Site hosted by Angelfire.com: Build your free website today!
X-Camp X-Mountain X-Bike Espeleología Supervivencia Ocasional Galería de Fotos
X-Menu
Golondrinas, Sueño y Pesadilla
por Daniel Castro
Soy Daniel Castro del GEU UNAM. Cuando estaba en mi curso técnico de espeleología por aquellos años de 1995, fui seleccionado, junto con otros 7 más, para descender la grieta de este hermoso sótano, y participé en la cordada de desarmado, experiencias como esa hicieron que yo, y varios más, quedáramos "atrapados" por las cuevas y su maravilloso y frágil mundo.

Esta selección se realiza cada vez que termina un curso técnico de espeleología en la UNAM, y se piensa que los elegidos sean, no siempre los más fuertes, sino mejor, los más dedicados, técnicos y compañeros, los que desde el inicio del curso los involucra en una franca y agradable competencia de amigos, que termina como tal. Ahora, en la UNAM se dan dos cursos técnicos al año, y mucha gente empieza con la ilusión, primero, de bajar Golondrinas, y, segundo, de conocer su sima, a 512 m de profundidad.

¿Porqué les platico esto? No es promoción de la UNAM, ni mucho menos, pues sé que muchos grupos van a visitar este bello lugar y sus alrededores, no sólo nacionales, sino también amigos extranjeros y cuentan con la experiencia para ello. Pero desafortunadamente, este año, el sueño de todos no lo fue más, y se convirtió en una verdadera pesadilla ante la increíble desorganización, burocracia y casi podría decir ambición, que en ese lugar ya existe, y que a continuación comento, con el fin de que si alguien está más cerca de poder hacer una revisión detenida, lo haga antes de que aquel lugar se convierta en algo desagradable.

Llegamos a hacer campamento el día viernes 30 de noviembre, y lo primero que nos encontramos fue al "encargado" de vender los boletos que nos dan acceso al lugar. Esto lo sabíamos pues el año pasado ya habíamos tenido que pagar una cuota por acampar, y que nos pareció adecuada y justa, pero esta vez, cuando nos presentaron toda una serie de desglose de cuotas para poder, ya no digamos bajar, sino sólo asomarse, empezó la desilución.

Había, efectivamente, una cuota por asomarse, una más para descender el sótano, y todavía una tercera si queríamos acampar, esta cuota era por persona y era imposible pensar siquiera en acercarse al sótano sin pagar por lo menos una de ellas. Por si fuera poco, nos hablaban de un "contrato" que habían celebrado un grupo de extranjeros que se encontraban en el lugar. La idea de estos amigos era atravesar el sótano caminando en un alambre de acero, tensado en dos puntos del sótano, algo espeluznante y atractivo, claro, no desde el punto de vista espeleológico.

Y aqui se dió el siguiente problema, debido a ese contrato, nuestro "amigo" cobrador de boletos nos imponía además, otra serie de restricciones: no hacer ruido, no utilizar el área donde ellos trabajaban, que de hecho es por donde nosotros acostumbramos descender, del lado del tiro de 333 m, y nos dejaba como única opción el lado del tiro de 379 m, y pues desafortunadamente, para un grupo del tamaño que íbamos, era difícil pensar hacer algo así, pues no llevábamos la cuerda suficiente para un cambio de este estilo, amén de tener que olvidarnos de la sima al utilizar la cuerda para completar el tramo de los descensos (aunque al oírnos nos ofreció en renta cuerda y equipo por si nos hacia falta; si, tienen, equipo, y creo que más que nosotros, aunque claro, desechamos esto pues desconocíamos tanto la cuerda, como el equipo, y obvio, el dinero).

Decidimos, a final de cuentas, sólo dejar que quienes no conocían el sótano, lo hicieran pues ya estábamos ahi, y mejor visitar "El Vinagrillo", quizá no tan espectacular, pero no menos bello. Ahi, de nuevo el "cobrador" nos dió otra larga explicación de que si Don Alejandro, dueño de ese lugar nos quería cobrar, lo podía hacer, pues era "otra cosa", y que además, a la entrada del área del sótano de las Golondrinas había un registro que no teníamos porqué hacer, pues la persona "no tenía nada que ver con él y SU sótano". Afortunadamente don Alejandro, con más años y menos ambición, no nos cobró nada, y además nos platicó que el "cobrador" y algunos más de sus amigos, después de cobrar el dinero a la gente que llega tienen amenas tardes de cerveza con el producto de lo cobrado.

¿Todo esto está bien? Sé que no es ésta la idea de que Golondrinas produzca para la gente de la zona. Estoy de acuerdo en que se cobre, pero, ¿tiene que ser así? yo creo que es importante que se haga algo, que se revise, las cosas no tienen que ser así. El problema no radicaba en que estuviera más gente ahi, a final de cuentas habían llegado primero y estaban en su derecho de trabajar, pero de hecho uno de ellos estaba harto de aquellos a quienes siempre se refería como "gallinazos", o sea, buitres, por cobrar sin trabajar, y cobrar por lo que fuera.

Cuando le propusimos que pagaran sólo los que iban por primera vez al sótano y por lo menos no cobrara a aquellos que íbamos a poner las cuerdas para que bajáramos, se negó a hacerlo, si nos íbamos a parar ahi, para lo que fuera, teníamos que pagar.

Qué lástima, qué lástima de verdad que ese lugar se esté convirtiendo en algo así de desagradable.

Ojalá y se pueda hacer algo, ojalá y se pueda ayudar.
Fuente :

Daniel Castro
GEU UNAM

Este documento fue obtenido en el Foro Iztaxochitla, por Daniel Castro.
X-Camp X-Mountain X-Bike Espeleología Supervivencia Ocasional Galería de Fotos

Luege Xpedition ©