18 de diciembre del 2002
Alejandra Domínguez
Rebelión
Más allá de Chávez lo que está en juego en estos momentos es la democracia, la constitución, la estabilidad del país y por supuesto nuestra economía. Si el gobierno logra dominar esta situación y la consulta electoral se realiza como lo establece la Constitución, estaremos dando realmente un paso al frente. El cuento de que el país se caía a pedazos y no resistiría hasta agosto cuando se podía convocar un referéndum revocatorio, se desploma en estos momentos cuando el paro petrolero, que por deducción calificamos de fines inconfesables, le ha asestado un daño potencialmente mayor al que supuestamente el gobierno de Chávez le ocasionaría al país en 8 meses
Resulta contradictorio que quienes en Venezuela piden libertad y democracia en estos momentos, sean precisamente quienes en la actualidad libran una batalla en contra de estos sagrados principios que garantizan la convivencia humana y el respeto a las ideas ajenas.
Resulta suspicaz que en nuestro país, luego de un proceso que nos llevó a las urnas electorales en 7 oportunidades, sea precisamente ahora a tan sólo 8 meses de las tan "ansiadas" y solicitadas elecciones, se atente contra la estabilidad democrática, la economía y la paz del país, con un paro petrolero -el cívico no funcionó- que de ser dominado por la actual administración, no sólo sumará un gran punto a este gobierno, sino a la nación venezolana.
Y es eso fundamentalmente lo que está en juego actualmente en nuestro país, pues se trata de que el Estado, y no el gobierno de turno, pueda realmente tener control sobre su principal generador de riqueza. Aspecto éste que agradecerán futuros gobernantes, de lo cual no cabe duda, están conscientes muchos dirigentes de la actual oposición que fueron factores de poder en el pasado reciente y también estuvieron de manos atadas ante el hecho de no poder acceder a una sana vigilancia de nuestra principal industria, que con todo derecho le corresponde al Estado en su papel de garante de esa riqueza para su justa distribución a todo el pueblo, sin exclusión alguna.
Naturalmente que detrás del paro petrolero está la vieja dirigencia y parte de la nueva también que no admite la posibilidad de un nuevo estilo de gobernar y mucho menos de no tener acceso al poder y a las prebendas a las cuales muchos de ellos se han beneficiado a lo largo de los años.
Lo lamentable es que miles de venezolanos, de la clase media fundamentalmente, se hayan dejado manipular al pedir democracia y libertad cuando las disfrutan a plenitud, y no les resulten sospechosos los argumentos que sectores dominantes vienen planteando desde hace un año aproximadamente, quienes con el cuento de paros cívicos y marchas, nos llevaron al golpe de abril con sus lamentables consecuencias en menos de 72 horas. Quienes luego, ante la derrota, en una especie de madeja de oscuros intereses económicos internos y foráneos, con el apoyo de un poder judicial que no está precisamente secuestrado por el Ejecutivo (prueba de ello es que hubo un golpe sin golpistas y que el capitán de uno de los buques secuestrados quedara recientemente en libertad, por citar dos ejemplos), lanzan esta aventura que, de imponerse, supondrá lamentablemente un estado de inestabilidad política, económica y social en los próximos años.
¿Entonces quiénes son realmente los que están atentando contra la libertad y la democracia?.
¿Acaso estos principios fundamentales y preciados en la sociedad moderna y globalizada de la cual muchos de esos opositores hacen alarde, no requiere precisamente el respeto a la decisión tomada mayoritariamente en la urnas electorales? ¿No es verdad que esa Constitución nos ofrece salidas para remover a un gobernante, bien sea el Presidente de la República o el Alcalde del municipio más pequeño del país? ¿Es mentira acaso que el venezolano tiene ahora la posibilidad de participar con su opinión sobre alguna decisión de trascendencia como por ejemplo la venta del 10 % de PDVSA como algunos de los supuestos expertos petroleros y analistas económicos lo proponen? Ahí precisamente radica parte del aspecto medular de toda esta situación. Tal vez en la visión de muchos de la oposición, no convenga tanta democracia ni libertad consagradas en la Carta Magna del 99.
Es asquerosa la hipocresía reinante en todo esto y es lo que incluso opositores de Chávez, que no representan intereses económicos ni políticos de claras orientaciones insanas para el colectivo del país, deberían plantearse.
Cabría en primer lugar una pregunta luego de los sucesos de abril cuando quisieron vender la idea electoral, mediante la vía más fácil, la del referéndum consultivo. ¿Quién tiene realmente miedo de medirse en las urnas?. La respuesta es sencilla, la oposición simplemente quiere que Chávez le brinde en bandeja de plata su propia salida, supuestamente por vía constitucional.
Con el consultivo se requieren menos votantes y por supuesto menos votos. No quiere esperar el revocatorio, la vía legal para decidir si un mandatario se va o se queda, porque lógicamente tiene que superar los votos que en este caso Chávez obtuvo cuando fue ratificado en la Presidencia luego de la aprobación de la Constitución del 99.
Tampoco le interesan elecciones generales adelantadas porque tiene que ponerse de acuerdo no sólo con un candidato único para disputarse la Jefatura de Estado con Chávez, sino también lograr alianzas para gobernadores, alcaldes, parlamentarios y concejales. La rebatiña no daría para tanto.
