18 de abril del 2002 |
Entrevista al Ministro de Educación de Venezuela
Narración de cómo se contuvo el golpe contra Chávez
Blanche Petrich
Agencia de Noticias de Chile
Cuenta que el día crítico
"a las tres y media de la madrugada del día 13, cuando ya se habían llevado
detenido al presidente, salieron los ministros. Antes hubo mucha discusión. Le
dieron un ultimátum, le dieron 15 minutos y lo amenazaron con bombardear el
palacio con nosotros adentro. Allanaron los ministerios. Mi despacho fue
allanado, el ministerio, todos los ministerios".
-¿Quién hizo esa amenaza?
-Los golpistas.
-¿En particular alguien
del alto mando?
-De parte de ellos hubo
dos generales del alto mando que actuaron como enlace. Dos generales de la
confianza del presidente conversaron con ellos. Ellos fueron los que trajeron
la información de que si no renunciaba el presidente ellos amenazaban con
bombardear el palacio con nosotros adentro.
Agrega: "Lo
fundamental para nosotros trabajar en el reencuentro de todos los venezolanos,
la reconciliación. Lo importante era mantener la institucionalidad democrática
y se ha logrado. Ahora tendremos que actuar con mucha prudencia para facilitar
el reencuentro de los venezolanos".
-¿Está ya restituida la
Asamblea Nacional?
-Está previsto
restituirla después de que la supuesta junta la disolvió, lo mismo que la Corte
del Tribunal Supremo y otras instancias. Ahora la asamblea tendrá que retomar
su normalidad.
Explica que "fue un
golpe de Estado muy bien planificado. La marcha fue organizada para justificar
el golpe. Todas las fuentes oficiales fueron cercenadas de los medios de
comunicación. Por eso cerraron el canal del Estado, como parte del golpe, Radio
Nacional y el Canal 8. No teníamos ningún medio de comunicación. El día del
golpe por la mañana Chávez tenía una correlación de fuerzas que se revirtió por
la tarde porque nunca pensó que compañeros de él le fueran desleales.
"Desde el propio día
del golpe la gente comenzó a movilizarse por todas partes. En la noche hubo un cacerolazo
y la gente empezó a concentrarse frente a las instituciones militares. En
Caracas, en el Fuerte Tiuna, que es el principal, había al menos 15 mil
personas. En Maracay, Valencia, Barquisimeto y otros lugares el país decenas de
miles tomaron las calles. El pueblo se desbordó en los caseríos, en los
pueblos, en las ciudades. Esto llevó a que quienes tienen el verdadero control
de las fuerzas armadas, que no son las cúpulas, asumieran el mando. Por eso
comenzaron a pronunciarse las fuerzas militares con el pueblo. También en
Miraflores. Cuando los miembros de la junta vieron que la gente los estaba
rodeando, ellos y sus allegados abandonaron el palacio dejando ahí abandonados
a muchos invitados. Cuando abandonaron el palacio, la guardia se alzó y asumió
el control. Nosotros, con la gente del gabinete, nos acercamos a Miraflores y
entramos al palacio.
"Cuando yo entré al
palacio iba la ministro del Trabajo, la de Desarrollo Social y del Ambiente. Yo
vivo cerca del palacio y me fui a buscar a las ministros. Vivo en una zona
popular cerca de Miraflores y ahí los golpistas no podían llegar a buscarme
porque los vecinos estaban pendientes, aglomerados cerca de mi casa por si me
allanaban. Yo tenia esa ventaja así que mandé buscar a las ministras por otras
vías para que se concentraran en mi casa. De aquí tomamos un carro con varios
compañeros y nos movilizamos directamente a Miraflores. Como está cerca y la
gente tenía tomada toda la avenida que va al palacio presidencial, pues nos
dieron protección. Así entramos. Al identificarme con la guardia, los soldados
sacaron banderas y tal y nos dijeron que pasáramos y entramos ahí.
-¿El gabinete estaba en
un sitio distinto a donde estaba Chávez?
-No, no. Todos estábamos
juntos. Había diputados, había mucha gente, el presidente no estaba solo.
Nosotros le dijimos al presidente que bombardearan, que nosotros no íbamos a
salir. El presidente nos pidió un momento para pensar y nos dijo: Bueno, miren,
ustedes sigan luchando y si quieren ellos que me lleven preso y yo no voy a
renunciar ni me voy a ir del país. Sigan luchando, no quiero que ustedes se
sacrifiquen, hay un pueblo allá afuera que necesita dirección, el pueblo confía
en nosotros. No podemos suicidarnos aquí porque es suicidar al pueblo.
"Pensamos en varias
otras alternativas, entre ellas la de trasladarnos a alguna otra ciudad con
gabinete y presidente donde los mandos fueran leales al presidente y trasladar
al gobierno. De lo que estábamos todos seguros es que nadie iba a renunciar,
para que los golpistas asumieran la responsabilidad de lo que significa un
golpe de estado y la ruptura del orden institucional. Ante tanta confusión,
ellos nos hicieron llegar otro mensaje a través del general en jefe Lucas
Rincón y Eliezar Hurtado, en el que decían al presidente que tenía un plazo y
que si no, tomaban el palacio a la fuerza con nosotros adentro.
