17 de marzo

04 de julio de 2006

No existen voceros autorizados

Hermetismo en Invepal genera incertidumbre en trabajadores despedidos

Gina Reyes Demeis

Efectivos de la Guardia Nacional custodian las instalaciones de Invepal. (Fotos César Pérez) Maracay, julio 4 (REDACTA).- En la empresa Invepal en esta ciudad, reina total hermetismo con respecto a la situación que enfrentan 27 trabajadores despedidos desde noviembre pasado, a quienes les fueron violados los derechos laborales, sin que hasta la fecha haya intervenido algún organismo oficial.

Las instalaciones están custodiadas por efectivos de la Guardia Nacional que al parecer tienen instrucciones de no permitir el paso a personas ajenas a la organización, ni a representantes de los medios de comunicación, que buscan información acerca de las acciones, o atención prestada al conflicto generado por el despido de los 120 trabajadores.

Un trabajador de Invepal, quizás integrante de la directiva de la Cooperativa que opera en la empresa, informó que no existen voceros autorizados en la planta de Maracay para dar información; quienes pudieran hacerlo se encuentran en Morón, desde donde se supone emanan las órdenes.

El hermetismo que mantienen en la empresa genera mayor incertidumbre en los trabajadores despedidos, que a casi ocho meses de su salida, no han recibido la liquidación correspondiente, ni el pago durante todos estos meses. Ellos se niegan a aceptar las dádivas que pretende otorgarles la directiva de Invepal para deshacerse de ellos, a lo cual no están dispuestos y por ello han mantenido esta lucha.

Luisana Ramírez, vocera de los 27 trabajadores que aspiran a ser reenganchados en Invepal, indicó que algunas personas contrarias a la autogestión obrera se han dedicado a crear problemas para llevar la empresa a la quiebra, en un empeño por demostrar que los trabajadores no son capaces de autogestionarse.

El problema ha sido llevado a diversas instancias nacionales y regionales, con miras a llegar a acuerdos que favorezcan a ambas partes, pero los intereses alrededor de la empresa, según afirma Ramírez, han dificultado concretar esta premisa.

Insisten los trabajadores en que deben ser reengachados y convertidos en socios de las cooperativas que operan dentro de la empresa, tal como lo establece la ley; luego de seis meses de contrato todo trabajador pasa a ser integrante de estos movimientos y en el caso de los despedidos de Invepal, se ordenó su despido.

Dicen que continuarán luchando hasta ser escuchados en la Presidencia de la República porque, aparte de las irregularidades administrativas debido al cambio de personal, la impericia ha ocasionado accidentes laborales lamentables.


Tomado de El Carabobeño


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