17 de marzo

10 de Febrero de 2003

Una Emboscada Mortal

Guillermo García Ponce
Red Bolivariana

Todos los planes de los enemigos de la joven revolución bolivariana han fracasado. La estrategia dirigida a cercenar el proyecto que rompió la tutela de la vieja política se ha estrellado contra la mayoría popular, la unidad del pueblo y la Fuerza Armada y la voluntad del Presidente Chávez.

Sin embargo, los viejas privilegios y los factores del exterior no están dispuestos a aceptar la derrota. Inventan nuevos dispositivos para restaurar el antiguo régimen. Es asunto de vida o muerte. Venezuela y Chávez son un mal ejemplo para América Latina. Si la revolución bolivariana se consolida y profundiza, otros pueblos pueden seguir el ejemplo y eso es terrible para los poderes internacionales que disfrutan de la subordinación y explotación de América Latina.

Las mismas fuerzas que hoy conspiran contra el gobierno bolivariano lograron en el pasado derrotar otros intentos de la revolución nacional democrática. En 1936, a la muerte de Juan Vicente Gómez, gracias a López Contreras y a la traición de Rómulo Betancourt, sofocaron el auge revolucionario. El 18 de octubre de 1945 derrocaron al gobierno de Medina Angarita porque éste, aún cuando en forma tímida, había iniciado las reformas petrolera y agraria y mantenía una alianza con la izquierda. El 24 de noviembre de 1948, tumbaron a Rómulo Gallegos, indignados por la política petrolera de Pérez Alfonso y el agrupamiento de una nueva izquierda en el seno de la juventud de AD. Más recientemente frustraron la heroica rebelión popular-militar del 23 de enero de 1958 al excluir a la Junta Patriótica e imponer la traición de Punto Fijo.

Contra la revolución bolivariana han intentado una y otra vez lo mismo que en 1936, 1945, 1948 y 1958, pero esta vez han sido derrotados... Esta es la diferencia. Sin embargo, no están vencidos. Reciben oxigeno desde el exterior, apoyo político y logístico de gobiernos extranjeros y volverán a intentar de nuevo la restauración del viejo orden al servicio de los mismos intereses que durante cuarenta años condujeron a fracasos tras fracasos, al despilfarro de los recursos del país, al enriquecimiento de las cúpulas sociales y a la dependencia del dominio extranjero.

Las nuevas embestidas del neofascismo se desarrollarán en las líneas de un "conflicto de baja intensidad", que comprende el empleo de atentados terroristas, de nuevas campañas de sabotaje en la industria petrolera y en el sector eléctrico, de intensificación de la guerra mediática y de una estrategia de causar un mayor deterioro a la economía nacional.

Es en este escenario de conflictividad y alta tensión política que los enemigos internos y externos de la revolución bolivariana quieren montar una "elecciones ya". Pero no se trata de unas elecciones democráticas, de igualdad de oportunidades, sin ventajismos. No, ellos quieren una elecciones tipo "nicaragua", tal cómo mutilaron la revolución popular sandinista. Es el modelo "made in Usa" para ahogar los gobiernos revolucionarios y restaurar la vieja política "electoralmente" Arruinan la economía nacional, siembran el terrorismo, desatan al máximo la guerra mediática y, al mismo tiempo, alimentan copiosamente toda suerte de actividades subversivas legales o ilegales con un torrente de millones de dólares. Esta es la emboscada mortal que la vieja política y sus tutores extranjeros pretenden imponer al pueblo venezolano para ahogar los cambios en Venezuela y América Latina.

Tomado de Red Bolivariana


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