Simona La Calva, un Power Trío de pelos
Le tengo más horror a los discos que produce Azteca Music que a La Llorona, Drácula o cualquier otro espanto; pero el compacto de Simona La Calva es una hermosa excepción. Aunque el concepto del Power Trío parecía estar bajo mucha tierra, la batería de Chucho, el bajo de Lorenzo, la guitarra y la voz de Simona tienen más vida que la que Fidel Velásquez llegó a tener. Así, Simona La Calva hereda una tradición que se remonta a grupazos enormes como Los Turulatos, La Ganzúa y los Suripantos o Échame Aguas -que por cierto están por entrar en la onda de los reencuentros, habrá noticias muy pronto.
El disco de Simona La Calva abre con Infinito Sol, tema que le da título al disco. Se trata de un danzón mal entendido por la guitarra de Simona, lo cual resulta genial. La letra es un tanto reprobable porque las metáforas son muy transparentes, como un vaso desnudo y sin alma. En Luna Nopal, el segundo sencillo, Lorenzo nos cuenta una historia minimalista con su bajo sin ir más lejos de las notas fundamentales, dando con ello un buen soporte a los rasgueos up-beat de Simona. Con Una Rosa es una Rosa, Simona La Calva intenta fundar el genero del Rock Filosófico y demuestra que la vida imita a la vida, contrariamente a lo que muchos creen. Lingo-Ly-lingo es una trama infantil que despierta la añoranza por lo que nunca se tuvo y Cállate la boca es un registro del caló popular, donde no hay letras, sólo música. La influencia de Hemminway se deja sentir en ¿Se te dobla la campana? Para los más rugosos, Simona le sube al overdrive en Ungüento 666 y La muerte del Tokkes -donde la banda coquetea un poco con el narcocorrido-. El último tema es un potpurrí del inolvidable baladista setentero, Sandro.
El artwork del álbum incluye una historieta dibujada por los moneros que solían hacer Simón Simonazo, un comic lépero y cachondón de los ochentas.
En el site de la banda se muestran escenas del histórico concierto en Piedras Negras, por lo que no sería mucha sorpresa un álbum en vivo para el año siguiente. En una entrevista reciente Simona dijo estar trabajando las mezclas en su estudio secreto de Comales, Tamaulipas. Según ella, los ingenieros de audio encuentran más fácil controlar los medios rangos de su voz en el estado de Rigo Tovar.
En una escala del 1.5 al 88.9, siendo la primera cifra el 14% de la más baja y la segunda el doble de la media, yo diría que este disco se merece que lo escuchen.