"Cuando faltaban
cinco minutos para que se venciera el plazo y sin que nosotros hubiéramos
tomado todavía una decisión, el presidente nos dijo: que me tomen preso si quieren,
yo no renuncio y que ellos asuman su responsabilidad frente al país y la
comunidad internacional. Pero todo eso no salió en la prensa, lo que salió es
que el presidente había firmado una carta, carta que todos nosotros sabíamos
que era falsa.
"En esa madrugada
nosotros tomamos la decisión de no salir si no había una garantía de preservar
la seguridad del presidente. Entonces estos generales, que habían sido nuestros
compañeros, aseguraron que no le iba a pasar nada. No se preocupen, nosotros
garantizamos. Ustedes se pueden ir a sus casas y prepárense para hacer una
entrega de sus ministerios a la gente que va a asumir esto . Cuando muchos de
los ministros llegaron a sus casas se encontraron con que estaban allanadas,
atropello de familiares, cercenados nuestros derechos de información y
expresión.
-¿Ustedes trataron de
hablar con la prensa en ese momento?
-Con todos. Yo hice una
rueda de prensa en mi casa. En esos momentos la televisión y la radio estaba
diciendo que yo era uno de los ministros más buscados, que me habían ido a
buscar a mi casa y que no me habían conseguido, que era un tipo peligroso y me
estaba escondiendo, dando la impresión de que yo era un delincuente. Lo cierto
es que a donde yo vivo, que todos saben dónde vivo, nadie fue a buscarme.
Fueron a donde mi mamá, a donde mis hermanos.
"Entonces tomé la
decisión de ir al canal dos. Me sacaron unos compañeros. Me dije, pues si me
matan, me matan. Hablé con el presidente del canal dos, le dije, tú sabes que
no es verdad, por qué sacan esas cosas. Me mandó a hablar con su jefe de
prensa, un muchacho periodista que se llama Andrés Izarra. El se puso a llorar.
Cónchale, me dijo, yo sé que esto es mentira, yo sé qué es lo que está pasando.
Pero este es mi trabajo. Él renunció al canal en ese momento. Y está dispuesto
a contar cómo se armó todo esto. También hablé a Radio Caracas, me dijeron que
por tratarse de mí me iban a hacer el favor pero apenas empecé a hablar al aire
se cortó la línea y cerraron el programa. No pudimos hablar más nadie a ningún
medio. Y los medios transmitían cosas totalmente fuera de la realidad. Entonces
comenzamos a trabajar con las cadenas internacionales, amigos que son
periodistas empezaron a hacer boletines para los medios internacionales, con
Cadena Caracol, con radioemisoras de España, de Perú, con la BBC de Londres,
Francia. Llegó un momento en que ellos trataron de quitarles la señal a ellos,
por ejemplo, localizamos una televisora de Portugal y que denunciaba que sus
enviados no podían entrar a Venezuela.
"Varios periodistas
han renunciado a sus respectivos canales. Mi hija es periodista y llamó a un
canal donde tiene amigas, preguntándoles porqué estaban haciendo eso. Si chica,
mira lo que nos están obligando hacer. Ellas lo que hacían era llorar y llorar
porque no podían hacer más nada. Eso tiene que ver con que los dueños de los
medios son parte de la conspiración. Durante todo el gobierno de Chávez
manipularon.
-Por eso mismo resulta
muy impresionante que mucha gente no creyó en esas informaciones y salió a la
calle a exigir el regreso de Chávez.
-Todo eso se desencadenó
muy rápido una vez que nosotros logramos colar la verdad por el Internet, el
teléfono, las radios comunitarias que se instalaron durante este gobierno con
el fin de establecer una red alternativa. También hay televisión comunitaria.
Ayudó mucho la radioemisora de un sector de la iglesia, Fe y Alegría. Y a
medida en que logramos difundir por esos medios la gente empezó a salir a las
calles. Todavía noche, cuando los golpistas ya habían perdido todo, empezaron a
planear como sacar al presidente del país. Qué lo salvó, que cuando llevaban al
presidente a algún sitio, tenían que rotar a cada rato a la guardia. No lo
podían dejar en ningún sitio. Hasta que lo llevaron a la isla Orchila, en el centro
norte, ahí fue donde el presidente supo que estaban diciendo que había
renunciado y escribió esa nota: 14:45 horas Al pueblo venezolano y a quien
pueda interesarle. Yo Hugo Chávez Frías, venezolano, presidente de la república
Venezolana de Venezuela, declaro; no he renunciado al poder legítimo que el
pueblo me dio. Y firmó.
