6 de noviembre del 2002
Rodrigo P. Sequera
Rebelión
Desde el 4 de febrero de 1992, fecha en la cual el comandante Hugo Chávez Frías y otro grupo de militares patrióticos insurgieron contra la democracia de la oligarquía venezolana, esta misma oligarquía utilizando sus medios de comunicación social comenzó a formar una matriz de opinión tendenciosa, en el sentido de hacer creer en el pueblo venezolano que el comandante Hugo Chávez Fría no había sido el ideólogo de dicha insurrección militar. Luego de que el pueblo comenzara a darle repetidos triunfos electorales al jefe del 4F en apoyo a su proyecto político, de nuevo la oligarquía acentúa el uso de sus medios de comunicación social; esta vez con la intención de hacerle creer al pueblo venezolano de que el discurso del presidente de la República Bolivariana de Venezuela es un discurso violento y que siembra la división entre los venezolanos.
Esta manera de explicar, por parte de Fedecámaras y la CTV, las razones de la división social y la violencia social en el seno de la sociedad venezolana ha encontrado y ganado bastante terreno en muchos incautos, especialmente en algunos sectores de la clase media, quienes se han dejado arrastrar por la campaña mediática para pedir la renuncia del primer Jefe del Estado en contra de lo que establece la Constitución Bolivariana de Venezuela.
Pretender hacer creer que los profundos odios sociales que históricamente se han incubado en la sociedad venezolana son el producto del discurso de un líder de la sociedad, en este caso el Presidente Chávez, es no comprender el papel que juegan ciertas individualidades en los procesos históricos de una sociedad en su evolución lógica. En este sentido, nos parece que el discurso que ha venido manejando el Presidente de la República, 1998-2002, es el producto del odio social que históricamente ha existido en Venezuela luego de que ésta fuera conquistada y posteriormente colonizada por los conquistadores europeos.
Nos preguntamos: ¿Quiénes han dividido a los venezolanos en grupos sociales? ¿Cuales son las razones para que en Venezuela exista una inmensa desigualdad social y por lo tanto violencia social en el seno de la sociedad venezolana? ¿Acaso las desigualdades sociales no engendran violencia en una sociedad? Al respecto veamos lo que nos dice el Papa Juan Pablo II en un mensaje que dio a su arribo a Río de Janeiro el 3 de octubre de 1997. Acota el sumo pontífice:
Desigualdad social engendra violencia en la ciudad y en el campo Más adelante explica el máximo representante de la Iglesia Católica a nivel universal:
Ciertamente... los desequilibrios sociales, la distribución desigual e injusta de los medios económicos son generadores de conflictos en la ciudad y el campo.
El Papa Juan Pablo II nos explica que la violencia social no la genera un individuo en particular; ésta es el producto de una injusta distribución de los medios económicos, entre otros factores sociales. Esto es lo que históricamente ha sucedido en Venezuela. El Papá hace hincapié en que los desequilibrios sociales generan violencia en las ciudades y en el campo. ¿Cómo están concebidas las principales ciudades de Venezuela desde el punto de vista urbano? Por ejemplo la capital de Venezuela. Caracas ha sido urbanizada y organizada obedeciendo a categorías sociales. Siempre hemos afirmado que Caracas está subdividida en varias Caracas:
Caracas de los pobres, espacios en donde sus habitantes viven en condiciones infrahumanas, es decir sitios casi inhóspitos; Caracas de la clase media alta y Caracas de los sectores oligárquicos.
Estos dos últimos grupos sociales, particularmente el de la oligarquía, habitan en espacios en donde la ostentación material es la regla de oro. Hasta el punto de que en estos sitios viven ciudadanos que para poder tomarse el WHISKY, lo ingieren con agua potable importada de los países europeos. La excusa es que el agua potable que se produce en Venezuela tiene un sabor a tierra Los ciudadanos de mayor adquisición económica viven en colinas con una calidad de vida ostentosa; mientras los pobres lo hacen en los cerros en donde la gran mayoría no goza ni siquiera de una pírrica seguridad social. ¿Alguien puede explicar cual es la diferencia entre un cerro y una colina en el área Metropolitana? Que se puede esperar de un espacio geohistórico urbanizado de esta forma. La repuesta es que en él se produzcan odios sociales que terminen en violencia social. De este fenómeno histórico, respecto a los graves desequilibrios sociales del urbanismo de Caracas y otras ciudades de Venezuela, ¿tiene la culpa el actual Presidente de la República? ¡No¡
En los campos venezolanos existe una injusta distribución de las tierras. En ellos la función social que debe cumplir la productividad de la tierra es estorbada por la figura del latifundio. El latifundio genera violencia social porqué se opone a una justa distribución de las tierras productivas. Este es uno de los factores que generan la invasión de tierras por parte de los campesinos que carecen de ella.
En nuestro país los graves problemas de desequilibrios sociales, señalados por el Papá Juan Pablo II, se han empezado a solucionar a través del proceso constituyente y la aprobación de la ley habilitante. Con la aprobación, a través del proceso constituyente, y puesta en ejecución de la Constitución Bolivariana de Venezuela de 1999, se ha empezado a solucionar los ingentes problemas políticos que aquejan a la sociedad venezolana Para resolver los problemas sociales y económicos se aprobó la ley habilitante en el último trimestre del año 2001. Sin ser experto en la materia vamos ha emitir algunos juicios de valor respecto a la Ley de Tierras, la Ley de Hidrocarburos y la Ley de Pesca. Antes debemos decir que la puesta en vigencia de la ley habilitante fue lo que hizo que la oligarquía venezolana saltara como una fiera a la torera el 10 -12-2001 llamando a un paro cívico para ese día. Habían aceptado las reformas políticas. Al enterarse de que la ley habilitante es para empezar a solucionar problemas que afectan a las grandes mayorías de los venezolanos, inmediatamente comenzaron a tildar al gobierno dirigido por Chávez Frías de ser un régimen totalitario. Saben que muchos de sus intereses tienen que ser normados por las 49 leyes de la habilitante.
La Ley de Tierras es un instrumento jurídico que intenta ordenar la distribución de la tierra, en el sentido de que una persona no puede tener más de 5000 hectáreas, sino las tiene en plena producción social. En este sentido se actúa contra el latifundio, figura nefasta y retrógrada, que tanto daño le ha hecho y le hace al desarrollo agrícola de Venezuela.
Por otra parte, con la Ley de Hidrocarburos se intenta, entre otros cosas, poner todos los yacimientos mineros al servicio de toda la sociedad; y no como ha venido sucediendo hasta los momentos, en el cual las rentas producidas por dichos recursos naturales han servido para que las élites privilegiadas de Venezuela amasen cada día grandes capitales que son colocarlos en los bancos del exterior.
Con la Ley de Pesca se trata de corregir lo que siempre ha denunciado el cantor del pueblo, Ali Primera, en el sentido de que la gran pesca de arrastre por ser una actividad que se hace mar adentro sin ningún control, termina depredando una gran variedad de especies marinas, al mismo tiempo que le quita la semilla a los pescadores artesanales, quedando éstos en una completa miseria y desolación en las costas de los mares venezolanos.
Los graves problemas de desequilibrios sociales y económicos generadores de grandes desigualdades sociales son factores que hay que empezar a solucionar para que en Venezuela no se sigan produciendo grandes divisiones sociales y conflictos sociales. De no corregirse esta situación, la oligarquía venezolana seguirá sosteniendo la tesis de que los males que aquejan a nuestro país son culpa del discurso de Chávez.
Rodrigo P. Sequera. Historiador
Tomado de Rebelión