EL SEÑOR DE LOS
ANILLOS
Sobre
la dialéctica del poder
Hace poco estaba leyendo los mensajes que
dejaban, en una página en Internet, varias personas que opinaban sobre la
reciente adaptación al cine de la obra de J R R Tolkien; El señor de los anillos:
La comunidad del anillo. Los mensajes eran variados. Unos aludían al “mal”
final de la película, otros a la “genialidad” de la cinta y un grupo numeroso
eran las personas que hablaban de la cinta en su condición de puristas de la
obra. Para el universo de Tolkien existen una serie de ortodoxos en la materia.
Existen comentarios acerca de la mala adaptación, de los miles de detalles
erróneos y más “desgarres de vestiduras” por la profanación de los “textos
sagrados”. Estos datos son de no pasar por alto, son hacer caso. Me propongo a
trabajar la trama que nos muestra la cinta “Lord Of the rings:
fellowship of the ring” ya que es la obra de un ávido fan de Tolkien (Peter Jackson) y el mejor efecto de la estructura
de la historia.
La historia nos comienza a contar una serie de
acontecimientos en la Tierra Media para desembocar en una misión: Destruir un
anillo. Este anillo no es un anillo cualquiera, es “The One Ring”, “The
Ring of Power”. El
anillo debe ser destruido ya que, si llegara a manos del señor Oscuro Sauron,
provocaría una segunda época de oscuridad. Así, este anillo deja de ser una
cosa cualquiera para volverse un objeto preciado e incluso un personaje de
interés. Tal es así que se pueden leer en los créditos de la cinta el nombre de
un actor que personificaba al anillo por medio de prestarle su voz[1].
El anillo es un personaje ya que tiene intención, profundidad y sobre todo voz.
Sin cuerpo, pero con voz, el anillo del poder es aún mas poderoso que otros
personajes, incluso que su creador y dueño (¿quién es dueño de quién?) Sauron.
“El anillo del deseo” podríamos llamarlo, es
por eso que es tan poderoso. Esta estructura del anillo que se embona en
cualquier dedo nos muestra la trampa del objeto. ¿Por qué es tan deseado este
anillo? Porque es la cosificación del poder. Quien tenga el anillo, tendrá el
poder.
Nuestra historia toma un nuevo giro. La
mitología de Tolkien se convierte en un “elogio al poder”. La jornada nos
muestra las formas de cargar el poder y sus consecuencias.
En nuestra primera historia el anillo del poder
solo había traído desgracia a todo aquel (diferente de su amo) que lo portaba.
A Isildur le trajo la muerte, a Gollum una vida rumiante de contemplación y a
Bilbo Bolsón la sensación de constante inconformidad. La posesión del anillo
los envenenaba mientras ellos lo llamaban “mi precioso” o “mi tesoro”. ¿Cuál
era el poder del anillo? La invisibilidad parece la respuesta. Sin embargo,
observando un poco, podemos ver que el único poder que nos muestra es el encantamiento
de aquel que lo use buscando volver con su amo Sauron. Es decir, sirve para que
le sirvan a su amo.
El poder siempre servirá a un amo sin cuerpo.
¿Quién es el jefe del secretario de gobierno? El presidente de la república
¿Quién es el jefe del presidente? El pueblo que gobierna. El máximo dueño del
poder, quien otorga el poder, es incorpóreo.
Para el psicoanálisis este Anillo único es la
presentación más clara del concepto del objeto de la falta. Es aquello que da
la ilusión de la completud, la respuesta a todos los males, el poder máximo.
Como buen objeto tienta llamando por el nombre. El anillo no deja de insistir
susurrando: “¡Boromir!”, “¡Galadriel!”, “¡Aragorn!”, “¡Frodo!”, etc. Cada
personaje buscando una salida para hacerle frente. Para tentar, el anillo
ofrece lo más deseado. El objeto del deseo susurra y adormece metiendo en
aprietos hasta al magnífico Gandalf.
Frodo: ¡Tengo poco de esas cosas! (fuerza, animo e
inteligencia) Tú eres sabio y poderoso. ¿No quieres el anillo?
Gandalf: ¡No, no! - Los
ojos de Gandalf relampaguearon y la cara se le iluminó como con un fuego
interior.- ¡No me tientes! Pues no quiero convertirme en algo semejante al
Señor Oscuro. Todo mi interés en el Anillo se basa en la misericordia,
misericordia por los débiles, y deseo de poder hacer el bien.
Frodo: Sois prudente,
intrépida y hermosa Dama Galadriel.- dijo Frodo.-, y os daré el Anillo Único si
vos me lo pedís. Para mí es algo demasiado grande.
Galadriel: La Dama Galadriel
quizá es prudente.- dijo Galadriel.- pero ha encontrado quien la iguale en
cortesía… ¡Me darás libremente el Anillo! En el sitio del Señor Oscuro
instalarás una Reina ¡Y yo no seré oscura sino hermosa y terrible como la
Mañana y la Noche! ¡Todos me amarán y desesperarán!
Ante el encantamiento del poder, la travesía de
Frodo presenta personajes que son las diversas caras de la afrenta del poder.
Ciertamente, no todos deben ostentar poder y lo vemos con la Dama Galadriel y
Gandalf. Su condición de poderosos per se, les imposibilita tener poder
adjudicado. Ellos son creadores de poder, más no de todo el poder.
