11 de septiembre del 2002
Reinaldo Bolívar
Rebelión
El fascismo sólo se puede dar en períodos revolucionarios, en períodos de grandes crisis sociales (...) o lo que es lo mismo o victoria de la reacción o victoria de la revolución. (Javier García.1999).
Los movimientos de derecha fascistas surgieron como respuesta a las revoluciones de izquierda, aprovechando el descontento de una parte de la población canalizada por una élite en busca de ideologías fuertes.
Su auge se produce de 1926 a 1936. El fascismo es alimentado por nacionalismos exacerbados.
Nace en Italia con Mussolini, se propaga por Europa, Japón y de allí a América Latina.
Una característica de los regimenes fascistas es el desconocimiento del ordenamiento legal estatuido y de los acuerdos internacionales. Los deseos se imponían por la diplomacia o por las armas. El expansionismo y el anticomunismo eran guía para justificar la acción.
Comúnmente el fascismo se basa en un movimiento organizado formado por las masas desesperadas de la pequeña clase media media y alta, elementos desclasados de la clase obrera y organizaciones clasistas. Los líderes fascistas utilizan estos grupos como fuerza de choque en su estrategia de toma del poder político. Una vez logrado su objetivo se depurarán incluso de quienes colaboraron con la conquista.
La purga se centrará en elementos "revolucionarios" para permitir la evolución del régimen hacia una dictadura de Estado. El método fascista es la aplicación de una lógica que no pretende convencer al contrario sino eliminarlo mediante cualquier medio. El fascista no dialoga ataca hasta hacerse con el poder o ser desplazado definitivamente.
El caso más paradigmático fue el ascenso de Hitler quien capitalizó la crisis económica y el miedo al comunismo. Fue ayudado magistralmente por el exsocialista Joseph Goebbels, experto en congregaciones de masa, publicidad y documentales, quien vendió a la derecha alemana las ideas hitlerianas. El ascenso de Hitler se produce ante la victoria legislativa de los comunistas, lo que provocó la unión de las fuerzas de centro y derecha para llevarlo al poder en 1932.
Previo a ello, el partido nazi produjo una crisis de gobernabilidad mediante continuas agitaciones de calle, provocando la anticipación de las elecciones generales. Una vez en el gobierno, Hitler llamó a elecciones legislativas, "ganando todos los escaños", quitó la autonomía a los estados federales, eliminó los partidos políticos, los sindicatos y concentró en él todos los poderes (erradicó el poder legislativo y judicial). Luego inició una carnicería contra sus opositores y enmarcó el régimen en un cruel tinte racista. Los grandes empresarios alemanes prestaron todo su apoyo económico al régimen.
El fascismo llega con el nombre de falangismo a España (años 30) cuando sectores del ejército, la iglesia católica y la clase capitalista reaccionaron con violencia ante las reformas liberales. La Guerra Civil en España se escenificó entre esos sectores de oposición versus el gobierno republicano, con sus aliados socialistas, comunistas, obreros, y parte de la clase media. Del extranjero los falangistas recibieron el apoyo de Hitler y Mussolini.
La república apenas recibió ayuda de naciones democráticas.
La II Guerra Mundial detuvo a los fascistas en Alemania, Italia y Japón, sólo la muerte del dictador Franco (1973) los relegó en España.
En América Latina, para la época (años 30) se instauraron férreas dictaduras militares en la región muy influenciadas por las ideas de México y Chile. En los años 60 y 70 el fascismo se dejó ver también en América.
El fascismo se caracteriza por poner una atención especial en el carácter simbólico de la formación, por lo que elementos, uniformes y lenguaje desempeñaron un papel socializador muy importante.
Así se observa el uso de colores lúgubres como banderas y vestimentas negras, eslóganes violentos que incitan al ataque.
Los movimientos políticos se adaptan a las situaciones. En los años setenta numerosos grupos filofascistas operaron generalmente desde actuaciones terroristas mientras que en los años ochenta el fascismo ha resurgido bajo una serie de denominaciones variada. En Europa -Holanda, Austria, España, Francia se observa un crecimiento sostenido de la ultraderecha.
Contrario al orgullo con que antes se proclamaban, ahora crean organizaciones neofascistas, que niegan su procedencia fascista, pero que utilizan sus métodos e ideas, modernizándolas y encubriéndolas como movimientos nacionalistas xenófobos a fin de penetrar a organizaciones contrarias.
Siguen siendo los poseedores del gran capital y usan con principal fuerza de choque a los medios de comunicación en todas sus áreas.
Sin embargo, hay que acotar que no necesariamente todos los movimientos políticos, son necesariamente de carácter fascistas puro; en ocasiones las burguesías o grupos de poder económico tan sólo utilizan los métodos. Esto porque están concientes de que por mucho tiempo estará en minoría frente a las multitudes de obreros, campesinos, amas de casa, desempleados, informales, estudiantes y la clase media conciente de sus derechos civiles que pueden reaccionar en cualquier momento tal como ocurrió en Venezuela el 13 de abril de 2002.
Desde 1999, con el cambio de Constitución en Venezuela, la participación de los ciudadanos ha venido aumentando, se han promulgado leyes a favor de las mayorías sociales y se han desplazado de los espacios de poder a las élites tradicionales.
Esto ha producido un reagrupamiento de factores de derecha antes divididos por la competencia por el poder, a fin de reconquistarlo. No obstante, estos factores, ahora rebautizados, desconociendo la nueva constitución, han recurrido a estrategias neofascistas. Un análisis de la simbología, el lenguaje, las estrategias y el uso de los medios de comunicación nos lleva inequívocamente a esa conclusión, por lo que el pueblo, de verdadera formación democrática, debe reaccionar contra este oscuro camino neofascista que subyuga, todavía a una parte de la oposición venezolana.
Tomado de Rebelión