Lunes 7 de Diciembre de 1998
Con 2'931.239 votos, escrutado el 96% del total de sufragantes
GABRIEL GALLO PÉREZ
VANGUARDIA LIBERAL
RESUMEN DE AGENCIAS
Hugo Chávez, un militar retirado que en 1992 trató de tomar el poder con las armas, arrasó ayer a sus oponentes en las urnas y prometió hacer un gobierno "humanista" cuando asuma el poder el 2 de febrero próximo.
"Este no será un gobierno ni de izquierda ni de derecha. Creo que eso quedó atrás, esos patrones para mi no existen", declaró el ex comandante de paracaidistas.
"Será un gobierno cívico humanista porque pondrá en primer lugar, en el centro de la atención, al ser humano.
Será un gobierno democrático porque, como decía Bolívar, debe darle seguridad social y felicidad a los pueblos y eso debe ser un gobierno democrático", agregó.
Las declaraciones se produjeron poco después de que se dio a conocer el escrutinio del 65% de los votos, de los que Chávez había obtenido el 56% frente al 40% de su principal contrincante, el empresario Henrique Salas.
Ello fue suficiente para que Salas reconociera que había perdido.
"Mi adversario lleva una ventaja suficientemente grande para garantizarle la victoria", declaró el economista graduado en la universidad estadounidense de Yale.
Chávez, de 44 años, negó que instauraría una "dictadura de tipo cubana", como afirmaron sus oponentes, y pidió la ayuda de capitales extranjeros para levantar la economía de su país.
"Es muy importante salir de este atolladero, de este problema económico", declaró. "Bienvenidos los que quieran venir a invertir en nuestro agro, en los sectores productivos".
Chávez, acompañado por su esposa Marisabel, negó también que quisiera implantar una dictadura fascista del tipo de las que imperaron en América Latina durante los años 70, otra de las acusaciones hechas por sus detractores.
"No existe el gorila. Lo del gorila ha sido una tesis manejada desde hace tiempo", afirmó.
Mientras el militar retirado hablaba, miles de sus partidarios se lanzaron a las calles para celebrar cantando, bailando y haciendo estallar petardos, en un clima de fiesta.
Por otra parte, empresarios y banqueros dieron un voto de confianza al presidente electo Hugo Chávez, a quien le pidieron que gobierne para toda Venezuela.
COLPRENSA, LA OPINIÓN, CÚCUTA
La celeridad se impuso en la jornada electoral que protagonizaron durante este domingo, todos los venezolanos para elegir al sucesor de Rafael Caldera.
La rapidez con que los electores introducían las planillas en las máquinas automatizadas, significó la diferencia con los comicios del 8 de noviembre, los cuales se caracterizaron por un marcado retraso y una improvisación frente a un proceso de votación novísimo para los venezolanos.
Laura de Sánchez miembro de la junta electoral municipal, destacó que los centros de votación abrieron sus puertas a las 8:00 a.m.
Las veinte máquinas ubicadas en Ureña según el supervisor de la empresa Indra funcionaron sin dificultades, ya que los problemas de las pasadas elecciones se corrigieron y los operadores tienen mayor experiencia.
Las colas desaparecieron y la gente con mucha tranquilidad salió de sus hogares sin presentarse contratiempos en los 60 centros de votación que conforman los municipios Bolívar, Pedro María Ureña, Rafael Urdaneta y Junín.
El movimiento se concentró en la ubicación y traslado de las personas, así como de aquellas residenciada en Cúcuta.
En Ureña, el panorama electoral fue similar, sólo que en ciertos sectores de la ciudad, se presentaron dos apagones de la luz eléctrica. La mayor parte del comercio a diferencia de San Antonio, abrió sus puerta y la gente luego de acudir a las urnas, salieron a realizar sus compras navideñas.
Fred Coffie de la Organización de los Estados Americanos, OEA, visitó, aunque no por mucho tiempo, los centros con mayor número de electores, entre ellos la escuela República de Cuba en San Antonio.
COLPRENNSA, LA REPÚBLICA, BOGOTÁ
El resultado de las elecciones en Venezuela no debe preocupar al sector productivo colombiano, pues la dinámica de la relación alcanzada en los últimos años, además de ser de las más destacadas de América Latina, siempre ha superado los momentos difíciles vividos por ambos países.
La ministra de Comercio Exterior, Martha Lucía Ramírez de Rincón, señaló que la relación no tiene porqué sufrir tropiezos como consecuencia de un cambio de Gobierno.
Además, la estrategia exportadora que se viene impulsando está enfocada hacia todos los mercados en los que Colombia tiene preferencias.
"Nosotros hemos logrado desarrollar este mercado venezolano con un gran esfuerzo de los empresarios colombianos, pero con seguridad vamos a desarrollar también otros, de tal manera que en el futuro nunca volvamos a estar con la preocupación sobre qué pasa si un socio comercial cambia en algún momento su política comercial y eso implicara un retroceso en nuestras exportaciones".
La ministra prefirió mantenerse al margen de opinar sobre lo que podría hacer el nuevo Gobierno en materia económica. Pero confió en que el Presidente elegido, en este caso Hugo Chávez, se empeñe, tal hizo el saliente, en mantener la banda cambiaria.
