17 de marzo

29 de junio de 2006

Trabajadores despedidos de Invepal fijan posición

Los trabajadores de Invepal que fuimos despedidos de la Fábrica de Cuadernos de Maracay en noviembre de 2005 y que después de casi 8 meses todavía no vemos resuelto nuestro problema, ante la controversia generada entre los trabajadores de la Cooperativa Covinpa representada por su presidente el Sr. Ramón Lagardera y el Ministerio de Industria Ligera y Comercio, queremos expresar nuestra total solidaridad con los compañeros trabajadores de la cooperativa. Las denuncias que ellos hacen concuerdan con lo que nosotros observamos y denunciamos desde septiembre de 2005 ante varias instancias tal como podemos demostrar con documentos firmados y sellados en señal de recibido pero que no condujeron nunca a una investigación, muchos menos a una acción.

Queremos aclarar que lo que se pretende presentar como una división de los trabajadores no es más que su intento de aplicar Contraloría Social expulsando a un grupo de individuos que ejerció cargos directivos tanto en la cooperativa como en Invepal y que dieron muestras no solo de incompetencia sino de falta de pulcritud en el manejo de los recursos y de cumplimiento con la responsabilidad que los mismos trabajadores que los expulsan les había confiado. La división que supuestamente hay entre los trabajadores no es más que el resultado del infame sistema de discriminación que la burocracia ha implantado y mediante el cual nos han convertido en la parte más débil y se nos han negado todos los derechos.

Lamentamos mucho el tipo de lenguaje mercantilista y leguleyo utilizado en la controversia y los intentos de desprestigiar a los trabajadores, lo cual no es más que una demostración más de que la misión encomendada por el presidente Chávez no fue entendida por quienes tendrían que llevarla a la práctica. Eso no es nada nuevo, a nosotros también nos lo han hecho. En cambio, se han empeñado en colocar una gran carga burocrática, dañina y consumidora de tiempo y recursos para que recaiga sobre las espaldas de los trabajadores a quienes se les niega absolutamente la participación en la gestión de la empresa. Lo que vemos es más bien el deseo de demostrar que los trabajadores son incapaces de ejercer la autogestión y lo que los trabajadores están demostrando es que si son capaces y que pueden detectar las anomalías y ejercer acciones encaminadas a solventarlas a tiempo, pero se han enfrentado con un estorbo que es nada mas y nada menos que la consabida burocracia.

Hacemos un llamado al presidente Chávez para que escuche la voz de los trabajadores y se establezcan los mecanismos para deslastrar la empresa, permitir la participación plena de los trabajadores y la comunidad, eliminar la burocracia y conducir el proyecto a sus objetivos primarios de generar fuentes estables de trabajo, pero comprometido con el entorno social.


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