Boromir: Parece que solo pensaras en el poder que
podría alcanzar en manos del Enemigo; en los malos usos del Anillo y no en los
buenos…Seríamos insensatos si no utilizáramos contra el enemigo ese mismo
poder. El temerario, el audaz, sólo ellos alcanzarán la victoria. ¿Qué no
podría hacer un guerrero en esta hora, un gran jefe? ¿Qué no podría hacer
Aragorn? Y si Aragorn rehúsa, ¿por qué no Boromir? El Anillo me daría poder de
mando. ¿Ah, cómo perseguiría yo a las huestes de Mordor, y cómo todos los
hombres servirían a mi bandera!
Boromir es la cara que más conocemos en la
política mexicana sobre el “emborrachamiento” de poder. Aún con intenciones
buenas, el uso y abuso de poder trae la destrucción de quien se cayó en la
trampa del poder. El concepto de
corrupto, no es otra cosa que la destrucción de alguien por algo. Algún
poderoso corrupto, es alguien destruido por la ostentación del poder.
Aragorn lleva a cuestas la deshonra de la
familia, lucha contra la falta y la falla de Isildur. Ante esta falta familiar
Aragorn se levanta, lucha y “echa novia”. Aragorn, advertido de su falta puede
hacer algo más. Así también Frodo, el Hobbit, un ser más enano que los enanos,
brilla por su simplicidad. Frodo nunca decide apropiarse del anillo, el solo es
el portador. Así Frodo es el que mejor juega con el objeto, sabiendo que solo
esta a manera de portador, pero no es suyo.
En la clínica esta relación con el objeto del
deseo, el objeto dador de poder, resulta evidente al pasar la niñez. Después de
creerse el todo de la madre, el que tiene todo lo que la madre puede desear, el
pequeño queda desapropiado de este “anillo del poder” ilusorio. La mejor
solución ante semejante tragedia es la advertencia de que “eso” deseado se
puede portar o no, más nunca tener. Quien tenga el anillo podrá gritar como
He-Man “¡Yo tengo el poder!”[2].
El héroe de nuestra historia, Frodo Bolsón, es la respuesta acertada para jugar
con el poder y “no morir en el intento”.
Al finalizar la función de la
película escuché muchos comentarios de los asistentes desaprobado el final de
la historia. La principal queja era con relación al no ver un final sino
resultar “mocha”. Me parece que deteniéndonos un poco en la estructura de la
historia, el final es el momento decisivo en los juegos del poder.
Frodo llega a un lugar cercano de la Tierra de
Mordor, país del señor oscuro, y decide partir solo a su empresa. Frodo se
aleja de sus compañeros de travesía, da por terminada la comunidad del anillo y
solo admite la compañía de su “fiel escudero” Sam.
La enseñanza es la siguiente: para jugar con el
poder es necesario saber que no se apropia sino se porta, que se esta solo y
que se necesita de la figura del secretario.
¿Cuál es la diferencia entre alguien con poder
que es corrupto y otro que no lo es? Pongamos un ejemplo.
Por un lado tenemos a un jefe de empresa que
por un disgusto personal despide a un empleado. Por el otro lado, otro jefe de
empresa despide a un empleado incluso teniendo una relación personal de amistad
con él; sin embargo reconoce la incompetencia del empleado y en bien de la
empresa, lo despide.
La pequeña gran diferencia entre estos dos, es
que kmiestra uno se adjudica el poder (“te corro porque se me da la gana), el
otro sabe que el poder que ostenta no es propio sino otorgado en lealtad a los
ideales de la empresa, el gran Otro incorporeo.
En nuestro final, Frodo deja de tratar de
desligarse de portar el anillo, deja de ofrecerlo a otros. Frodo decide ser el
“portador del Anillo” y es, justo ese movimiento estructural, el que pone fin
al film.
Uno de los problemas de la película es que el
anillo del poder es peligroso ya que solo obedece a su amo, el señor Oscuro Sauron.
Sauron construyó ese anillo y casi derrota a la ultima alianza entre los
hombres y los Elfos. Cuando Isildur corta el anillo de la mano de Sauron, éste
se desvanece. Ahora, es el “Gran Ojo” que todo lo ve pero necesita el anillo
para corporizarse de nuevo, para tener poder de nuevo. El relato de las
tragedias de Sauron nos presenta una forma donde el poder del creador se
desvanece y reside en lo creado.
¿Quién es amo de quien? Si Sauron
necesita y se desvive por tener su anillo de nuevo. Sauron tendrá un Gran Ojo
pero solo para mirar al Anillo, la mirada sin ojos del Anillo es lo que atrapa
a su propio creador.
Sauron, como niño sin pelota, aparece en escena
abriendo su temible ojo cuando alguien más se coloca “lo suyo”. Si Sauron se
muere de celos cuando le tocan sus cosas, ¿el anillo tiene propietario? Mejor
dicho ¿existe equivalencia entre el propietario del anillo y su amo?
Sauron es el verdadero propietario del anillo
por eso no debe poseerlo. La relación con el poder solo puede ser “encargada” y
“otorgada” de lo contrario resulta destructiva. El poder, al igual que el
deseo, no puede ser satisfecho, puesto que se desvanecería. El arte, la
religión, el psicoanálisis y Frodo Bolsón tienen mucho que enseñar a la política
sobre a los juego del poder.
jhmchector@yahoo.com
[1]
La cosa-persona, personaje y
personalidad es mejor trabajado por el Lic. Jorge Arredondo en su escrito “Lara
Croft: Una mujer sin carne ni hueso” donde esta mujer virtual es toda una
personalidad con mucho cuerpo y nula voz.
[2] Resulta interesante que una salida
para no dejarse envolver en el poder es que los superhéroes como He-Man y
Superman tiene poder por breves minutos, tal pareciera que la simplicidad de su
alter-ego es el balance del poder. La pérdida del poder es lo que realmente
brinda la advertencia del poder como portado y no como apropiado.