25 de septiembre del 2002
Diego Delgado Jara
ALTERCOM
En el foro romano cuando se producía un hecho confuso que merecía indagarse, o un crimen enigmático indispensable de esclarecer, era formulada entre sus sabios juristas la reflexión más lógica y razonable para determinar vestigios de hacia donde debía encaminarse una investigación certera, al preguntar ¿Quid pródest? Esto es: ¿A quién sirve? ¿A quién beneficia? ¿A quién favorece? Porque siempre resultó elemental suponer que era muy difícil concebir que alguien en forma premeditada cometa un hecho para perjudicarse a sí mismo.
De similar modo, cuando alguna vez un periodista le preguntó en Londres a la novelista policial Agatha Christie, ¿cómo podía ubicarse al responsable de un homicidio o crimen en sus tramas? Ella respondió que ese aparente misterio resultaba muy fácil de resolver siempre que se utilice la lógica, la razón y la deducción, estableciendo quien, de modo obvio, era el beneficiario de semejante acción.
Este razonamiento es coherente. Si existen dos primos y si su abuelo común deja una herencia importante e indica en su testamento que si él sobrevive al 31 de diciembre del año 2001 la herencia llevará uno de ellos, y caso contrario el otro; es evidente que si él sufre un atentado en su casa ese preciso día, donde sólo tienen acceso sus dos nietos, no será el principal sospechoso el que perdería ese cuantioso patrimonio! ¡Al que habría que empezar indagando sería a quien se va a beneficiar con dicho atentado o crimen consumado precisamente ese día! Cabe entonces preguntar, para la determinación de las responsabilidades: ¿Puede la lógica, la razón y la deducción contribuir a ubicar con certeza la justicia en un juzgamiento? Pues sí, absolutamente, como lo demuestra la Biblia en el caso del sabio rey Salomón, en el historia de las dos mujeres que disputaban la posesión de un niño sobreviviente. Evidenciemos esta metodología.
Se ha manifestado desde hace muchos siglos atrás, y con poderosos motivos, que uno de los libros más sabios en enseñanzas es la Biblia; pues bien, en este texto de orientación religiosa y enseñanza moral, existe una brillante relación de como actuó un Juez sapiente y justo en base a la deducción. Deducción salomónica célebre en la administración de la Justicia, evidencia del manejo posible de la sabiduría y la equidad en la gestión de la Función Jurisdiccional o en la ubicación de responsabilidades.
La enseñanza -aplicable en cuanto a la metodología- está relatada en el Libro bíblico de Reyes, capítulo III, versículos 16 a 28, y narra de manera textual lo siguiente:
"En ese tiempo llegaron al rey dos mujeres y una de ellas presentó así su queja: "Yo y esta mujer vivíamos en una misma casa y he tenido un hijo estando ella conmigo. A los tres días de mi parto, también esta mujer tuvo un hijo. No había ningún extraño en casa, salvo nosotras dos. El hijo de esta mujer murió ahogado durante la noche, porque ella se había acostado sobre él.
Entonces se levantó ella durante la noche y tomó a mi hijo de mi lado, mientras yo dormía, y lo acostó con ella, y a su hijo muerto lo puso conmigo. Cuando me levanté para dar de mamar a mi hijo, lo hallé muerto; pero fijándome en él por la mañana, ví que este no era el mío.""
"La otra mujer dijo: "Mi hijo es el vivo y el tuyo es el muerto." Pero la primera replicó: "Mientes, el mío es el vivo", de manera que discutían en presencia del rey."
"Dijo el rey: "La primera dice: el mío es el que vive, el tuyo el muerto. Y la otra dice: no, el tuyo es el que ha muerto." Y añadió: "Tráiganme una espada." Cuando se la pusieron delante, dijo:
"Partan en dos al niño vivo y denle la mitad a cada una.""
"La verdadera madre del niño, conmovida por la suerte que iba a correr su hijo, dijo al rey: "Por favor, mi señor, que le den a ella el niño vivo y que no lo partan." Pero la otra dijo: "No será ni para mí ni para tí, que lo partan."
"Sentenció el rey: "Para la primera el niño, y no lo maten, pues ella es su madre.""
"Todo Israel supo de la sentencia que Salomón había pronunciado y lo respetaron, pues vieron que había en él una sabiduría divina para hacer justicia."
Como puede evidenciarse, el rey Salomón utilizó el método deductivo para llegar a la verdad y por ésta a la Justicia. Su conclusión fué obvia: ¡La verdadera madre no podría admitir jamás que dividan a su hijo porque ello entrañaba su fallecimiento y su pérdida definitiva, lo que le habría producido a ella misma un dolor inenarrable! ¡Por eso prefirió ceder entero al niño antes que verlo partido por la espada! ¡La deducción lógica permitió al rey Salomón hacer Justicia, devolviendo a la verdadera madre el niño vivo!
¡Qué interesante sería que esta misma base metodológica deductiva, sustentada en la razón e inteligencia del juez, sea utilizada siempre por los encargados de administrar Justicia en todo el mundo, así como por todos quienes analizan y juzgan cualquier hecho humano o social!
En todo caso, con este antecedente salomónico -del método deductivo-, me permito, en los términos más respetuosos, preguntar respecto a los muertos de Venezuela del 11 de abril del 2002, lo siguiente: ¿A quiénes favorecía la muerte de varios manifestantes en las calles de Caracas si éste fué el pretexto justificatorio indispensable y único, esgrimido con pleno aspaviento por parte de los complotados con mucha anticipación, para que anuncien la toma del poder en calidad de golpistas?
Si no habían esos fallecidos inocentes, por acción criminal y perversa de provocadores y francotiradores ¿cómo "justificaban" los complotados la pretensión planificada con mucha antelación de defenestrar al gobierno legítimo y popular de Venezuela? ¡Esos fallecimientos no sólo que convenían como anillo al dedo a los intereses de los golpistas sino que les eran necesarios para poder justificar el golpe! ¡En ningún caso le interesaba -ni siquiera un herido leve- al coronel Hugo Chávez Frías, defensor de los recursos naturales de su Patria ante la voracidad de las grandes transnacionales!
¡Es evidente que el golpe fué preparado con antelación hasta en los más mínimos detalles! ¡Incluso el texto de los primeros decretos, suprimiendo al Congreso y al Tribunal Supremo de Justicia, debieron haber sido preparados y redactados con anticipación! ¡Nada fué espontáneo! ¡Una parte de la cúpula de la Iglesia -vinculada al Opus Dei-, los más acaudalados financistas y empresarios dueños de los medios de comunicación audiovisual y periódicos, así como algunos altos jefes estuvieron convenidos en la asonada con muchos meses de anticipación! ¡Y esto lo sostengo porque estudiando y comparando los golpes de Estado en contra de la voluntad de los pueblos, su metodología siempre ha sido la misma!
