“Rodrigo quería que nos fuéramos a vivir los tres juntos”
Patricia Pacheco fue una de las mujeres del Potro. Y seguramente muy importante: ella es la madre de su hijo, Ramiro Ezequiel. A siete días de la muerte de Rodrigo, Pato –como la apodan– rompe el silencio para contar otra historia, la suya: “Ramiro fue un hijo buscado”, dice
Con toda su fuerza empuja la camionetita hacia atrás. Entonces, cuando la apoya sobre la mesa, el juguete a tracción se dispara a gran velocidad sobre la madera hasta caer al vacío. Desde la silla, arrodillado, Ramiro mira su camionetita que quedó tirada en el piso.
Patricia y Ramiro Ezequiel Pacheco,
el heredero.
Es el mismo juguete que su abuela está por pisar mientras
camina concentrada en el televisor. Y ahí va ella, Beatriz Olave,
a contestarle a la pantalla que dejen de pasar esas imágenes, que
tengan piedad, que “esa mina es una mentirosa” y ese otro, “el diablo en
persona”.
Patricia Pacheco lo mira.
Ramiro consigue rescatar su juguete y regresa a la silla para volver a empujarlo con fuerza. Así una, otra y cinco veces más.
El televisor muestra una camioneta cuatro por cuatro color rojo, destruida en medio de una autopista. Es la misma en la que viajaba él, el día en que su padre murió.
Y Patricia Pacheco lo mira.
Enloquecida de tanta locura, Beatriz Olave apaga los dos televisores –que están encendidos desde hace días en todos los canales donde hablan de su hijo muerto– y se va a su cuarto (la habitación 304 del hotel Atlantic en el barrio de Once) en busca de un poco de silencio.
A Ramiro sólo lo enloquecen los autos: tiene como veinte, los lleva a todos lados y por eso ahora los junta.
Y Patricia Pacheco lo mira.
Y Ramiro se va con sus coches a otra parte.
Y Patricia Pacheco se queda, dice que quiere hablar.
Y habla: “Hablan de dinero, de pelea, de guerras, de herencia. ¡Basta, por favor! ¿Nadie se da cuenta de que lo único que mi hijo necesita es amor?¿Qué casa, qué viaje, qué ropa cara le va a devolver la alegría de estar con su padre?”, se pregunta Patricia.
Ella fue una de las tantas mujeres que pasaron por la vida de Rodrigo. Quizás haya sido la más importante de todas: Pato –como la apodan– es la mamá de Ramiro, el único hijo que reconoció públicamente el cantante, la que dispondrá por quince años de todos los bienes que ganó el Potro si se comprueba que Rami es su único heredero.
Pacheco enciende un cigarrillo, larga el humo y espera la primera
pregunta.
Rodrigo señala la panza
de Patricia Pacheco, su mujer de entonces.
–Contame, Patricia: ¿cómo, dónde y cuándo
conociste a Rodrigo?
–"Fue en el ’96. El tenía veintitrés años, y yo,
veinte. Cuando conocí a Rodrigo era… Era divino: tenía el
pelo largo, lleno de rulos, lo usaba suelto y… Era humilde. Vivía
en una casa humilde… Nada que ver con la que se compró, esa del
country. (Patricia usa un tono irónico y ríe.) En esa época
Ro no era un tipo vip, ¿viste? "
–¿Por qué decís vip? ¿Por qué
lo decís con ironía?
–"Porque sí, porque él no era este chico que conocen
ustedes ahora. Cuando yo lo conocí, no lo seguían los periodistas
a todos lados ni salía en todos los programas de tele ni en las
revistas".
–¿Cómo era él entonces?
–"Le gustaba andar en bicicleta, viajar en colectivo, en subte o simplemente
caminar por la calle. Nosotros disfrutábamos mucho cuando salíamos
a caminar de la mano por la calle, nos encantaba, era el mejor de los programas.
En esa época ni soñaba con manejar una cuatro por cuatro,
con vestir ropas de marca y esos lujos… Cocinaba chivito… Le encantaba
comer asado".
La primera foto juntos, padre
e hijo.
-Patricia, ¿Ramiro fue un hijo buscado o…?
–(Interrumpe furiosa.) "¡Pará, loca! ¡¿Cómo
me vas a preguntar eso?!"
