20 de Junio de 2003
Eleonora Gosman
El Clarín
Asunción. Enviada Especial
Lo dijo el presidente de Venezuela, al aludir a la difícil situación económica latinoamericana. También se alegró de que crezca en la región el discurso antineoliberal: "Ya no me siento solo."
Tarde en la noche, en el hotel Excelsior de Asunción, el presidente Hugo Chávez reveló que ya no teme que "potencias planetarias" puedan interferir en el proceso venezolano. Indicó que hay un "cambio de percepción" por parte de EE.UU. sobre que "no hay margen para estirar más la cuerda" en la región. El líder venezolano pasó a desplegar, desde enero pasado, una intensa campaña diplomática. No se pierde ni cumbres ni asunciones presidenciales en la región.
En una entrevista exclusiva con Clarín, mencionó como un dato clave "los nuevos rostros" latinoamericanos y el cambio en los discursos de los presidentes. "Descargan artillería feroz contra el neoliberalismo", dijo. "Ya no me siento solo."
-¿Cómo se manifiesta ese cambio de política de EE.UU. sobre Venezuela?
-Le cuento algo concreto: uno de los grandes golpistas, que era agregado militar en Washington y apareció en público el día del golpe de abril (del 2002) en Venezuela, se fue huyendo a EE.UU. tras el fracaso. Desde entonces, le reclamé al embajador norteamericano en Caracas que ellos protegían a un prófugo. El hombre volvió a Venezuela y ahora EE.UU. le retiró la visa. Para nosotros es una buena señal.
-¿A qué cree que se debe la transformación?
-A la realidad política. Cualquier sector internacional de poder que apoyó a la oposición política venezolana tiene que haberse dado cuenta de que por la vía golpista la oposición no iría a lograr sus objetivos.
-¿Confía en que se han terminado los intentos desestabilizadores?
-Disculpe, pero cualquier cosa que diga podría ser apenas una especulación, o una hipótesis. Y realmente, prefiero no hacer hipótesis en temas tan delicados. Espero que los EE.UU., la mayor potencia del planeta, como todo el resto del mundo, terminen de entender que en Venezuela tenemos una democracia, una Constitución y una soberanía. Tras el golpe, ellos plantearon que hiciéramos un referendo revocatorio inmediato. Y dije que no era posible porque no está en nuestra Constitución. Entonces pidieron un adelanto de elecciones. Y nuevamente les mencioné que eso no era posible por cuestiones constitucionales. Finalmente se aceptó que debe imperar lo que está en la ley.
-¿Estos cambios en la política de EE.UU. tienen algo que ver con los ocurridos en Sudamérica?
-Efectivamente, Venezuela ya no está sola. Hay un analista que dijo algo que está muy cerca de la verdad: se pretendía tumbar a Chávez antes de que Lula ganara, antes de las elecciones en Ecuador y en Argentina. Bueno, hoy veamos qué rostros presidenciales tenemos en Sudamérica y cuáles son los discursos. Hay una diferencia notable entre lo que escucho y lo que oía hace apenas tres años. Aquí imperaba antes el discurso neoliberal y el aplauso a la globalización. Ningún presidente se atrevía, en estas cumbres, a hablar del Mercosur, de la deuda. Ahora, hay una descarga de artillería pesada en buena parte de los discursos presidenciales.
-Pero una cosa son los discursos y otra, los hechos.
-Es que por ahí se comienza. Todo proceso lleva su tiempo.
-Hay gobiernos que prometieron cortar con las políticas neoliberales y, sin embargo, no lo han podido hacer.
-Está claro que esas políticas no desaparecerán tan rápido. Pero el proceso debe ser acelerado por las contradicciones. Creo que si los nuevos rostros que vienen apareciendo en América latina no asumen las demandas de la mayoría, si traicionan a sus votantes, van a desaparecer pronto. Lo que veo en América latina es un proceso de pueblos que empiezan a levantarse. Y déjame decirte algo: creo que el único camino de América latina es la revolución.
-¿Qué revolución? ¿A través de elecciones?
-Creo que una elección es sólo un mecanismo y puede activar o retardar un proceso. Y no estoy hablando de una revolución comunista sino dentro del marco de un capitalismo.
-¿Usted dice una revolución industrialista o desarrollista?
-No sólo eso. Hay nuevos modelos económicos que no son solamente el industrialismo. Lo que planteamos es un modelo antineoliberal, de una economía humanista y un modelo democrático y participativo. Y otra cosa: o lo hacemos por este camino de la democracia, aun cuando imperfecta, o en este continente se vienen oleadas violentas.
-¿Cree realmente que en EE.UU. se preocupan por esta situación?
-No soy norteamericano para saberlo. Pero John Kennedy decía que en el sur del continente había una revolución. De Kennedy es la frase: "Quienes le cierran el camino a la revolución pacífica le abren el camino a la revolución violenta". Claro que tal vez por eso lo mataron a balazos.
-Durante la guerra de Irak, ¿tuvo miedo de que agregaran a su país en el "Eje del mal"?
-No. Ni tampoco lo tengo ahora. No veo en Venezuela nada parecido a lo de Irak. Son situaciones muy distintas. Si alguna fuerza, venga de EE.UU. o de la Luna, pretendiera invadir Venezuela, hay un pueblo que saldrá a defender el país, aun cuando no tenga armas. Pero además piense lo siguiente: ¿Qué pasaría en Colombia, en Bolivia, en Brasil, frente a una situación de ese tipo? ¿Usted cree que se quedarían de brazos cruzados? Yo creo que no. Irak, con el perfil que tuvo el gobierno de Saddam Hussein, no puede compararse en absoluto con nuestro régimen.
Tomado de Argenpress.info