Imaginemos un hecho hipotético: ¿Cómo daban el golpe de Estado, y cómo lo justificaban políticamente, los altos oficiales comprometidos con la oligarquía y el Departamento de Estado, si no hubiese existido un sólo rasguñado? ¡No hubiesen dispuesto de pretexto alguno! Por ello, utilizando la lógica y la inteligencia, debemos indicar que los muertos resultaban muy útiles y oportunos para los conjurados, en ningún caso para un presidente legítimo pues dicha posibilidad lo lastimaría a él mismo! ¡Utilicemos el método analítico de los tratadistas romanos del Derecho y el de la novelista policial Agatha Christie!
Cabe por ello preguntar: ¿Es o no verdad que los muertos ocasionados por recónditos francotiradores fueron el pretexto visible, público y necesario de los golpistas? Si no hubiesen existido dichos fallecidos ¿cómo, de qué manera, con qué pretexto, actuaban los altos mandos comprometidos con la oligarquía tradicional de Venezuela, sus partidos políticos proimperialistas y el propio Departamento de Estado que, aunque ahora lo pretenda negar, estaba involucrado en el golpe hasta la garganta? ¡Es evidente que los golpistas necesitaban los muertos y por ello los provocaron! ¡Ese fué el pretexto "justificatorio" de ciertos militares golpistas cuyo complot empezó a fraguarse mucho antes del 11 de abril del 2002!
Por ello resultaba una mañosería la proyección reiterada de la cadena televisiva estadounidense CNN de presentar, como pruebas plenas, las imágenes de dos personas que desde unas gradas de una planta baja disparaban a un llano adyacente donde no habían personas, en típicas imágenes de desinformación, con comentarios acomodados para involucrar al gobierno legítimo de Venezuela! Primero, según las tomas, los disparos apuntaban al llano; y, segundo, ¿cómo saber que esos ciudadanos pertenecían a los grupos bolivarianos si no disponían de distintivo alguno? ¡La CNN actuó en forma tendenciosa e inmoral! La conducta de sus "periodistas" recordaban la frase del revolucionario cubano Julio Antonio Mella, quien manifestaba que si existe algo más grave y penoso que una mujer venda su cuerpo es que un hombre venda su alma! ¡Aunque para proceder como lo han hecho ciertas cadenas informativas, con tanta desvergüenza, es obvio que carecen de ella! Y si proyectaron imágenes que se filtraron en Venezuela, aquello se debió a que estaban transmitiendo versiones encaminadas a desprestigiar a Hugo Chávez en el resto de América Latina!
1. ¿Puede concebirse o suponerse, a la luz de la razón, la lógica y el sentido común, que el coronel Hugo Chávez Frías, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela por votación masiva e incuestionable apoyo popular multitudinario y reiterado, como nunca antes ha sucedido en la Patria de Bolívar, ordene disparar a ciudadanos del pueblo, a sabiendas que su apoyo social y perdurabilidad política reposa precisamente en su proceder democrático y en el respeto a los Derechos Humanos?
2. Si está demostrada hasta la saciedad la presencia de diplomáticos y militares norteamericanos en el complot golpista en Venezuela desde varios meses y semanas antes del 11 de abril del 2002, y existen evidencias irrebatibles de la confabulación y compromiso de contadísimos altos oficiales de las Fuerzas Armadas Venezolanas en este golpe de típica metodología de la CIA, ¿cómo podían actuar estos altos jefes sin un "pretexto" o "motivo" justificatorio frente a un régimen nacido de la voluntad popular de una nación consultada en forma reiterada? ¡Esos ciudadanos ultimados convenían, beneficiaban, y les "eran necesarios" a los complotados con el golpe coordinado por la CIA y el Departamento de Estado, y en ningún caso al gobierno legítimo del coronel Hugo Chávez!
3. ¿A qué Gobierno de carácter popular le pueden interesar los muertos si para resistir las presiones y políticas del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, así como las presiones financieras internacionales, se necesita y es indispensable el apoyo social y la colaboración masiva de la población a la que es preciso ganarse para la causa de los explotados y en ningún caso arremeter contra ella como pretendían los provocadores al servicio de las transnacionales y el gobierno de los EE.
UU. que estaban propiciando el golpe? ¿Cómo justificaban los conjurados su proceder ante la opinión pública, si no habían esas víctimas para ellos indispensables y "oportunamente aparecidas"?
4. Quien crea que el proceder de ciertos altos mandos de las cámaras de producción de Venezuela y de contados militares golpistas se decidió recién el día 11 de abril del 2002, comete una ingenuidad. El despojo del poder se planificó con mucha antelación y esas estrategias siguen en marcha. Parte de ese plan golpista abortado en las horas siguientes, de modo obvio, era "crear las condiciones", "encontrar" estas víctimas inocentes "providenciales" para "explicar" y "justificar" el golpe! Como señalan los dichos populares: "La razón natural no pide fuerza", "Caballo que vuela no necesita espuela". La conclusión no puede ser más diáfana: ¡Los dominadores necesitaban crear los "motivos" que no existían, y esos "motivos", "hallados a pedir de boca", fueron el fruto de la faena acometida por sus propios francotiradores complotados en el despojo del poder político al pueblo llanero!
Existe en la historia de la humanidad, en forma lamentable, un visible cordón umbilical entre grandes actos de provocación o barbarie, cometidos por quienes buscaron beneficiarse de dichos hechos condenables -y casi siempre lo consiguieron-, conforme pasamos a dar ejemplos concretos de lo que decimos:
Nerón quemó Roma, siendo su emperador, para inculpar a los cristianos y perseguirlos. Los nazis quemaron el edificio del Reichstag o Parlamento, la para entonces joya arquitectónica más importante de Alemania, el 28 de febrero de 1933, para culpar a los comunistas encabezados por el internacionalista búlgaro Jorge Dimitrov y, de esta forma, dejarlos al margen de la ley; este autoatentado se produjo a los 28 días de estar en el poder Adolfo Hitler, pues fué designado primer ministro el 30 de enero de 1933. Con los comunistas en la ilegalidad -como "castigo" por el atentado- Hitler avasalló toda resistencia política y se encaramó, sin ninguna oposición articulada, sobre toda Alemania! En estos casos los beneficiarios resultaron los hechores: Nerón y Hitler! ¡La lógica y la razón natural, de modo obvio, no piden fuerza!
