Karina, de vuelta
QUERÍA SER COMO MADONNA
NÉSTOR LUIS
LLABANERO
El país amó la Karina del Betamax,
la que no tenía más manager que su madre -hoy
desvinculada totalmente del nuevo ímpetu de su hija
artista-, la que pisaba un terreno en solitario. No
había JLo, ni Thalía, ni Paulina Rubio, ni Rosario, ni
Laura Pausini. Karina, la nuestra, era premiada incluso
en el ensimismado México, que le reconocía esos
arrebatos de arte que a ratos podían confundirse con una
Lupe en versión pop. Ahora vuelve al país para montarse
en la escena.
-¿Por qué la aplaudida
generación 80 esté casi toda fuera del
dial?
-Porque las industrias se fueron a la
chingada.
-Pensaste que la fama era eterna y
por eso no recopilaste tus notas de prensa.
-Estoy en eso. He hecho llamadas para recuperar
algunas cosas y me han hecho envíos valiosos, algunos
premios no los tengo conmigo porque me moví mucho de
casa.
-¿Vives de la nostalgia?
-Por
supuesto. Uno experimenta ciclos y nos da por querer ver
hacia atrás. Sólo así se empieza a ver la vida
diferente, empieza la memoria y la nostalgia, algo
absolutamente natural. A los 18 años las hormonas te
matan, y a los 25 empiezas a encontrarte a ti mismo.
Ahora es como un álbum de fotos, que lo tienes guardado
cogiendo polvo, pero te entran las ganas de verlo. Y lo
haces.
-Es decir, te estás
desempolvando.
-No estoy atada al pasado, jamás
vivo de lo que fui. Fui un álbum de fotos, pero no vivo
de la gloria porque eso es fantasía.
“ME PUSE
MALCRIADA”
-¿Qué te decepciona de las
disqueras?
-Para aquel momento me hice un pez
gordo para una pecera muy pequeña, le quedé grande a
todo. La disquera me hizo grande. Estuve en Sonorodven
por doce años e hizo todo lo que fui, claro, yo era
artista. Provocaron que todos compraran mis discos, me
hicieron llegar hasta donde pudieron y cuando no
pudieron más quisieron que no usara mis
alas.
-¿Hasta dónde pretendías
llegar?
-En una reunión importante con el máximo
ejecutivo, pero todo te lo digo sin nombres, le dije que
quería ser como Madonna, y estamos hablando del 88.
Madonna pertenecía a la disquera “patico”, pero el dueño
veía que tenía en ella un diamante y la vendió a Warner
que la distribuyó en el resto del universo, y todos
ganaron. Yo le dije, quiero que me prestes. Ganas tú, yo
y todos. Licénciame, déjame volar.
-¿Y por qué
crees que no lo hicieron?
-Porque en esa época
todo era muy venático, eran señores feudales que
pensaban “tú eres mía”, o vetaban a los artistas o los
sacaban del juego.
-Lo que te espera
entonces.
-Hay más opciones que antes, no hay
tres señores feudales sino quinientos. Hasta puedes
trabajar en forma independiente y a los mejor no vendes
un millón de discos pero vendes 10.000, ganas más con
eso porque todos te los meterás en tu
bolsillo.
-¿Fueron injustos contigo o eras
inmadura para comprender las exigencias?
-Las dos
cosas. Yo tenía 16 años, qué iba a saber de nada.
Estábamos aprendiendo, fueron injustos y yo me puse
malcriada. Yo resolví tirando la toalla y
desapareciendo, es que yo parezco una tipa como echada
pa´lante pero soy muy frágil.
“PARA BIEN Y
PARA MAL”
Nunca cantó cerca del Papa.
Participó, sí, en el disco homenaje a Su Santidad. Sólo
se recuerda al lado de Antonio Adolfo Aráiz, hoy
flamante vicepresidente de Venevisión, entregando el
acetato a la máxima autoridad católica. “La gente
siempre ha creído que le canté al Papa pero creo que la
gente siempre me ha confundido con Adrián
Guacarán”.
-¿Cómo relaciona hoy tu mamá con tu
carrera?