"El muchacho nos
hizo llegar eso. Nosotros lo pasamos por todas las casas, por todas las
oficinas. Entonces el fiscal general habló y declaró que el presidente había
hecho saber eso a pesar de que estaba incomunicado. El fiscal convocó a una
conferencia de prensa. Pero el jefe de prensa del fiscal, para hacer que la
gente fuera a la rueda de prensa, anunció que el fiscal iba a renunciar. Y
entonces le pusieron todos los medios al fiscal. Una vez que estuvo en vivo en
todos los canales de radio y televisión, el fiscal comenzó a denunciar que era
un gobierno de facto, que el presidente no había renunciado, que el papel que
estaban leyendo era falso, que el gobierno era de facto porque la constitución
establece que en ausencia del presidente el vicepresidente asume el mando, y
que el vicepresidente estaba vivo pero lo estaban persiguiendo en caliente para
matarlo.
"En ese momento
nosotros ya teníamos el control de Fuerte Tiuna, de Maracay, Valencia, Barquisimeto,
la gente ya tenía tomada la calle y la prensa no decía absolutamente nada.
"Otra cosa que ayudó
mucho fue que cuando llegó por fax ese papel con la firma del presidente. Esa
se divulgó sobretodo por medios alternativos, Radio Perola, todos esos medios
que nos hemos inventado nosotros. Entonces cuando se corrió la voz de que el
presidente no había renunciado, a la gente le indignó muchísimo de que la
engañaran de esa manera. Por eso empezaron a rodear a los canales, los
motorizados se aglomeraron, para que dijeran la verdad.
"Ya en ese momento a
los golpistas ya lo único que les quedaba era el presidente preso. No tenían ni
las calles, ni las fuerzas armadas.
"En ese momento la
junta trató de negociar. Nos mandó un mensaje diciendo que bueno, que se
restituía la cosa, ellos liberaban a Chávez, y ellos aceptaban a un presidente
que no fuera Chávez. Nosotros nos reunimos y dijimos aquí no hay ninguna
negociación, el presidente de nosotros es Chávez. Ya le habían planteado antes
al comandante Real de las fuerzas Armadas, que es el que estaba dirigiendo
todas las operaciones conversar con él. Como condición para conversar es que le
hagan una cadena televisiva al presidente Chávez. Después de eso conversamos.
Por supuesto que no pusieron la cadena. Eso era como las dos de la tarde.
"Ya después de eso
ellos decidieron sacar al presidente. Ellos enviaron a Orchila un avión del
señor Gustavo Cisneros, el dueño de Venevisión. El que dio la voz de alerta a
las guarniciones leales de que iban a sacar al presidente fue otro de los
soldados que pudieron a custodiarlo. Por esa misma vía le dieron instrucciones
a ese muchacho cómo desactivar la tarjeta de vuelo para que el avión no pudiera
despegar. Entonces varios generales del ejército y de la marina le hablaron al
comandante de la guarnición de La Orchila.
"Y entre tanto se
estaba preparando una alternativa, un equipo especial con helicópteros que se
estaban preparando para rescatar al presidente.
-¿Desde qué base?
-No te lo puedo decir.
-¿Qué va a pasar con los
altos mandos que apoyaron el golpe?
-Los militares en
Venezuela se respetan mucho indistintamente de sus posiciones. No creo que vaya
a pasar nada trágico. En todo caso ellos siempre tienden a darse de baja,
colocando a los que tienen menos responsabilidad de lo ocurrido en cargos donde
no tengan mando de tropa. En Venezuela no hay una tradición sanguinaria de
torturar, de meter preso. Ellos cumplen con su responsabilidad de acuerdo con
las normas, suspensión, retiro, acuerdos.
-Cuando les llegó la
amenaza de que tomarían el Palacio de Miraflores por la fuerza ¿pensaron que
efectivamente podrían matarlos?
-Inmediatamente lo que
pensamos fue lo de Allende, todos vimos el retrato de Allende. Pensamos en esa
alternativa. Bueno, esa es la alternativa que prefería la mayoría del gabinete.
Nosotros pensamos que eso era lo más digno. El presidente fue el que dio otra
alternativa, irse a otra ciudad con más seguridad. En efecto esa ciudad,
Maracay, fue la primera que se alzó porque ahí está la guarnición de
paracaidistas, que es a la que pertenece el presidente y porque ahí está el
militar que le es más leal a Chávez.
"Hablé con la gente
de OEA, con la CIDH, empezamos a comunicarnos internacionalmente. Nuestra gente
empezó a hablar con la embajada de Estados Unidos, con el Consejo de Seguridad,
les dijeron que el presidente no había renunciado, que el gabinete tampoco.
-¿Usted estuvo con el
embajador William Shapiro?
-Con Shapiro habló gente
de mi partido y me dicen que él estaba muy consciente de lo que estaba pasando.
Porque nosotros se la pusimos difícil. Nuestra gente le aseguró que nosotros
estábamos comprometidos con la constitución y el respeto a los derechos humanos
y le es explicamos que Chávez no iba a renunciar. Entonces ellos preguntaban,
así como parcializados, que qué es lo que pasaba con la renuncia que habían
anunciado por televisión.
-¿Creen ustedes que
Estados Unidos estuvo detrás de la trama golpista?
-Mire, yo soy miembro del
gabinete, soy una gente cercana a Chávez, nosotros lo que queremos es mejorar
las relaciones con Estados Unidos ¿me entiende? Pero, en fin, por supuesto que
sí.