Los conservadores y socialcristianos del Ecuador, que se autoproclaman defensores de la fé - quienes siempre han utilizado la religión y a los creyentes para consolidar sus privilegios económicos y políticos-, colocaban bombas y explosivos en las principales iglesias de Quito, Guayaquil, Cuenca y Ambato -entre otras ciudades-, a inicios de la década del 60, para inculpar de esos hechos, por ellos cometidos, a los miembros de la Unión de Jóvenes Revolucionarios del Ecuador, URJE, conforme lo denunció su propio mentalizador, organizador y financiador, el entonces agente y jefe de la CIA en el Ecuador, Phillip Agee, quien asqueado de lo que hacía, recogió sus experiencias en su libro muy decidor: "Inside Company" (La compañía por dentro), donde especifica al detalle sus operaciones en Ecuador, Uruguay y México, así como el listado y actividades de sus principales agentes, durante las décadas del sesenta y setenta, como expiación y arrepentimiento de los crímenes consumados por la CIA "en defensa de la democracia". Allí se relatan decenas de casos en los que grandes actos de terrorismo y barbarie cometían los elementos vinculados a la política norteamericana y oligárquica, para luego ellos mismo acusar y extraer todo tipo de beneficios para sus criminales objetivos y hechores!
Repasemos otro caso histórico: en la noche del 15 de febrero de 1898, cuando prácticamente estaba conseguida la independencia cubana de España, explosionó el buque de guerra norteamericano "Maine", acoderado en el puerto de La Habana, provocando 226 muertos, en pretexto insospechado para declarar la guerra por parte de EE. UU. en contra de España, y así apoderarse de Cuba, Puerto Rico, Guam y Filipinas, como en efecto sucedió. La prensa, los congresistas y el presidente William MacKinley, de EE. UU., acusaron a España de esta voladura, mientras ésta implicaba a los mismos yanquis de autoatentado. Cabe destacar, no obstante, que cuando se discutía el Tratado de París -meses después-, España pidió, como parte del acuerdo, para esclarecer la verdad, el análisis de una comisión técnica para que examine el caso del Maine, y así establecer si la explosión fué desde dentro o desde fuera (pues se sostenía que el explosivo estuvo al interior del buque y que jamás lo puso España), petición que por ningún concepto aceptaron los plenipotenciarios norteamericanos, quienes preferían la continuidad de los fuegos antes que aceptar esa investigación! ¿A quién, al final de cuentas, favorecía y benefició el hundimiento del Maine? Luego de declarar la guerra a España, con ese más que sospechoso "atentado", los EE. UU. se quedaron de dueños y señores de Puerto Rico, Filipinas, Cuba y Guam. ¡Un "trueque" macabro que le brindaría colosales ganancias a sus mentalizadores! Después de todo los muertos eran pobres, por quienes en lo general nadie reclama, en tanto los grandes intereses de las más importantes transnacionales en desarrollo se extendieron sobre las colectividades aludidas para volver a colonizarlas y saquerlas, e impedirles su verdadera independencia que podría haberles brindado protección a sus recursos naturales!
El 4 de marzo de 1959 explosionó, en el mismo puerto de La Habana, el buque mercante francés "La Coubre" (La Cobra), que ocasionó 97 muertos y cientos de heridos, en sabotaje de la CIA, que utilizó hombres ranas a su servicio, quienes pusieron los explosivos en la bodega refrigerada número 6, que había sido reparada entre el 16 y 18 de enero de 1959 en el muelle número 8 de la empresa naviera Horne Brothers Inc. de Newport News, Virginia; entre los seis franceses fallecidos apareció el principal sospechoso del sabotaje, Alain Maurat, quien tenía contactos en Amberes, donde se almacenaron mil cajas de balas y granadas. ¿Quiénes perdieron esos pertrechos imprescindibles en los primeros días de la revolución socialista de Cuba a efectos de defenderse? ¡La respuesta es obvia, además que muerto Maurat nadie podía indagarle nada!
Recordemos que en octubre de 1968 se hundió cerca del entonces Vietnam del Norte, Indochina, en el Golfo de Tonkin, una cañonera de EE. UU., según este país en aguas internacionales, motivo "oportunísimo" para intensificar masivos bombardeos. Tiempos después quedó esclarecido que ese sabotaje mortal -donde la mayoría de víctimas eran hispanos y negros- fué mentalizado como pretexto preconcebido para mediante bombardeos de aviones yanquis, destruir determinados muros de contención del mar en Vietnam del Norte e inundar extensas zonas ganadas al mar para cultivar arroz, producto básico de alimentación de este heroico pueblo.
¿Acaso no ha quedado esclarecido que el asesinato de John F. Kennedy recibió la colaboración de la CIA, del FBI y los complejos industrial militares de los EE. UU. porque se negaba a involucrarse de forma total en la guerra de Vietnam, como sí lo hizo su vicepresidente Lyndon Baynes Johnson, representante de dichos complejos industrial militares -y de las grandes petroleras-, que viabilizaron el más colosal de los negocios con esta guerra donde hasta la última bala la llevaban miles de kilómetros, esto es desde EE. UU.? ¿Acaso no se ha concluido con serios fundamentos que para evitar cualquier indagación sobre este magnicidio se eliminó a Robert Kennedy y Martin Luther King, potenciales presidentes de ese país? ¿No son por ventura calcados estos crímenes donde siempre se habló del "asesino solitario" (caso de Lee Harvey Oswald, de John Kennedy; Shirán B. Shirán, de Robert Kennedy; y de Earl Ray, de Martin Luther King) para que nadie investigue a los demás complotados en estos asesinatos?
El caso del atentado a las torres del World Trade Center, del 11 de septiembre del 2001, en Nueva York, tiene aspectos más que inquietantes -y donde bien puede aplicarse la lógica del ¿Quid pródest? romano-, no sólo porque Al Qaeda se formó con miles de millones de dólares de los propios EE. UU. canalizados por intermedio de la Central de Inteligencia Americana, organización dirigida por un colaborador de la misma CIA como es Osama Bin Laden, sino porque ahora se difunde, en forma documentada y reconocida en forma oficial, que estos atentados los sabía con antelación el régimen de George W. Bush, así como el FBI y la CIA, situación que hace suponer que estos hechos -si acaso no los indujeron, los consintieron-, y a consecuencia de lo cual están obteniendo, en forma demostrada, muchísimas ventajas políticas, como son las siguientes:
Y si no continuamos con muchísimos otros ejemplos de hechos más que dudosos y cuyos beneficiarios están a la vista -como la misma permisibilidad del ataque japonés a Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, para involucrar a EE. UU. en la Segunda Guerra Mundial, con la venia de Franklin Delano Roosevelt-, ello se debe a razones de espacio; pero es importante que quede claro siempre, como metodología, lo indispensable que resulta escudriñar al potencial beneficiario de todos los hechos que ameritan una indagación.
Es indispensable realizar las siguientes imprescindibles reflexiones lógicas y analizarlas en base al método racional y deductivo utilizado por el mismo sabio rey Salomón:
Resulta pues más que evidente quienes estuvieron tras el golpe de Estado y quienes "crearon las condiciones" mediante el uso de francotiradores y otros elementos armados, para dicha asonada, rechazada en forma masiva por el pueblo de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre.
