Huellas
Las urbes me resultan eróticas
a pesar de sus advertencias preventivas.
En las calles transitan la embriaguez por la noche
y la codicia durante el día.
Sin el rastro de mis amigos las aceras son como un bostezo que duele,
una vida de árbol que no soporto sin los accidentes
y sus flores coloradas.
Ojalá que nosotros fuéramos más
y que ustedes no fueran tantos.