Para los temas existenciales podemos encontrar tantas definiciones e ideas como hombres en la tierra.
Quisiera compartir la que más identifica a la filosofía como un examen de la existencia del hombre y de su relación con la misma.
Bajo ese prisma, entiende la Ética, también llamada Filosofía Moral, como una rama de la filosofía que define un código de juicios valóricos que guían nuestras opciones y acciones. Involucra conceptos sistematizados y recomendaciones ante una buena o mala conducta; entre el bien y el mal. Es una disciplina que busca definir e integrar Valores. Resulta del producto de un proceso intelectual en que cada hombre recibe información de su entorno (incluida la cultura) y, en un nivel conceptual identifica, integra, aplica razonamiento y juicio y forma o estructura un sistema de valores.
Cabe considerar que algunos valores morales son verdades existentes a priori y trascienden al hombre; conceptos que nunca cambian y son aplicables a todos los hombres del universo: el valor a la vida, la libertad, el conocimiento, la unidad, la honradez, la hermandad, el bien, etc.; constituyen en sí el principio y el fin último de la naturaleza humana. Motivación de nuestro andar, búsqueda y desarrollo.
Los hombres, como individuos, tenemos una perspectiva del mundo y de nuestra relación con la realidad. Asimismo, durante todos los días de nuestra vida, tomamos decisiones. La decisión es una acción condicionada por un propósito, por el cumplimiento de una obligación, compromiso o convicción. La Moral se refiere a ese código de valores que cada uno de nosotros aplica al decidir nuestras opciones y acciones. Las que determinan nuestra conducta como seres sociales, que vivimos en comunidad y necesitamos de la interrelación con otros para desarrollarnos. Conductas que se regulan por estándares de moralidad que establecen y diferencian lo bueno de lo malo. Conductas que conducen al bien social; entendiendo que la búsqueda del bien, el conocimiento y el trabajo productivo, son fines trascendentales de la naturaleza humana.
Es en sociedad donde desarrollamos la aplicación práctica de los valores o principios morales, tales como: tolerancia, fidelidad, respeto, igualdad, universalidad, excelencia, solidaridad, gratitud, fraternidad, etc.
Y debido a que el comportamiento y los valores del hombre varían, conforme al desarrollo individual y comunitario de la sociedad en que vive, es que origina la necesidad de la ética como disciplina orientadora del camino del bien.
El equilibrio del hombre radica en un accionar consecuente entre la ética social, sus valores morales y sus opciones o acciones. Equilibrio que se logra, entre otras cosas, asimilando y siendo firmes ante nuestras obligaciones morales principales:
Fidelidad: la obligación de mantener nuestras promesas,
Reparación: la obligación de compensar a otros cuando hecemos daño,
Gratitud: la obligación de agradecer a quienes nos ayudan,
Justicia: la obligación de reconocer el mérito,
Beneficencia:la obligación de mejorar las condiciones de otros,
Desarrollo:la obligación de mejorar nuestras virtudes e inteligencia, y
Hermandad: la obligación de unión con nuestros semejantes.
PATRICIO ARANCIBIA RIQUELME.
ANTÁRTICA CHILENA.