Es notorio que los círculos oligárquicos de Venezuela, que se han engullido una infinita riqueza petrolífera por varias décadas de saqueo concertado y alternativo, por intermedio de los partidos políticos tradicionales, y que saben que todavía existen grandes reservas, así como las grandes transnacionales representadas por el Departamento de Estado -anhelantes de devastar tanta riqueza-, no quieren ceder el ejercicio del poder que hoy lo tiene por primera vez el pueblo llanero!
Les molesta a los hambreadores y saqueadores de siempre que el dinero del petróleo empiece a tener un uso social para los pobres, como cuando en los hogares de cuidado diario o multihogares -antes inexistentes- habían 200.000 niños en el año 2000, y que en un sólo año se hubiese triplicado a más de 600.000 infantes! Les molesta que el suministro de atención alimentaria a los pobres, desde el 2000 al 2001, se hubiese incrementado de 136 mil a 635 mil muchachos, conforme lo reconocen los organismos internacionales, situación que amarga a los opresores porque el pueblo empieza a tomar conciencia que su Patria y sus recursos están por primera vez al alcance de sus manos, a su cuidado y servicio, y que no es un patrimonio ajeno al que siempre lo saquearon los politiqueros proimperialistas de siempre! Ventajosamente los pueblos de nuestra América Latina tienen un pequeño defectito y una gran virtud: ¡Pasan callados casi siempre, pero siempre están pensando!
Uno debe preguntarse ¿por qué tanto empeño para derrocar a un gobierno soberano, legítimo, nacido de las urnas, defensor de los intereses nacionales y que se ha negado a maltratar al pueblo? ¿Por qué tantas fuerzas negativas, incluido el Tribunal Supremo de Justicia, se suman en contra de un proyecto democrático y popular? ¿Por qué ahora se rasgan las vestiduras y gritan como Jeremías frustrados, por hechos que antes eran tapados y justificados en los anteriores gobiernos? ¿Se deberá este espíritu de escándalo exacerbado en ciertos sectores de la prensa porque antes existían cuentas y dineros reservados que servían para pagar y compensar los servicios disimulados, pero "altamente beneficios", de ciertos dueños de medios de comunicación, engañadores de oficio incrustados como determinados columnistas, expertos, comentaristas, politólogos y otras malas hierbas, alabadores de los regímenes de turno (como lo hacía el binomio Fujimori Montesinos en el Perú, y proceden en todos los países capitalistas en aras de la "gobernabilidad"), en tanto ahora, con el pueblo en el poder, no reciben esos fondos de las arcas fiscales?
Es importante que los pueblos aprendan a analizar y deducir los hechos y a no subestimar al enemigo y a sus múltiples armas de todo género, incluyendo en éstas una muy incisiva y que se sustenta en su capacidad económica. Nadie puede desdeñar el tremendo valor político corruptor de la coima y el cohecho por parte de los grupos de poder mundial o nacional, pues no sólo es económico su campo de influencia. ¡Suponer sólo lo último sería una gravísima ingenuidad! Esta duda y persuasión nacida de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia en Venezuela, que se ha negado a mirar lo que todo el mundo ha visto, debe conducir a reflexionar y a tomar severas precauciones.
La historia enseña que en el mundo se han comprado y vendido reyes, papas, cardenales, presidentes, ministros, diputados, generales, líderes y dirigentes populares. No olvidemos que Judas Iscariote vendió a Jesús, su maestro, por treinta denarios. Por dinero los poderosos del planeta y las acaudaladas transnacionales consiguen además leyes, decretos, adjudicaciones, concesiones, agentes, infidentes, delatores, pesquisas, saboteadores, intelectuales, jueces y, como es obvio, sentencias! Y en el caso de Venezuela sin la menor duda que revolotearán como ávidos buitres los representantes de las multinacionales para comprar conciencias a todo nivel, pero sobre todo buscarán y pretenderán penetrar en los círculos directivos de las fuerzas armadas bolivarianas. Ese es un hecho evidente y lógico -a la luz de la historia-, porque allí radica una enorme capacidad de fuerza de una nación, y porque coimar y cohechar es la primera y más poderosa arma del arsenal político al que acuden los poderosos del mundo!
Las experiencias de otros países de América Latina respecto a la enorme capacidad decisoria de las fuerzas armadas, son incontables. No al acaso los EE. UU. se ha hecho cargo desde hace muchas décadas atrás de la capacitación especial y perfeccionamiento e ideologización de lo mejor de la oficialidad de las fuerzas armadas de América Latina! ¡Ellos saben de su poder y están persuadidos que sin su venia no podrían saquear los recursos naturales de nuestras patrias! ¡Allí la explicación de la existencia de múltiples centros de lavado cerebral desnacionalizador -con la apariencia de bases de perfeccionamiento-, ideológicamente enfilados a que sus alumnos asuman la defensa de sus intereses imperialistas, incluso postergando los anhelos patrióticos y populares de sus países! Sin la traición al pueblo, de la cúpula de las fuerzas armadas de Chile -preparada en los cursos de los centros de capacitación militar de los EE. UU.-, Augusto Pinochet jamás habría dirigido ese país luego de la eliminación de su legítimo presidente, el doctor Salvador Allende. Sin el apoyo de la Guardia Nacional de Panamá - desaparecida luego de la invasión norteamericana de 1989- el consecuente general Omar Torrijos Herrera no hubiese conseguido expulsar la presencia extranjera de su Patria. De similar modo, sin el decidido apoyo de las entonces fuerzas armadas patrióticas de su país (formadas luego de la revolución agraria de Pancho Villa y Emiliano Zapata), el general Lázaro Cárdenas no hubiese podido nacionalizar el petróleo de su México querido. ¡Allí la evidencia y trascendencia tremenda del poder militar! ¡Por ello buscarán, como elemento central de sus codicias, el someterlas con todos los medios imaginables e inimaginables a sus insaciables ambiciones! La única fuerza equiparable que puede existir en una sociedad -como también lo evidencia la historia- es un pueblo organizado y consciente de sus tareas político-históricas, y que deben ser las mismas de unas fuerzas armadas patrióticas!
Desde esta perspectiva ¿qué problema sería para las transnacionales gastar 200, 500 o 700 millones de dólares a cambio de recuperar el control de la Patria de los libertadores para seguirla saqueando como lo hicieron en décadas y generaciones de gobiernos sometidos, entreguistas, hambreadores y vendepatrias? Más todavía si esa cantidad de dinero que lo gastarían en cohechos no sería sino una simple inversión adicional, pues la podrían recuperar en pocos días o acaso semanas, retomando el poder político en un país tan riquísimo como Venezuela! ¡Esos montos equivalen a una pequeñísima fracción de lo que se paga por el servicio de la deuda externa de un sólo año!