El cuento de que el país se caía a pedazos y no resistiría hasta agosto cuando se podía convocar un referéndum revocatorio, se desploma en estos momentos cuando el paro petrolero, que por deducción calificamos de fines inconfesables, le ha asestado un daño potencialmente mayor al que supuestamente el gobierno de Chávez le ocasionaría al país en 8 meses. Definitivamente la oposición tenía miedo de no lograr los casi 4 millones de votos necesarios para sacarlo, pese a que las encuestas supuestamente le asignaba el 70 % de adeptos. Algunos de esos opositores como el Dr. Hermán Escarrá y algunos periodistas no han tenido inconveniente en decirlo abiertamente. ¿Entonces, cuál es el concepto de democracia que esta gente maneja? ¿La misma del 11 de abril que mediante un decreto, refrendado por esos "demócratas" de hoy, arrasaba con toda legalidad y violaba derechos humanos?.
Más allá de Chávez lo que está en juego en estos momentos es la democracia, la constitución, la estabilidad del país y por supuesto nuestra economía. Si el gobierno logra dominar esta situación y la consulta electoral se realiza como lo establece la Constitución, estaremos dando realmente un paso al frente.
Si los votos de ese referéndum revocatorio, superan los casi 4 millones obtenidos por Chávez, entonces se irá en buena lid, el Vicepresidente se encargará de la Jefatura de Estado y convocará a elecciones en los 30 días subsiguientes (Art. 233 de nuestra Carta Magna). No será por los 3 años restantes del período iniciado en agosto de 2000 que el Vicepresidente se quedará encargado de la Presidencia, tal como lo han hecho ver algunos voceros de la oposición con manipulaciones que ofenden a la inteligencia de nuestro pueblo, de las cuales se han hecho eco algunos periodistas conductores de programas de opinión.
De triunfar toda esta locura en la cual nos han sumergido quienes luchan por otros intereses que no son precisamente los del bienestar del colectivo, entonces estaremos dando dos pasos atrás, porque iremos de vuelta al siglo XIX por la inestabilidad y la multiplicidad de caudillos que para la época pusieron en peligro la unidad nacional, y que hoy día pudiera ser lo que nos espera. Sería por decirlo en lenguaje de ciencia ficción, un viaje al pasado desde el presente y la esperanza de muchos venezolanos, no por el mantenimiento de un gobierno a como de lugar, sino por el respeto al Estado de Derecho, la Constitución y las Leyes, que en otras palabras significa democracia, libertad, justicia y por supuesto estabilidad y progreso.
Por eso ni un paso atrás. Defendamos nuestra democracia y si Chávez no representa ese ideal de justicia que todos deseamos, entonces vayamos a las urnas a votar por la revocación de su mandato en agosto próximo, pero no nos dejemos manipular. Se ofende al colectivo y a si mismo cuando se pide libertad al tiempo que se le coarta el libre tránsito a otras personas, aparte de tener la posibilidad de expresar cuanto se desee. Se ofende cuando se pide democracia y se atenta contra la constitución, especialmente cuando se está cerca de una salida prevista por ella misma. Se ofende cuando se afirma que la lucha es contra un dictador y no estamos precisamente frente a un gobierno dictatorial.
Allá quienes asumen esas posturas manipuladoras a conciencia, pero es inaudito que estudiantes, profesionales y gente con cierto nivel de información se deje arrastrar de esa manera, porque sin ser ignorantes pasan como tales y demuestran que son presa fácil de la mentira, al dejar que sus emociones mengüen su capacidad de análisis y raciocinio. Quedan muy mal cuando cantan "Se Va, Se Va..." o "Este Gobierno va a Caer", porque son frases que reflejan contradicción entre una supuesta defensa de la democracia y el deseo de tumbar a un gobierno elegido democráticamente. Mejor lo ha hecho el llamado pueblo llano que con su sencillez y natural sabiduría, responde con el "Volvió, Volvió", porque de alguna manera significa el retorno al estado de derecho luego de una dictadura de 48 horas. Mientras tanto, parte de esa oposición que se dice democrática y supuestamente lucha por ella, con actitudes similares y hasta peores a las de algunos sectores extremos afectos al gobierno, tranca importantes arterias viales, quema cauchos, insulta a quienes no comparten sus ideas con calificativos que van desde hordas, delincuentes y otros, mientras se autodenomina sociedad civil y afirma actuar pacíficamente.
Con ese eufemismo, le van torciendo el brazo al país democrático y hasta el Gerente de Planificación de PDVSA, Juan Fernández, tiene la desfachatez de afirmar que sus acciones en nuestra principal industria, responden a sus derechos como ciudadano, cuando estos debe ejercerlos de la puerta de la industria hacia fuera y no poniendo en peligro la economía y estabilidad de todo un país. ¿Quién le dio el derecho de liderar tan criminales e ilegales acciones, mientras paralelamente se le niega al Presidente de la República el deber de hacer cumplir la Constitución y la Ley?. ¿Acaso no es altamente delictiva y violenta esa actitud de los cacareados "meritócratas" de PDVSA, quienes aparte de un gran daño económico, nos han robado buena parte de nuestras festividades navideñas? Pensemos entonces que la salida está allí muy cerca y que en las urnas electorales, según lo previsto en la Constitución, está la solución mediante el mandato del soberano con su voto, sea éste en contra o a favor de que Chávez se mantenga en el gobierno, pero con respeto a lo estipulado en el artículo 233 anteriormente citado, y en el artículo 72 de revocar el mandato "...cuando igual o mayor número de electores o electoras que eligieron al funcionario o funcionario hubieren votado a favor de la revocación...."
Tomado de Rebelión