A veces confundimos al
caimán con el cocodrilo. Se parecen en la piel. Además, ambos poseen dientes muy
fuertes. No obstante, podemos notar algunas diferencias. La cabeza del caimán es más
redonda y ancha. A diferencia del cocodrilo, el cuarto diente de la mandíbula inferior no
queda descubierto cuando cierra la boca (entra en un hueco de la mandíbula superior). |