Fuga de capitales, petróleo y golpismo

SICLA
ARGENPRESS.INFO

En plena ignición del paro nacional opositor a fines del 2002, el gobierno de Venezuela anticipó que la exportación de petróleo, caída momentáneamente en un 90%, se regularizaría en febrero 2003.

El plazo finalmente se cumple y la previsión de Hugo Chávez también, no obstante el escepticismo de algunos norteamericanos ampliamente difundidos por la cadena del señor Ted Turner.

De los 3,2 millones de barriles diarios, Venezuela ha alcanzado los 2,2 millones aunque el pago, como es usual en el negocio petrolero, se hará efectivo en Marzo.

Cabe recordar que Venezuela deberá reponer a los países de la OPEP el petróleo con que estos cubrieron, a manera de apoyo a la gestión de Chávez, los compromisos de exportación que en un 80% son con Estados Unidos. Por ello no contará plenamente con las divisas devengadas sino hasta abril aproximadamente.

Aún así, la perspectiva es lo bastante cercana como para que el Banco Central contabilice a priori las reservas necesarias para respaldar la nueva política de control de cambio: bs 1600 para la venta, bs 1596 para la compra.

Se trata de una política para impedir la fuga de divisas que eventualmente se agudizará según se vaya consolidando en el poder Chávez.

Esta fuga no se produciría en el sector petrolero privado -que ha ampliado sus contratos con el estado en octubre 2002- ni otros rubros exportadores, pues la devaluación del año pasado los pone en situación de obtener grandes ventajas generadas en menores costos de producción, principalmente en mano de obra.

Pero sí es de esperar que la actividad privada proveedora del mercado interno encuentre en la devaluación y el control de cambio el fin de su negocio en tanto este consiste en remitir utilidades en dólares a las casas matrices.

Un ejemplo concreto es la empresa AES, de comunicaciones, que hacia septiembre 2002 exigió un aumento de tarifas para compensar el aumento de los insumos importados por la devaluación.

La propia ensambladora Ford insinúa algo parecido (irse o que lo pongan un dólar preferencial de importación) al declarar que sólo posee autopartes en stock para 15 días.

No es un dato menor éste último pues afecta la relación económica entre Venezuela y el Mercosur. El país de Chávez es en América del Sur el que más compra y vende al Mercosur a través de la Confederación Andina de Naciones (CAN) con un déficit en la balanza comercial 2001/02 de U$S 2111 millones. La importación de vehículos y repuestos desde Brasil y Argentina en porcentaje no parece significativa pero en facturación supera lo que Venezuela pueda vender en hidrocarburos.

De todas maneras ese desequilibrio puede subsanarse en parte pues intervienen razones políticas. Las mismas que dieron origen al 'Club de Amigos de Venezuela' para arreglarle la crisis a Chávez. Las empresas transnacionales como AES, el sector comercial importador, son los que pueden verse dañados por el control de cambio y quienes, a falta de un mercado paralelo del dólar, pueden rebuscárselas en el marcado negro.

Según Conindustria y su presidente Lope Mendoza, entre 1998 y 2002 se fugaron de Venezuela U$S 33100 millones- más que lo fugado en cuarenta años-. Mendoza atribuye la fuga de capitales a la incertidumbre política, económica y jurídica en los cuatro años evaluados culpando sin mencionarlo a Hugo Chávez.

En realidad, el actual presidente venezolano prácticamente inauguró su gestión afrontando una tragedia nacional en la que perecieron 50 mil personas bajo avalanchas de lodo a fines de 1999. Y el mundo de las finanzas le respondió solidariamente aumentando la tasa de riesgo-país y con ella el costo del crédito.

Los dos frustrados intentos de golpe de estado constituyen la peor trasgresión a la seguridad jurídica y de ella participó casi unánime el empresariado. También se puede considerar esto como inestabilidad política. Y en cuanto a la inestabilidad económica, el lockout que redujo en un 90% la producción principal del país supera ampliamente los errores gubernamentales en el intento de sustituir el control del mercado interno por empresas extrarregionales.

Tomado de ARGENPRESS.INFO