Y cuando digo que apuntarán a los altos mandos no exagero. El poder de un general o alto oficial es tremendo en nuestros países, porque si sus tropas han sido formadas en el absoluto apoliticismo -lejos del estudio o contacto con la realidad lacerante de nuestras patrias- dispondrían en cada soldado de un autómata no deliberante; de tal modo que comprar un general sin convicciones sería adquirir de golpe un cuerpo entero de soldados subordinados (no deliberantes) a todas sus órdenes ya comprometidas de antemano con los cohechadores.
Precisamente por ello debe educarse a los soldados bolivarianos en el amor a la Patria y a su pueblo, del que nace y proviene, pues en la medida que sepan y palpen la situación trágica de nuestros países -y ubiquen a sus culpables- está garantizado que ellos no se prestarán para servir los intereses ajenos a los de su Patria e incluso de su propia familia, aunque por cierto pruebas existen del inmenso patriotismo que los mueve a quienes exigieron el respeto a la voluntad histórica del pueblo en los hechos de abril pasado.
En la medida que los ciudadanos, uniformados o no, dispongan de elementos políticos de conocimiento y concientización cabal nadie podrá comprar su corazón ni corromper o torcer su espíritu, porque un ser humilde y honesto, por pobre y miserable que sea, si adquiere conciencia social y de Patria, jamás venderá sus sentimientos y principios ni por todo el oro del mundo!
¿Qué hacer entonces? Educar al pueblo en la realidad nacional, para sumar fuerzas al servicio de la transformación social -desarrollando al máximo la conciencia política de todos los ciudadanos-; enseñar las potencialidades de nuestros países y su historia -para que ubiquen a los responsables de nuestro drama-, porque nadie ama lo que no conoce y nadie se sacrifica por lo que no ama. Ningún hombre elabora un poema de cariño a una mujer que jamás ha visto y ninguna dama escribe una misiva de amor a un galán que no existe. Por ello es evidente que educar en el amor patrio y en la realidad nacional a los ciudadanos todos, uniformados o no, es garantizar del mejor modo posible un proceso revolucionario de carácter irreversible. Allí -con el conocimiento invencible- un soldado defenderá su Patria y a su pueblo a muerte, aunque no tenga un sólo oficial o superior que lo guíe; y, del mismo modo, aunque sean coimados cien generales y le ordenen que ataque los intereses de la justicia social en su país, jamás lo hará! ¡La enseñanza de la realidad nacional y educación política en la verdad sobre nuestras patrias irredentas será siempre el mejor antídoto para todas las sublevaciones a favor de la oligarquía y las transnacionales, así como la mejor garantía para precautelar la vida y bienestar de nuestros hermanos!
No olvidemos jamás la enseñanza del Padre de las Naciones y Libertador de los Pueblos, Simón Bolívar, del 15 de febrero de 1819: "La esclavitud es la madre de las tinieblas; un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción; la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia de hombres ajenos a todo conocimiento político, económico o civil; adoptan como realidades las que son puras ilusiones; toman la licencia por la libertad, la traición por el patriotismo, la venganza por la justicia."
La situación social de Venezuela no se absolverá en el campo jurídico, porque no es un problema de este tipo aunque tenga esa apariencia. Es más, a ese mismo Tribunal Supremo de "Justicia" podrían intentar emplearlo políticamente (las transnacionales, el Departamento de Estado y la oligarquía) en contra de Hugo Chávez, para destituirlo, utilizando cualquier pretexto e incluso forzando cualquier norma legal; recurrirán a cualquier artificio para darle visos de "legalidad" y "constitucionalidad" a esta nueva vía de golpismo. ¿Debe entonces llamarse a consulta popular para zanjar este flanco? Es una posibilidad. Los resultados podrían ser una implícita y abrumadora ratificación a la gestión de Chávez, pues es difícil que un pueblo respalde a un Tribunal inmoral y públicamente corrompido.
Hugo Chávez Frías debe tomar la más importante decisión de su vida. Ser un presidente que puede ser relevado por otro, en más o menos tiempo, y ser incluso reconocido como un demócrata reformista, que hasta podría ser reelegido; o pasar a la historia de su Patria como el líder transformador y revolucionario bolivariano, que no se dejó sacar del potro del poder en el que le instaló el pueblo venezolano para que lo conduzca a la construcción definitiva de una Patria Justa, igualitaria, sin distingos sociales y segregaciones basadas en el dinero, y donde los recursos naturales de este país sirvan para la solución de los problemas más acuciantes de sus habitantes -de ésta y de las futuras generaciones-, y en ningún caso se utilicen como fuente inagotable de enriquecimiento insaciable para una minoría depredadora aliada a las grandes transnacionales y que hoy encabeza una oposición resuelta incluso a eliminarlo físicamente!
Todos los pueblos del planeta miran con enorme interés y concentración la lucha social en la Patria de Bolívar. Un pueblo que no quiso elegir solamente a un presidente distinto, sino que anhela construir una Venezuela diferente -dirigida por Chávez-, por un lado; y, por otro, una voraz e insaciable oligarquía o argolla que no desea ser desplazada de su capacidad de atraco de las arcas fiscales y que constituye el cordón umbilical de la dominación extranjera.
Hugo Chávez no debe perderse la oportunidad histórica sin igual de transformar un sistema socioeconómico injusto. La decisión debe adoptarse ya; es ahora o nunca. Si demora su resolución vital puede debilitar el apoyo social. Las masas siguen a los dirigentes audaces y dudan de los seres dubitativos. Para ello debe apoyarse en su única fuente segura y posible: el pueblo, al que debe organizar hasta en el último rincón de su país, dotarlo de una estructura orgánica consecuente y dirección política revolucionaria, así como educarlo políticamente en la realidad venezolana y latinoamericana. Deberá precautelar al máximo cualquier error o equivocación del proceso transformador en base a adoptar los correctivos sustentados en la sana crítica de quienes en verdad aman a Venezuela, sobre todo la emitida desde las propias filas de la revolución bolivariana, estando presto siempre a extirpar cualquier manifestación eventual de corrupción, pues la confianza de las masas populares es un valor incuantificable que debe defenderse con la vida misma de los dirigentes consecuentes, porque ésa es la única llave del éxito.
La defensa política del proceso pasa por relevar de los puestos de mando a quienes en los hechos sabotean la marcha del proceso, y de quienes en la práctica se han convertido en quintacolumnistas, esto es de quienes en el acontecer cotidiano, por acción u omisión, benefician a los enemigos del pueblo. Es indispensable liberar el proceso de las viejas prácticas del oportunismo y ansiedad de beneficios de cúpulas conservacionistas del sistema de injusticia que ofreció vencer la revolución. Las conductas del pasado, lesivas al interés social, que desdeñó el pueblo en las urnas, deben ser superadas para siempre; caso contrario el proceso generaría dudas y pretendería ser esterilizado. ¡Jamás debe olvidarse que la lucha social transformadora es como remar contra la corriente, pues si no se avanza se retrocede!