–Vos tenías veinte años, hacía poco que ustedes
estaban juntos cuando quedaste embarazada y resulta bastante lógico
pensar en la posibilidad de que pudo haber sido un accidente.
–"¡Pero claro que Ramiro fue un hijo buscado! Incluso una noche
fuimos a cenar a lo de Beatriz (Olave, la mamá de Rodrigo) y él
le dijo: “Vieja, queremos tener un hijo con Pato”.
–¿Y ella qué dijo?
–"Estaba contenta, imaginate, sería su primer nieto".
–¿Y cuánto tardaste en quedar embarazada?
–"Nada. No nos costó nada".
–¿Por qué Marixa Balli dijo que ella era la novia de
Rodrigo cuando él te conoció a vos y que quedó shockeada
cuando supo que te había dejado embarazada?
–(Se agarra la cabeza con las manos y la baja hasta donde se lo permite
el cuello ortopédico.) "No lo sé. Te juro que no sé
por qué dijo eso. No podía creerlo cuando la escuché.
Porque no fue así…"
–¿Cómo fue entonces?
–"Fue distinto. Ellos habían salido antes de que yo lo conociera,
y cuando Rodrigo ya estaba conmigo todavía corrían algunos
rumores sobre ellos y yo al principio me puse re celosa. Estaba celosa
de ella, de él, de todo. Pero después Ro me la presentó
y me cayó bárbaro, me resultó divina la mina. Ella
lo había querido de verdad y estaba todo bien cuando se veían.
Por eso, cuando la escuché me dio bronca, no sé por qué
lo habrá dicho, porque Marixa es una buena mina".
–Patricia, ahora apareció una ex integrante del grupo Amazonas,
una tal Mariana, que dice que Rodrigo es el padre de su hija…
–(Interrumpe.) "Sí, es cierto".
–¿También es hija de él?
–"Eso se sabrá con un análisis. Pero sí, yo ya
había escuchado esa historia antes, no es nueva".
–¿Y no te preocupa?
–"No. ¿Sabés la cantidad de mujeres que van a aparecer
ahora diciendo que sus hijos son de Rodrigo?"
–¿Ya hablaste con un abogado para hacerle el ADN a Ramiro?
–"No. ¿Para qué? A Ramiro no pienso hacerle ningún
ADN. No reclamé nada antes, menos lo voy a hacer ahora".
Patricia embarazada de 7 meses
–¿Qué había pasado entre ustedes cuando nació
Ramiro?
–"De todo. Pero no te voy a contar".
–¿Rodrigo estuvo con vos el día que tuviste a su hijo?
-"No. Estaba por ahí, cantando, de gira".
–¿Eso fue lo que te molestó?
–"Muchas cosas me molestaban. Los rumores me molestaban. No es fácil
estar en tu casa y enterarte de que el padre de tu hijo anda con fulana
o mengana. Pero ahora sí estábamos bien. Estábamos
muy bien. Me decía que quería darle el apellido a nuestro
hijo, quería que nos fuéramos a vivir los tres juntos… Estábamos
en eso, nos estábamos reconciliando la noche del accidente".
En familia, no había
fama pero ya llegaban los primeros premios
–¿Qué pasó en la madrugada del sábado
pasado? ¿Qué cosas recordás de esa noche?
–"No, no, no quiero ni acordarme de esa noche. Me pone mal, no. Lo
único que me gusta recordar es cuando me dijo eso, que quería
vivir con Ramiro y conmigo…"
–¿Y Alejandra? ¿Qué pensaba hacer con ella?
¿No te lo dijo?
–"No. No sé qué iba a hacer. No hablamos de eso. Pero
supongo que no le iba a resultar muy fácil sacársela de encima".
–¿Por qué lo decís?
–"Porque ella se le pegaba, es re cargosa. ¿Vos te pensás
que ella se iba a ir del country así como así? ¡Nooo,
nena! Si lo perseguía a todos lados, se le instalaba, es re metida".
–Pero él vivía con ella, la eligió.
