Una alumna de un colegio faltó a clases por una semana, y otra compañera empezó a decir que la primera
no asistía a clases porque estaba embarazada y se estaba haciendo un aborto.
La maestra escuchó los comentarios y llamó a la muchacha a su oficina, y le dijo: "Por favor, tráeme un
vaso de agua bien lleno". La estudiante se lo trajo.
La maestra le dijo: "Tira toda el agua al piso". La muchacha titubeó, pero al final obedeció.
Después de derramada el agua en el suelo, la maestra le dijo: "Ahora, recoge el agua del piso
y ponla en el vaso".
"No se puede", dijo la alumna. Y la maestra le repitió: "Hazlo".
La alumna, con paños y servilletas, recogió todo lo que pudo y así llegó a llenar medio vaso
de agua, y estaba sucia.
La maestra le dijo a la alumna: "Así es como ha quedado la fama y el honor de tu compañera".
"Aun cuando quieras reparar el mal que haz hecho, no podrás hacerlo totalmente".
"Tu compañera faltó a clases porque estaba en el entierro de su padre, que falleció hace unos días".