Es indispensable mantener una línea política humanista y liberadora consecuente, que brinde confianza a las masas populares, único sostén del proceso, pues, a la luz de lo que estamos observando, los problemas no se los resolverá en el campo de lo jurídico y legal; deberá prepararse ideológicamente a la población a preteger su vida y su futuro con todos los medios, aunque aquello entrañe -como mecanismo de sobreviviencia- romper la camisa de fuerza de un legalismo autolimitante, pues las fuerzas bolivarianas precisan percatarse que la legalidad y hasta legalismo es unilateral, sólo respetado por ellas, en tanto los conspiradores no respetan nada, absolutamente nada!, actuan sin leyes ni códigos, sin principios y sin moral de ningún género, sin jueces ni tribunales que apliquen las leyes, y siempre protegidos por las versiones interesadas y distorsionadoras de los grandes medios de comunicación "nacionales" e internacionales!
El régimen popular bolivariano debe advertirle al pueblo llanero de los días aciagos que pueden sobrevenir en los próximos meses. Los círculos financieros internacionales, que no descansan en sus feroces empeños desestabilizadores, van a intentar impulsar e imponer, desde fuera, políticas oficiales draconianas que encarezcan y dificulten las condiciones de vida de sus conciudadanos, para que estos le retiren el apoyo y lo debiliten; facilitando de este modo la viabilidad de un nuevo proceso golpista. Las mismas indebidas y calculadas presiones financieras internacionales pueden constituirse en una forma de golpismo nada disimulado encabalgado en un déficit fiscal que ha surgido precisamente por los ominosas condiciones de pago de la deuda externa! ¿Cómo no van a producirse enormes déficits fiscales si obligan a que nuestros países, ya agobiados hasta la extenuación, les entreguen medio presupuesto estatal cada año?
No debe dejar de anotarse, además, que, en la actual coyuntura internacional, EE. UU. busca "tomarse" Irak, a cualquier costo y pretexto, para apoderarse de su petróleo -las segundas mayores reservas del planeta-, y, mediante un gobierno títere, inundar el mercado junto a su reciente socio de globalización, Rusia, al margen de lo que pueda hacer con Arabia Saudita en su afán de romper las políticas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, donde Venezuela ejercita, por intermedio de Hugo Chávez Frías, un inocultable liderazgo. Es decir las condiciones internacionales podrían complicarse en muchos campos y aspectos. Todo está, empero, por verse. Existen todavía muchísimos aspectos impredecibles, donde la incondicionalidad de la realeza saudita, por ejemplo, bien podría ser el origen de su colapso. No pasemos el puente antes de llegar al río.
En esta hora crucial, a todo nivel, el presidente Chávez debe estar resuelto a impulsar "a grandes males grandes remedios", y, de ser necesario, entre otras posibilidades fundamentales, a declarar la suspensión de pagos de la deuda externa para preservar la vida de su pueblo, pues no se pueden hacer las dos cosas a la vez. Los recursos petroleros de Venezuela deben tener el destino preferente de precautelar la sobrevivencia de su gente antes que aceptar las imposiciones del FMI y el BM. No hace falta negarse al pago de la deuda legítima pero cuando las condiciones lo permitan. Deberá, sin embargo, establecerse cuál es la deuda legítima, que en verdad ocupó los créditos externos en el desarrollo de su país, y cuál es la deuda ilegítima y con el ingrediente de la corrupción, pues no deben pagarse los montos robados y usurpados al pueblo con la complicidad de los propios acreedores internacionales!
El régimen transformador deberá comprometerse a abonar la deuda legítima, pero sólo luego de cruzar las cuentas de lo ya pagado y de los montos o porcentajes abonados como interés sobre interés (delito de anatocismo), y siempre que se conozca la historia de ese crédito y quienes son los verdaderos titulares actuales del mismo. Los intereses deben ser objetados si son usurarios o fueron incrementados con posterioridad, y ofrecer pagar las obligaciones legítimas pero luego de una moratoria de cinco o diez años, pues los prestamistas fueron cómplices del saqueo que significa pagar la deuda en las condiciones usurarias impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, representantes de los acreedores externos. ¡Reparemos, por ejemplo, que sólo entre 1978 a 1983 cuadruplicaron, de modo unilateral, el porcentaje de los intereses, lo que incrementó el volumen de las obligaciones en forma escandalosa! Estúdiese la hábil y pragmática conducta asumida como nación por parte de Alemania luego de las dos guerras mundiales, y se extraerán importantes enseñanzas en este campo y materia, respecto a este mismo asunto.
El FMI y el BM pretenderán imponer medidas antipopulares que pueden significar el divorcio de importantes sectores sociales con el proceso transformador. Y es en este punto donde los elementos infiltrados o miopes, en esta área del gobierno intentarán doblegar a Hugo Chávez bajo el criterio de "razones técnicas". El presidente debe decidir a sabiendas que no se puede estar con el FMI y el BM, por una parte, y a la vez con el pueblo. Es la hora de las grandes decisiones y no puede perderse la iniciativa bajo ningún concepto. Si él explica con claridad y satisfacción lo que hace por su pueblo, éste no le defraudará; afirmará su condición de defensor de sus intereses siempre postergados. Resulta fundamental adelantarse y salir al frente de los problemas que se avecinan, y tomar al toro por los cuernos sin amilanarse. No se puede rehuir ningún problema ni adversidad, menos teniendo al pueblo al lado. El propio Libertador ya aconsejaba el 15 de diciembre de 1812 que "En el orden de las vicisitudes humanas no es siempre la mayoría de la masa física la que decide, sino es la superioridad de la fuerza moral la que inclina hacia sí la balanza política".
Es indispensable recordar que fué la sumisión absoluta de Carlos Andrés Pérez al FMI y al BM, y la aceptación irreflexiva de sus imposiciones infames, lo que provocó la formidable y espontánea reacción social que desencadenó el caracazo. Esa misma subordinación complaciente de Abdalá Bucaram, en 1997 -con las alzas del gas, los procesos privatizadores en marcha, el asesoramiento de Domingo Cavallo-, y de Jamil Mahauad Witt, en el año 2000 -sumados al atraco bancario y la dolarización-, a esas mismas políticas, viabilizaron reacciones sociales que facilitaron sus caidas del poder. En el caso de Bucaram, cuando pretendió dar marcha atrás en las medidas antipopulares, ya estaba derrocado! El único ser que no miró su caída inminente fué él mismo, resultando incomprensible que nadie de su entorno le advirtiera como estaba ayudando a sus propios adversarios! ¡Parecía rodeado de enemigos! Y no ha pasado mucho tiempo para que recordemos lo acontecido con los regímenes de Fernando de la Rúa y Rodríguez Saá, en diciembre del 2001 y enero del 2002, en Argentina. Precisamente Hugo Chávez fué la insurgente respuesta popular al inhumano modelo neoliberal que han impuesto las transnacionales y los grupos financieros más poderosos del planeta, a rajatabla, con la complicidad de los partidos tradicionales en Venezuela y en América Latina.