–"Sí, vivía con ella ¿y? ¿Qué tiene
que ver? Ahora todos opinan, se meten. Pero sólo Rodrigo y los que
estábamos con él sabemos cómo era esa historia. Rodrigo
estaba conmigo, conmigo y con Ramiro. Cuando empezó el tema de la
fama, las notas, las fotos y todo eso, lo escracharon en una revista con
ella, y cuando la vi agarré mis cosas y me fui. Eso fue por diciembre.
Yo dejé un lugar vacío y ella corrió a ocuparlo. Enseguida
se encargó de llenarle la cabeza con los lujos y esas cosas vip.
Cuando nos volvimos a ver casi no lo reconocí: tenía ropa
de Ona Saenz, Kosiuko, country en Benavídez, camioneta, de todo".
–Y vos, mientras, ¿dónde estabas, qué hacías?
–"Nada. ¿Qué voy a hacer? A mí no me va el conventillo
y a Rodrigo tampoco le gustaba. Rodrigo y yo nunca cortamos. Siempre peleábamos,
pero siempre volvíamos".
–Pero el último año y medio estuvo con ella, no con
vos.
–"No fue un año y medio. Ocho meses habrán estado juntos,
pero igual veía al nene, me veía a mí. Ella habrá
sido su última novia, novia entre comillas, pero yo era Pato, la
mamá de su hijo, y Ramiro siempre fue todo para Rodrigo".
El primer cumpleaños
que Patricia pasó con él, cumplía 20 y llevaba el
pelo largo y negro.
–Patricia, ¿alguna vez Rodrigo te habló de casamiento?
–"Sí, muchas. Pero nosotros vivíamos el hoy, el ahora,
el presente. Si daba, estábamos juntos, si no, no. Yo nunca le pedí
nada. Yo soy así. Con Ramiro vivo en una casa en Colegiales que
me la compró él, yo nunca se la pedí. ¿Sabés
cómo duermo yo? Con un colchón en el suelo. ¿Para
qué voy a gastar en una cama si la felicidad no pasa por ahí?"
–¿Alguna vez trabajaste?
–"No. Quise estudiar Derecho, pero Rodrigo no me dejaba. El quería
que me quedara en casa cuidando de Ramiro. Era re celoso, hasta para eso".
–¿Ya hablaste con Ramiro, le contaste lo que pasó con
su padre?
–"No. El todavía no me preguntó nada. Cuando lo haga,
no sé qué le voy a decir. No lo pensé. Es muy fuerte
explicarle que… su papá ya no está, que no lo va a poder
ver más. Como ve imágenes de él por la televisión
todo el tiempo, pensará que está ahí, no sé…"
–Patricia, dicen que vos no tenías una buena relación
con Beatriz, la mamá de Rodrigo, antes de que pasara todo esto…
–"Yo con Beatriz siempre tuve una buena relación. No es cierto
eso. Mirá, acá se dicen tantas cosas…"
–Como que Beatriz ahora te apoya porque se sabe que legalmente todo
lo que le perteneció a Rodrigo será para tu hijo.
–"Mirá, yo ya te dije: a Rodrigo no le reclamé nada en
vida, menos le voy a reclamar ahora. Lo único que necesita Ramiro
ahora es amor, cariño, contención, y eso ninguna casa paqueta,
ningún viaje al extranjero, ninguna pilchita de marca se lo van
a dar."
Ramiro en brazos de su papá,
el famoso potro
–¿Y no es así?
–"Para nada. Por mi lado, ya ves: yo no estoy reclamando nada. Yo ni
sé qué tiene y qué no tiene Rodrigo. Y tampoco quiero
saberlo, no me interesa. Además, ¿no ves lo que pasó?
¿Cómo voy a planificar? ¿De qué futuro me hablás?
Si fuera por eso, hoy nos estaríamos yendo a vivir juntos, no estaría
acá con vos hablando de esto. Lo importante es que Beatriz y toda
la familia hoy me apoya, me contiene".
–También apoyaban a Alejandra. Al menos, Beatriz se mostraba
muy compinche de ella.
–"O ella de Beatriz. Mirá, yo no voy a entrar en conventillos,
que digan ellos qué opinan de ella. Yo hablo por mí. Y yo
no voy a hablar mal de nadie. Dios, el tiempo y la Justicia pondrán
a cada uno en el lugar que le corresponda".
NOTA HECHA POR LA REVISTA GENTE.
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