Resumen
Las luces se apagan. Eran las 9:23 de la noche del jueves 18 de enero cuando Liam, Noel, Andy, Gem y Alan salen al escenario dispuestos a volvernos locos con su rock'n'roll potente, eficaz y sobre todo, muy simple.
"Buenos Aires" es la primer cosa que 'intenta' decir Liam en el micrófono, vistiendo una camisa color azul marino y unos jeans azul oscuros, mientras Alan empieza a tocar la batería: Go let it out empieza, todos saltando, todos deleitándose con la banda más exitosa después de los Beatles.
En seguida, llega la primer ovación para el cantante. "¡¡¡Liam, Liam, Liam!!!" gritan los fans, viendo cómo su ídolo les responde con un caruloso saludo. Who feels love, Supersonic y Acquiesce producieron euforia entre la gente, especialmente en el coro de la última, todo el mundo cantando "Because we neeed each other..." La ovación esta vez se la ganó Noel.
En ese punto, la gente ya estaba entregada. "Ole, ole ole / Ole ole ole ola / Yooooo, soy de Oasis / Es un sentimiento / No puedo paraaaaaar" gritan todos, provocando el asombro de Liam, quien se queda alucinado mirando al público, con una mano en su mandíbula.
"Hey you..." provoca Liam a una de las bellezas argentinas presentes en el Campo Argentino de Polo antes de una canción, mientras señala hacia su izquierda. Gas Panic duró cerca de 10 minutos, y cuando terminaron de tocar ese tema, Liam le agradeció al público con un rudimentario "Gracias..." ¡Para qué! Provocó la histeria generalizada entre la gente.
Roll with it. Todos empiezan a saltar, y algunos hasta se animan a cantar 'la gran Wembley': "Don't let any fucker get in your way!!" Cigarrettes & alcohol es finalizada por el cover de Led Zeppelin, Whole lotta love, con la gente en éxtasis. Liam no se da cuenta y patea uno de los cables que conectan a la guitarra de Noel con el amplificador, provocando las bromas y risas entre el público.
Noel improvisó un punteo para comenzar Wonderwall que nunca antes había hecho en vivo. Un poco más tarde, en Don't look back in anger, el guitarrista le dejó cantar al público el coro, tal como lo había hecho en Wembley, y antes de empezar a cantar la segunda parte del tema, les dijo a la gente, "Muchas gracias". El Campo de Polo estaba por explotar: el hit de la noche, "Yo soy de Oasis, es un sentimiento..." se repite una y otra vez. Our kids miran atónitos, claramente asombrados por el reconocimiento increíble de la gente.
Era increíble, pero todos se sabían todas las letras de todas las canciones -sin excluir a Hey hey my my, que no appareció en ningún disco de estudio y sin embargo todos sabían su letra-. Oasis estaba sorprendido por eso. Quizás esa sea la explicación de por qué Liam no paraba de hacer gestos, caminar de un lado a otro, hablar con la gente. Noel también se mostró emocionado y por momentos abandonó esa postura inmóvil que tanto lo caracteriza, moviendo su guitarra para todos los lados posibles.
"This is the last song" le dice Noel a la gente: todos se unen en un solo grito, "Nahhhhhh......." mientras afirma que se trata de Rock'n'roll star. Empieza a llover sobre Buenos Aires. Y todos los presentes en el Campo de Polo nos volvimos locos. Era el último tema, sabíamos que tendríamos que esperar unos años más para volver a verlos nuevamente. Todos -todos- están saltando. Liam inclina su cabeza hacia atrás, mirando el cielo nublado, y ya sin anteojos, se pone una toalla blanca en la cabeza, sujetándola con los dos brazos. Ya suenan los primeros acordes. Todos cantan. Liam, que es golpeado por una botella de agua en la cabeza -vacia- deja de cantar. La gente toma el papel de Liam, y canta el coro: "I live my life for the starts that shine..." mientras Noel se emociona -¡¡¡sí, se emociona!!!!-, no puede contenerse y comparte con el público el último pedacito del coro: "Not concerned about the way we are..."
Luego de decir las últimas líneas de la canción, Liam arrojó su toalla blanca, su agua mineral y su pandereta, le pasó por al lado a Noel y se fue del escenario. El guitarrista fue el último en irse, tirando las púas a los mads fer it que estaban en primera fila.
Si alguien tenía dudas de que Oasis era la mejor banda de rock después de la era de los Beatles, ahora están todos convencidos: con our kids no se jode. Se lo tomaron en serio. Y volvieron locos a todos los argentinos.
Texto: Me lo robé de por ahí.
Fotos: También.
|