌ n de la “prensa empresarial” que surgioÌ a lo largo del porfiriato, la que esta- ba interesada no soÌ lo en la informacioÌ n poliÌ tica, sino en producir ganancias por medio de la publicidad. https://www.minds.com/meinwyb6ab/blog/8-recursos-sobre-noticias-burzaco-1000602657354985472 Al tiempo, cuando se dio el triunfo constitucionalista, comenzoÌ a construirse una nueva relacioÌ n Estado-medios, en que la colaboracioÌ n mutua y la buÌ squeda de rendimientos econoÌ - micos, por la parte de las compañías periodiÌ sticas, formaron la base de ese nuevo trato.2

la RevolucioÌ n cambioÌ la vida del paiÌ s; casi no hay punto o aspecto de la vida de MeÌ xico que no haya sido convierte- do despueÌ s del paso de ese huracaÌ n que comenzoÌ en 1910. Entre el final del siglo xix y el principio del xx, el periodismo

mexicano se encontraba en una etapa de transformacioÌ n en la que los medios pequeños desapareciÌ an frente a la fuerza de grandes perioÌ dicos dedicados a difundir informacioÌ n variada para satisfacer las necesidades de los distintos seg- mentos de la sociedad mexicana. Estos cambios producidos durante el porfiriato residían en diversos aspectos: el pri- mero de ellos es el paso de una prensa “editorialista” a otra maÌ s informativa. En su mayoriÌ a la prensa del siglo xix (con sus grandes representantes: El Monitor Republicano y El Siglo XIX) estaba maÌ s enfocada al anaÌ lisis y a la formacioÌ n de opinioÌ n sobre los diferentes sucesos nacionales e internacionales. Es hasta la etapa final del siglo xix que los diarios empezaron a enfocarse en un geÌ nero periodiÌ stico que habiÌ a sido poco considerado por los editores: la nota informativa.3

la opinioÌ n comenzoÌ a ceder espacio a la informacioÌ n, lo cual es explicable debido al desarrollo tecnoloÌ gico que caracterizoÌ ese momento. los ferrocarriles, el teleÌ grafo y el teleÌ fono (que daban informacioÌ n raÌ pida de sucesos ocurridos en sitios lejanos) colaboraron a que los diarios contasen con noticias actuales que difundiÌ an entre sus lectores. la necesidad de difundir cada vez maÌ s in- formacioÌ n hizo que poco a poco se profesionalizasen varios oficios relacionados con la produccioÌ n de perioÌ dicos (como prensistas, linotipistas, editores, directivos, jefes de redac- cioÌ n, dibujantes, y por supuesto, los reporteros); si bien muchos de estos oficios ya existiÌ an, las transformaciones tecnoloÌ gicas los obligaron a progresar para ofrecer un producto distinto a los lectores.

cuatro El reporter de finales del siglo xix y principios del xx era un sujeto que, a diferencia de sus ante- cesores, debiÌ a tener la capacidad para conseguir raÌ pidamente aquellas noticias que los otros —los competidores— no teniÌ an, y tambieÌ n tener la habilidad de expresar de la forma maÌ s interesante esa nueva mediante los geÌ neros periodiÌ s- ticos que se desarrollaron a lo largo del siglo xix. Ya no era suficiente que pudiese redactar un ensayo o tuviese talento poeÌ tico; ahora teniÌ a que saber coÌ mo realizar una interview y queÌ elementos debiÌ a contener una noticia a fin de que fuera precisa y faÌ cil de leer.6 Este conocimiento se obteniÌ a de una forma empiÌ rica: trabajando en una “Mesa de RedaccioÌ n”, preguntando a los colegas que tuviesen experiencia, leyendo todos y cada uno de los libros, revistas y perioÌ dicos que se pudiese (en el caso de que el cronista estuviera interesado en hacerlo) y por medio de un largo proceso de ensayo y error; mas ahora, todo debiÌ a hacerse mucho maÌ s raÌ pido que ya antes.

DeciÌ a Carlos DiÌ az Dufoo, en un nostaÌ lgico artiÌ culo sobre su trabajo como periodista en 1887:

El perioÌ dico empresa, el perioÌ dico-institucioÌ n que va conver- tido en una fuerza, no era conocido. EÌ ramos un grupo de chi- cos que nos reuniÌ amos en torno de una enorme mesa —la famosa Mesa de RedaccioÌ n, que ya no existe— a dialogar y reiÌ r, y entre risas y charlas saliÌ an los editoriales, las croÌ nicas, las gacetillas. Nos tiraÌ bamos unos a otros las palabras, las ideas, los chistes.