-Mi mamá ya no tiene nada que ver con mi
carrera, gracias a Dios. Le tengo que agradecer la parte
humana porque yo era muy chama y el mundo en general es
cruel. Ella me protegió de muchas cosas malas; pero
también de muchas cosas buenas.
-¿Dónde
tuvieron tus compañeros que invertir más energías para
lidiar contigo?
-¿Te refieres a eso de mal
carácter?
-Absolutamente cierto, Karina.
-¡Guao,
qué heavy! ¿Me estás preguntando en cuál escenario daba
más problemas? Chico, vamos a ponerlo en perspectiva,
recuerda que yo era una chama y los chamos se portan
como chamos, los que son estrellas de la noche a la
mañana tienen un comportamiento irregular, yo era
malcriada pero siento que tenía con qué. Muy conservando
las distancias, Luis Miguel es un malcriado pero tiene
con qué. Fui una persona muy seria, nadie puede decir
que llegué tarde, porque es mentira, soy cumplidora,
extremadamente puntual. Pero, por otro lado, tenía mis
arranques, mis mamarrachadas de teennager. Y antes de
retirarme me empezó la amargura porque querían truncar
mi camino.
-¿Necesitas mucho
espacio?
-Siempre necesito mi espacio. Soy
intensa y apasionada, para bien y para mal. Detesto las
imposiciones y mientras quedemos de acuerdo todo está
bien. Uno tiene que ser uno y punto.
UN GLOBO
DE GAS
Hasta en la selección del nombre de la
hija, apareció el temperamento, a veces volátil, de la
cantante. Marcelo Azevedo, su esposo y productor del
disco que saldrá al mercado en el mes de enero con
viejos y nuevos temas, replicó a Karina diciéndole que
su propuesta de nombre para la hija le recordaba un
prostíbulo de Brasil, de donde él es oriundo; y cuando
éste hacía propuestas, ella manifestaba que parecían
nombres de perros. De manera que al séptimo mes de
embarazo, en un viaje hecho por la cantante, una
arqueóloga vecina de avión de Karina se presentó luego
de una grata conversación y surgió el nombre de Yasha,
con el que ambos padres quedaron satisfechos. La hija
tiene casi seis años.
-¿Mejor madre o mejor
esposa?
-(Silencio)
-¿Es estúpida la
pregunta?
-Lo es. Pero mira, es un peo. Todo me ha
tomado tiempo. Para mí las dos cosas fueron inesperadas
y he ido aprendiendo. La última gran conclusión de estos
últimos años de silencio me ha servido para darme cuenta
que la vida es ésta, la que vivo ahorita, que la gente
cocina, que la gente limpia, que la gente trabaja, que
la gente pela bola, que la gente se cae y se vuelve a
levantar. Era un icono, un globo lleno de gas. Ahora soy
una persona.
Mirla y yo
Se
encuentra con una piratería que califica de “cabrona”.
“Quién me explica que estén vendiendo un disco mío con
49 éxitos y además presentado de manera muy profesional
traído de Colombia. Yo, te lo juro, no sabía que había
cantado tanto. O sea, Mirla y yo”.
-Entonces no sabes
por qué no tenemos una cantante que exhibir en el mundo
de los tiempos virtuales.
-Qué se yo, no tengo la
respuesta para eso. Pienso que es una combinación de una
crisis mundial del disco, sobre todo en el mercado
latino; segundo, las compañías han dejado de apoyar
tanto talento, antes había unos camiones detrás de los
artistas, televisoras y sellos, y todo dejó de existir,
eso implica que ya no hay apoyo. Talento no falta en
Venezuela, lo que falta es exposición.
-Pero
ante eso se requiere algo más que ganas. ¿Qué más tienes
tú?
-La continuación de mí, el cierre de un
ciclo, mi talento, que no se extingue con el tiempo. Yo
soy parte de una era, una representante de una época
próspera, muy creativa, con color, efervescente, cuando
éramos felices y no lo sabíamos.
-¿Las
cantantes deben mover caderas y casi
desnudarse?
-Yo no tengo mucha opción. Ni me voy
a sacar la teta, ni me voy a desperolar, la opción es
cantar mejor que nunca y buscarme temas maravillosos. Lo
otro no hace falta.
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