29 de Agosto de 2002
Estrategia para incautos
Álvaro Agudelo
El Mundo
La marcha del pasado sábado 24 fue un hecho contundente. Una cifra impresionante de personas se movilizó para repudiar la decisión del Tribunal Supremo exculpando, a punta de toquecitos, a los golpistas del 11 de abril. A pesar del esfuerzo de los medios comprometidos en la conspiración, cualquiera podía ver, tanto en Venezolana de Televisión como en las ocasionales apariciones en otros canales, que una ingente multitud participó en dicho acto.
La estrategia de los conspiradores es minimizar esa marcha. Ridiculizarla. Reducirla al mínimo. Por eso el primero en hablar de ella fue Alfredo Peña quien, sin la menor prueba ni indicio, afirmó que le habían dado 50 mil bolívares a cada asistente.
No es la primera vez que este honorable Alcalde hace declaraciones de esta naturaleza. Eso sí, jamás ha mostrado nada que sustente sus acusaciones. Debería al menos decirnos de dónde sacó ese monto que, con idéntica metodología, podría haber duplicado o reducido a la mitad.
No obstante, en boconería y mendacidad esta vez superaron a Peña. Por ahí apareció un tal Alejandro Freites, a quien en un periódico califican de "estadista" presumiblemente debe ser estadístico, profesional o empírico- diciendo que a la marcha del pasado sábado acudieron no más de 12.500 personas, tres mil de las cuales se quedaron para escuchar a Chávez. Con un cinismo que presupone creer en la estupidez del lector, reduce la concentración en la esquina de Sociedad a apenas dos cuadras, la segunda de las cuales ya tenía poca gente. Tanto el autor de esas peregrinas afirmaciones como quienes las difunden presuponen no sólo la estupidez del público, sino también su deseo de ser engañado.
Todos vieron, o al menos pudieron ver, la enorme multitud concentrada en la avenida Universidad, las calles transversales a ésta e, incluso, en vías paralelas.
Es una estrategia clara. Dirigida a incautos.
A quienes no sólo les gusta que les mientan; hasta pagan para que lo hagan. El objetivo es afirmar que Chávez ya no tiene el respaldo de la calle.
Aunque los hechos digan lo contrario, los conspiradores pueden afirmar, a través de canales metidos en la conspiración, estupideces como que sólo 12.500 personas acudieron a repudiar los toquecitos del Tribunal Supremo y encima lo hicieron a cambio de 50 mil bolívares.
Pare la oreja
EL QUE LA DEBE, la teme. El Alcalde de Chacao porta tres pistolas, dos a la espalda y una en el tobillo. Se desplaza rodeado de guardaespaldas, todos armados con subametralladoras miniuzi.
SERÁ interesante ver qué dice Fedecámaras si es que dice algo- en relaci ón con la propuesta de la CTV de aumentar cuarenta por ciento todos los sueldos y salarios. La petición la formuló el secretario general de la Confederación, Manuel Cova, antiguo inquilino del Retén del Junquito, donde estuvo recluido por haberse presuntamente robado los fondos del sindicato de la Construcción de Miranda. Hace muy poco que la cúpula empresarial se rasgó las vestiduras y anunció quiebras masivas, cuando el Gobierno decretó elevar en 20 por ciento el salario mínimo.
DURANTE la marcha chavista del sábado 24, contrastó el carácter pacífico de la protesta contra la cohonestación del golpe de Estado, con la actitud asumida por algunos vecinos del Municipio Chacao, que lanzaron a los marchistas botellas y otros objetos peligrosos. Igualmente, la Policía de Chacao asumió una actitud beligerante, hostil e insultante cuando la inmensa multitud pasó por ese municipio.
EL PARAMILITARISMO está vivito y coleando.
No son sólo los dirigentes agrarios asesinados por contrato el año pasado, tres de estos casos están bajo investigación especial, pues así lo ordenó el presidente Chávez. Ahora se agrega el crimen del médico Pedro Doria, liquidado por sicarios alquilados por ganaderos zulianos.
Tomado de Red Bolivariana