Las políticas del FMI y el BM han constituido reglas genocidas idénticas para esquilmar a todos los pueblos y países, donde constan las colosales devaluaciones monetarias, las alzas terribles de los derivados del petróleo, los incrementos desmedidos de los servicios básicos (luz eléctrica, telefonía, agua potable, servicios públicos), la creación e incremento brutal de los impuestos, el envío masivo de servidores públicos a sus casas, las privatizaciones de la salud, educación y empresas públicas, entre otros servicios -todo ello para extraer más dinero para pagar a los acreedores internacionales-, son las medidas que acaban socavando la estabilidad de cualquier gobierno complaciente o débil; y será mucho peor en el caso de regímenes a los que en forma deliberada pretende derrocar el régimen de los EE. UU, país que controla el 51% de las cuotas del FMI y el BM. Estos organismos, en forma planificada, pretenderán hacerle caer en la trampa, por todos los medios y acudiendo a todo tipo de presiones, al régimen popular de Hugo Chávez para enemistarlo del pueblo venezolano, más aún cuando ha liderado su razonada oposición al proceso colonizador llamado del Area de Libre Comercio de las Américas, ALCA, y cuando sus tesis bolivarianas e integracionistas a nivel sudamericano y latinoamericano están tomando inusitada como necesaria fuerza.
Caer en las políticas del FMI y el BM por parte del régimen bolivariano, sería su propia negación, y hacer lo que realizó Carlos Andrés Pérez y todos los gobiernos de los grupos dominantes de toda América Latina! Por ello, de adoptarse cualquier medida económica, deberá ser extremadamente cuidadoso en exponer de modo convincente sus razones, alcances y circunstancias insalvables, para que el pueblo comprenda -y si es posible acaso justifique- las verdaderas motivaciones de cada hecho que podría resultar polémico. Debe comprenderse que el gobierno bolivariano, como todo régimen auténticamente popular, está rodeado, en aguas tormentosas, de todo tipo de cocodrilos, lagartos y pirañas dispuestas a despedazarlo! ¡Su única canoa para cruzar esa corriente, y salvavidas si acaso cae al agua, es el pueblo, y con el no puede enemistarse jamás! ¡Más vale caer cien veces junto al pueblo que mantenerse una sola junto a sus verdugos! En la política nadie se quema porque es derrotado mil veces luego de pelear decorosamente hasta el fín con su bandera, sus principios y su gente!; sólo se quema quien ganando una vez claudica en esa sola oportunidad! Repasemos las vidas de Francisco de Miranda y su acuerdo con el general español Domingo de Monteverde -luego de una gloriosa carrera de armas-, así como las existencias de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre -errantes primero por las islas del Caribe, acosados y calumniados luego por todas partes, pero aferrados siempre a sus ideales irrenunciables-, y encontraremos enseñanzas memorables, para tenerlas siempre presentes.
Nunca debe olvidarse que los pueblos son en la política muchísimo mejor que cualquier pareja en el amor; que aplican a la perfección el viejo dicho popular de que "Amor con amor se paga y desdén con desdén también", y en el caso llanero pareciera que tararea un conocido estribillo de un antiguo bolero: "No se pueden besar dos bocas a la vez". En la política, al igual que en el amor y en el deporte, las cosas no se juzgan como empiezan sino como acaban. La Patria venezolana confía en el espíritu bolivariano de Hugo Chávez: No al acaso le ha brindado reiteradas muestras de afecto y confianza total. La reciprocidad pasa por defender y mejorar sus condiciones de vida a muerte, por organizarlo y educarlo políticamente, por brindarle una organización y dirección colectiva consecuente, así como una línea genuinamente revolucionaria, y dotarle de los medios para que prosiga en su senda justiciera y liberadora hasta el triunfo final y definitivo, aunque sus enemigos cometan magnicidio. Esta es, sin duda, la hora de Venezuela y de Hugo Chávez Frías. América Latina y los pueblos del Tercer Mundo, cortados la respiración y espectantes, hacen fuerza desde lo más abrigado de su corazón y desde lo más cálido de su alma para que triunfen los hijos de los invictos llaneros!
El ministro de propaganda del nazismo, Joseph Geobbels, encargado de embaucar al pueblo alemán para empujarlo a la guerra (conflicto que le costó 13 millones de vidas sólo de sus compatriotas y cerca de 50 millones a nivel mundial), sostenía como su divisa máxima que "Una mentira cien veces repetida se acaba imponiendo como verdad". En este campo, mediante la utilización intensiva de los más poderosos medios electrónicos, se mintió infinidad de veces con sofismas de todo tipo para anular las voces de los patriotas auténticos que miraban y denunciaban sus verdaderas intenciones expansionistas y racistas.
Es evidente que en la Patria de Bolívar, como en los demás países de América Latina, los más poderosos financistas, banqueros y acaudalados círculos o argollas de las oligarquías se han apoderado de la inmensa mayoría de los medios audiovisuales y electrónicos en general, así como de los más importantes periódicos, conocedores de la trascendencia de los mismos para el efecto del control devastador de las mentes y el asalto a las conciencias de los conciudadanos, a las que buscan mantener anestesiadas y adormecidas. Mas sucede que ahora, por primera vez en toda la historia republicana de Venezuela, los herederos políticos del libertador han decidido recuperar la República para ponerla al servicio de su único dueño y soberano: el pueblo sufrido y escarnecido, las muchedumbres irredentas y explotadas desde siempre.
Los pérfidos y astutos opresores han intentado siempre apropiarse y acomodar el pensamiento luminoso de Simón Bolívar para que sirva de refuerzo para sus protervos fines dominadores, del mismo modo que los verdugos de todos los tiempos se han apoderado del Evangelio para pretender que los pueblos muestren la otra mejilla y besen la mano de sus victimarios, buscando que acepten la presencia de los autócratas como expresión de voluntad divina. Pero en Venezuela se ha constituido una fuerza organizada que anhela rescatar y recuperar el genuino pensamiento liberador del Padre de las Naciones y Libertador de los Pueblos. Eso ha desencadenado todas las furias del infierno y ha generado los rencores más inauditos de quienes ven amenazados sus sempiternos privilegios obtenidos amasando el sudor, sangre y recursos del pueblo llanero. Allí está el germen de todas las odiosidades.