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Tuesday, 23 July 2019
11 maneras de renovar completamente tu noticias longchamps

El presente artiÌ culo tiene por objetivo revisar la historia de uno de los perioÌ dicos mexicanos maÌ s señalados del siglo xx: Excelsior. Anclado en una historia de leyenda negra de corrupcioÌ n que limita su existencia a los años en que fue dirigido por el periodista Julio Scherer GarciÌ a (1968-mil novecientos setenta y seis), Excelsior aparece como un medio acriÌ tico y comprometido con las poliÌ ticas aplicadas por los gobiernos de la revolu- cioÌ n mexicana, que suÌ bitamente dio un vuelco en su liÌ nea editorial y se orientoÌ a informar verazmente a la sociedad, para luego regresar a su postura original a favor del Estado. No obstante, un anaÌ lisis maÌ s cuidadoso del pasado de este perioÌ dico puede asistirnos a ir maÌ s allaÌ de lo que hasta el instante conocemos y pensamos no soÌ lo sobre Excelsior, sino más bien tambieÌ n sobre la historia de la prensa y los medios de comunicacioÌ n en nuestro paiÌ s durante el pasado siglo. Como lo han demostrado los trabajos de Celia del Palacio Montiel, Ana MariÌ a Serna e Irma lombardo (por mencionar soÌ lo algunos entre muchos otros),1 la prensa mexicana ha dejado de ser uÌ nicamente la fuente para transformarse en el tema de nuevas investigaciones historiograÌ ficas. Con el apogeo de los medios de comunicacioÌ n en el siglo xx, eÌ stos se transformaron en piezas fundamentales del sistema poliÌ tico (en MeÌ xico y en todo el mundo). Transmitir noticias e ideas (y tambieÌ n no hacerlo) los hizo factores importantes en los escenarios del poder. la centuria pasada es incomprensible si no vemos a los medios de comunicacioÌ n como actores poliÌ ticos de su momento. En este sentido, investigar la historia de Excelsior nos permite entender de queÌ forma se constituyeron las relaciones entre los medios de comunicacioÌ n y el gobierno mexicano y coÌ mo influyeron en las poliÌ ticas aplicadas por eÌ ste en determinados momentos del siglo xx.

En este artiÌ culo presentamos la historia de Excelsior en su primera etapa: de 1916-mil novecientos treinta y dos. Nos hallamos a un perioÌ di- co heredero de la “prensa empresarial” que surgioÌ en MeÌ xico a lo largo del porfiriato, y que se distinguioÌ por tener una liÌ nea editorial “conservadora moderada” y por dirigirse a un puÌ blico urbano de clases media y alta. Excelsior aparecioÌ en el momento en que el conjunto constitucionalista ganaba la guerra civil y se preparaba para imponer su proyecto nacio- nal. No obstante, la consolidacioÌ n del estado revolucionario tomariÌ a años y eso afectariÌ a su relacioÌ n con los perioÌ dicos de ese tiempo. Excelsior entonces debió lidiar con los gobiernos de AÌ lvaro ObregoÌ n y Plutarco EliÌ as Calles, hasta que distintos inconvenientes internos y externos lo condujeron

a la ruina durante la administracioÌ n de Pascual Ortiz Rubio. No obstante, en esos primeros años Excelsior logroÌ convertirse en un medio esencial y ademaÌ s pudo crear- se una “leyenda personal” (reflejada en la biografiÌ a de su fundador Rafael Alducin y en los problemas que tuvo que sortear para echar a andar su empresa), que le fue de gran utilidad para reconstituirse como empresa y recuperar el prestigio perdido a finales de los años veinte.

la prensa mexicana de finales del siglo xix y principios del xx: un breve acercamiento

 

