17 de marzo

Sábado, 15 de febrero de 2003

Oposición en la encrucijada

Aldo Rodríguez Villouta
BBC

Finalizado el paro nacional que se prolongó por dos meses, la oposición venezolana se ve en situación de tener que replantearse a sí misma.

Aglutinada en la heterogénea Coordinadora Democrática (CD), la oposición atraviesa una crisis de la que espera salir fortalecida.

Para una parte de la Coordinadora, esto se alcanzará si consigue neutralizar a quienes define como "los radicales a ultranza".

"Es pertinente que quienes no crean posible la ruta democrática, que no apuesten a la Mesa de Negociación y Acuerdos (que preside el jefe de la OEA, César Gaviria), cesen de participar en la CD", exhortó en fecha reciente el dirigente Elías Santana.

Santana, a quien se identifica con los moderados de la CD, agregó si la Coordinadora concentra "sólo a quienes compartimos la ruta democrática, sería un paso de madurez, de tremendo impacto internacional".

La CD reúne a partidos, organizaciones sociales, empresarios y sindicalistas de diverso signo, con el objetivo de lograr la salida del poder del presidente Hugo Chávez, para quien la alianza opositora es "un simple saco de gatos".

Diferencias varias

Las diferencias en la alianza se han agudizado con el reciente fin del paro general de dos meses, que no alcanzó los objetivos que se proponía, y que algunos sectores de la CD exigieron continuar.

La eliminación del "comité de conflicto" que operó durante el paro enfrentó al colectivo opositor con Carlos Ortega, líder de la Confederación de Trabajadores de Venezuela y una de las caras más visibles del "ala radical".

Las exigencias para que la CD nombre un candidato único que haga frente a Chávez en eventuales elecciones anticipadas, tema que fue puesto en el tapete público antes de ser discutido internamente, también contribuyó a la crisis.

El dirigente Jesús Torrealba confirmó que frente a estos hechos "está en puerta" una reestructuración interna en la CD "para permitirle encarar mejor la nueva realidad económica y política del país".

"Una cosa es la conducción y otra el liderazgo, y hasta los momentos este último ha estado en la calle", dijo el integrante de la secretaría ejecutiva de la CD.

Añadió que "hay que reconocer que quienes pensaban en el paro como arma terminal o vía rápida para salir de Chávez, salieron de este conflicto con el aprendizaje de que esa no es la vía".

"Buscamos un nuevo músculo, ponernos a tono con nuevos tiempos con una dirección política que no hemos tenido", prosiguióTorrealba, para quien hay que dotar a la CD "de mayor calidad y contundencia".

Suicidio político

Mary Mogollón, otra líder de la alianza opositora, agregó que la redefinición de la CD impedirá "que el día a día nos coma", pero alertó que su destrucción "sería un suicidio político".

Henry Ramos, presidente de Acción Democrática, admitió que en la CD hay "grupos con proyectos particulares" y medios de prensa que "hacen un flaco favor" difundiendo las disputas.

La "depuración" también alcanzó al partido de Ramos, que esta semana destituyó a su secretario ejecutivo, Rafael Marín, acusado de una oposición a ultranza y de cero comunicación con la administración de Chávez.

La defenestración pública de Marín se alzó como un triunfo del ala moderada de la CD y de ese partido, inclinada más a la creación de canales de entendimiento con el gobierno nacional.

"¿De qué se me acusa?, ¿de un discurso radical? Pero si con este gobierno asesino y corrupto no debemos reunirnos; hay que enfrentarlo hasta el final, hasta sacarlo. No nos comportemos internamente como chavistas", se defendió Marín.

Tomado de BBC Mundo


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