En su opinión, el país debe estar preparado para distintos escenarios, pues cualquiera dificultad que haya en Venezuela, maltrata a Colombia. Si la caída de la demanda sigue en el vecino país, lo más natural es que le haga daño a Colombia.
Sin embargo, reiteró que se debe pensar con optimismo a sabiendas de que el escenario de mayores dificultades económicas puede darse, motivado por el derrumbe de los precios del petróleo.
Respecto a sí hay o no expectativa de acuerdo al candidato que ganó, la ministra señaló que Colombia siempre estuvo pendiente de los programas económicos de los candidatos y no hay mayores diferencias en ellos.
Manuel Peralta Guevara, venezolano residenciado en Bucaramanga, opinó que: "Particularmente recibí el triunfo de Chávez como un impacto y una manifestación del descontento que hay que en el pueblo con las dos toldas políticas que venían gobernando, que eran Acción Democrática y Copei, y éste nuevo aspirante, de acuerdo con los resultados, acaba con el continuismo que teníamos, y eso deja sorprendida a mucha gente en el país y en América Latina.
"Muchos están nerviosos por las actitudes que pueda tomar Hugo Chávez, ya que, según la gente, él es de tendencia comunista y revolucionaria, y eso hoy ya está abolido".
José Horacio Rosales Cueva, venezolano residenciado en Bucaramanga, opinó que es preocupante el triunfo del ex golpista, porque "es posible que sea un dictador o siga el modelo de Fujimori en Perú".
Interrogado sobre cuáles son los grandes anhelos de los venezolanos, como él, esperados del próximo Gobierno, respondió: "La solución de la crisis económica y política, la crisis del desempleo, una especie de reforma agropecuaria, que era lo que esperábamos de Caldera, así como el apoyo a la institución cultural, pero no se vio ninguno de estos procesos o cambios, al menos como gente lo esperaba".
La venezolana Claudia Leonor Rueda Guzmán declaró: "El resultado lo veo muy mal. Venezuela cae en el riesgo de debilitarse con las relaciones Internacionales.
"Las ideas de Hugo Chávez no son compartidas por los inversionistas extranjeros y el apoyo a Venezuela va a ser mucho menor de lo que es ahora, lo que produciría un desastre en la economía venezolana".
En cuanto a las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela, "yo espero que se mantengan en un ambiente de cordialidad y cooperación. Chávez ha hablo que las va a mantener, pero hay que esperar".
GABRIEL GALLO PÉREZ VANGUARDIA LIBERAL
El triunfo del ex golpista Hugo Chávez Frías significa incertidumbre y zozobra en el futuro inmediato de Venezuela y preocupación por el manejo de las relaciones con Colombia en el próximo quinquenio, a partir de febrero de 1999.
Así se expresaron ayer los politólogos Eduardo Pizarro Leongómez y María Fernanda Cabal Molina, luego de conocer los resultados de la jornada electoral en la vecina Nación,
"Si pudiéramos sintetizar lo que significa Hugo Chávez, sería incertidumbre, porque él puede ser un Fujimori o un populista absolutamente irresponsable, como el general Velasco Alvarado, para poner dos ejemplos peruanos, manifestó Pizarro Leongómez, director del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, IEPRI.
"Con respecto a Colombia, yo creo que en las relaciones no va haber ningún cambio significativo, en la medida en que la integración colombo-venezolana terminó siendo estratégica para ambas naciones; y en buena medida, la relativa estabilidad económica, a pesar de la crisis mundial, se debe a la importancia del comercio binacional".
"Sin embargo, existe un temor y es que debemos recordar que el intento de golpe de 1992 se hizo para protestar contra las palabras de Carlos Andrés Pérez, en el sentido de que Colombia tenía algún derecho sobre el Golfo de Venezuela, y ello tuvo una cierta connotación anticolombianista.
Entonces, produce algo de temor que Hugo Chávez utilice un discurso nacionalista que produce desconfianza y temor de Colombia hacia Venezuela".
Reiteró que "podemos decir que el Gobierno de Chávez está bajo el signo de la incertidumbre, porque se desconoce cuál va a ser el modelo de su desarrollo económico, de política externa, su apoyo a la transición democrática venezolana y, finalmente, se puede esperar cualquier cosa".
Por su parte María Fernanda Cabal Molina, de la Universidad de los Andes, expresó que "para los venezolanos, como para los colombianos, el triunfo de Chávez plantea de aquí a los 100 primeros días de su Gobierno, que se va a vivir un estado de zozobra dentro de la conciencia de la gente, porque la clase popular va a sentir el triunfo como una revancha, lo que no es nada constructivo, mientras que los dirigentes políticos tradicionales como los grupos económicos, van a sentir inseguridad".
"Para Colombia, pienso que vamos a vivir el mismo margen de zozobra, pese a los comentarios que se han hecho hasta ahora".
Cabal Molina indicó que "por más de que los comerciantes y gremios económicos colombianos han tratado de manifestar que no tiene por qué haber pánico y temor, la personalidad de Chávez y de las personas que lo rodean, son gente que sale de las filas militares, por un lado, y de los estratos populares por el otro, y no sabemos cómo van a reaccionar frente al poder".
Tomado de Vanguardia Liberal de Bucaramanga