El momento en que nacioÌ Excelsior es esencial para la historia del periodismo mexicano contemporaÌ neo. los años mil novecientos dieciseis-1917 representan la consolidacioÌ n de la “prensa empresarial” que surgioÌ durante el porfiriato, la cual esta- ba interesada no soÌ lo en la informacioÌ n poliÌ tica, sino en producir ganancias por medio de la publicidad. Al tiempo, cuando se dio el triunfo constitucionalista, comenzoÌ a construirse una nueva relacioÌ n Estado-medios, en que la colaboracioÌ n mutua y https://www.timingpolitico.com.ar la buÌ squeda de rendimientos econoÌ - micos, por la parte de las empresas periodiÌ sticas, formaron la base de ese nuevo trato.2

la RevolucioÌ n cambioÌ la vida del paiÌ s; casi no hay punto o aspecto de la vida de MeÌ xico que no haya sido transforma- do despueÌ s del paso de ese huracaÌ n que comenzoÌ en 1910. Entre el final del siglo xix y el principio del xx, el periodismo

mexicano se encontraba en una etapa de transformacioÌ n en la que los medios pequeños desapareciÌ an frente a la fuerza de grandes perioÌ dicos dedicados a difundir informacioÌ n variada para satisfacer las necesidades de los diferentes seg- mentos de la sociedad mexicana. Estos cambios producidos durante el porfiriato radicaban en diferentes aspectos: el pri- mero de ellos es el paso de una prensa “editorialista” a otra maÌ s informativa. En su mayoriÌ a la prensa del siglo xix (con sus grandes representantes: El Monitor Republicano y El Siglo XIX) estaba maÌ s enfocada al anaÌ lisis y a la formacioÌ n de opinioÌ n sobre los diversos sucesos nacionales y también internacionales. Es hasta la etapa final del siglo xix que los diarios empezaron a enfocarse en un geÌ nero periodiÌ stico que habiÌ a sido poco considerado por los editores: la nota informativa.3

la opinioÌ n comenzoÌ a ceder espacio a la informacioÌ n, lo que es explicable debido al desarrollo tecnoloÌ gico que caracterizoÌ ese instante. los trenes, el teleÌ grafo y el teleÌ fono (que proporcionaban informacioÌ n raÌ pida de acontecimientos ocurridos en sitios lejanos) cooperaron a que los diarios contaran con noticias actuales que difundiÌ an entre sus lectores. la necesidad de difundir cada vez maÌ s in- formacioÌ n hizo que poco a poco se profesionalizasen varios oficios relacionados con la produccioÌ n de perioÌ dicos (como prensistas, linotipistas, editores, directores, jefes de redac- cioÌ n, dibujantes, y naturalmente, los reporteros); si bien muchos de estos oficios ya existiÌ an, las transformaciones tecnoloÌ gicas los obligaron a progresar para ofrecer un producto distinto a los lectores.

4 El reporter de finales del siglo xix y principios del xx era un sujeto que, a diferencia de sus ante- cesores, debiÌ a tener la capacidad para conseguir raÌ pidamente aquellas noticias que los otros —los competidores— no teniÌ an, y tambieÌ n tener la habilidad de expresar de la forma maÌ s interesante esa nueva mediante los geÌ neros periodiÌ s- ticos que se desarrollaron durante el siglo xix. Ya no era suficiente que pudiera redactar un ensayo o tuviera talento poeÌ tico; ahora teniÌ a que saber coÌ mo efectuar una interview y queÌ elementos debiÌ a contener una nueva para que fuera precisa y faÌ cil de leer.6 Este conocimiento se obteniÌ a de una manera empiÌ rica: trabajando en una “Mesa de RedaccioÌ n”, preguntando a los colegas que tuviesen experiencia, leyendo todos los libros, gacetas y perioÌ dicos que se pudiese (en el caso de que el periodista estuviera interesado en hacerlo) y a través de un largo proceso de ensayo y error; mas ahora, todo debiÌ a hacerse mucho maÌ s raÌ pido que ya antes.

DeciÌ a Carlos DiÌ az Dufoo, en un nostaÌ lgico artiÌ culo sobre su trabajo como periodista en 1887:

El perioÌ dico empresa, el perioÌ dico-institucioÌ n que va conver- tido en una fuerza, no era conocido. EÌ ramos un grupo de chi- cos que nos reuniÌ amos en torno de una gran mesa —la famosa Mesa de RedaccioÌ n, que ya no existe— a dialogar y reiÌ r, y entre risas y charlas saliÌ an los editoriales, las croÌ nicas, las gacetillas. Nos tiraÌ bamos unos a otros las palabras, las ideas, los chistes.


Posted by timingpoliticoszsh929 at 5:11 PM EDT
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