Todas las fuerzas de la penumbra y el saqueo social, del oscurantismo y las conductas vendepatrias, están asustadas ante la eventual pérdida de sus ancestrales canongías y ventajas a causa de su propia voracidad insaciable, así como de la contundente como altiva respuesta de los bolivarianos encabezados por el coronel Hugo Chávez Frías. Allí el origen de su rencor insuperable en contra de quien ha galvanizado a un pueblo indómito por naturaleza para pedirle que se ponga de pié y camine vigoroso hacia las alamedas de la justicia social y la libertad.
Por eso lo odian a muerte a Hugo Chávez Frías. Por eso se han propuesto destruirlo política, moral y hasta físicamente. Por eso lo mienten y lo difaman de manera incesante y de modo planificado. Necesitan -con todo tipo de calumnias- crear sospechas sobre su integridad, a toda costa y con todo medio, e introducir las peores dudas entre los ciudadanos pobres de su Patria, ansiando que se evaporen las masivas y multitudinarias adhesiones de los marginados en forma sempiterna. Se desesperan por aislarlo, debilitarlo, desfigurarlo, acorralarlo, separarlo de las masas, para destruirlo con mayor facilidad y amenguar potenciales reacciones solidarias. Aplican con descaro la máxima de los césares romanos utilizada contra sus enemigos: "Calumnia, calumnia; que algo queda." Esos son los motivos por los que lo acusan de homicida y pretenden seguirle acciones legales con un Tribunal Supremo de Justicia instrumentalizado políticamente y colocado bajo penosa como motivada sospecha, en situación que arranca de la lógica deducción de su criterio en el sentido que no son golpistas quienes decidieron que el propio Tribunal Supremo de Justicia, el Congreso y hasta el Presidente elegido democráticamente se vayan a su casa y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada por el pueblo en las urnas, sea derogada en tanto aquella no sirva a sus codicias!
Cuando alguien observa fallos tan absurdos, se puede explicar el alcance y veracidad de llamar a las Cortes y Tribunales como casas de la moneda y al ejercicio de ese tipo de "administración de justicia" como una forma de prostitución. Y, claro, una vez alquilada el alma de los magistrados puede pedirse su servicio cuantas veces sean del caso. ¿Sería acaso algún problema pretender enjuiciar a un presidente legítimo, en su afán de destituirlo, a un costo de dos o tres millones de dólares por voto? ¿No resultaría acaso una modalidad distinta y muy barata de golpe de Estado? ¿No resultaría entonces un precio irrisorio que bien podría costerlo cualquiera de las grandes transnacionales desesperadas por seguir saqueando la patria ahora enardecida de Simón Bolívar y Antonio José de Sucre?
Si Hugo Chávez Frías fuese parte de los círculos opresores éstos lo defenderían como siempre lo han hecho con los mandatarios tradicionalistas vasallos del COPEI y de Acción Democrática; pero como patriota convencido se niega a ofrendarles las riquezas venezolanas arranchando el pan de la boca de sus conciudadanos, esos mismos círculos, argollas y trincas, lo odian bestialmente, pues no conciben que el despojo impune y robo descarado se los pueda acabar luego de generaciones incontables de usufructo insaciable.
Debemos reparar que las falacias y maledicencias, como armas sucias y viles de la política, tienen objetivos precisos: Hacer perder la capacidad de convocatoria de un líder popular reconocido y respaldado; evitar que las masas sociales mantengan su apoyo y confianza a quien les ha impedido que sigan saqueando los recursos naturales de toda la nación y enajenando la soberanía nacional para favorecer a los nuevos césares instalados en Washington, sus permanentes patrones. Un ejemplo clásico e histórico de estas campañas corrompidas de infamias interminables es el que se ha pretendido aplicarlas en contra del líder de la victoriosa revolución cubana, Fidel Castro, a quien no hay día que no lo ataquen y lo llenen de inconcebibles agravios y absurdos inventos en todos nuestros países. Empero, el mundo entero sabe que todo lo que de él dicen los angustiadores de los pueblos es falso, calumnioso e interesado. Y por eso los pueblos con conciencia y que no se dejan embaucar, no sólo que lo respetan sino que lo aman fraternalmente y lo defienden con pasión sincera frente a las infames acusaciones de las aves de rapiña de todo pelaje al servicio del gran imperio del Norte, la Nueva Roma gobernada por un ser clonado con los peores vestigios de Calígula y Nerón!
Por esos mismos motivos, sea o no presidente de la República Bolivariana de Venezuela, viva o muera, Hugo Chávez Frías, por el falso delito de haberse jugado en forma íntegra por los anhelos y sueños de las muchedumbres irredentas y que sufren en su Patria amada, siempre será motivo de todos los ataques y maledicencias. Lo llenarán de todo tipo de vituperios, infamias, falsedades, difamaciones, falsos testimonios, porque ese ha sido siempre el destino de todos quienes se enfrentan de manera altiva a los homicidas y saqueadores de las colectividades nacionales. No existirá acusación alguna que no se la infiera; será atacado hasta por los más inimaginables aspectos. Un ejemplo clásico de este tipo de maledicencias de los poderosos lo sobrellevó hasta el más perfecto de los auténticos representantes populares, un ser incomparable como fué el divino Rabí de Galilea, Jesús de Nazareth, quien curaba a los enfermos, hacía ver a los ciegos y oir a los sordos, ordenaba con éxito caminar a los paralíticos, brindaba pan y pescado a los hambrientos, transformaba el agua simple en exquisito vino para los fiesteros, levantaba a los muertos, tranquilizaba a los afligidos y daba sosiego a los desesperados, y, sin embargo, a causa de las calumnias sistemáticas de los poderosos de su tiempo, escribas y fariseos -precursores de los farsantes modernos-, fué crucificado entre ladrones, luego de hacerlo perder una elección ante un presidiario llamado Barrabás.
Ese ha sido, es y será el destino o riesgo de los que luchan por redimir a los necesitados y proteger a su Patria. Pero los pueblos nunca los olvidan; los guardan con inmenso cariño e infinita ternura en su corazón. Y del mismo modo que los labriegos conocen que cuando entierran un grano de trigo éste florece en espigas, es evidente que a todos los auténticos dirigentes populares de América Latina se les puede aplicar la última y profética frase de José Gabriel Condorcanqui, más conocido como Túpac Amaru, quien cuando el 18 de mayo de 1781 era descuartizado -junto a varios de sus familiares- por los corceles fatales de los colonialistas españoles en la plaza central del Cuzco, gritó desde lo más hondo de su alma valiente, indoblegable y batalladora, una frase jubilosa que hoy retumba como un conmovedor trueno indomable por las breñas andinas, por valles y collados, por selvas y playas, ciudades y campos, calles y plazas, en todos los confines de nuestro continente atormentado: "¡Seré millones!"
Diego Delgado Jara: ecuatoriano, doctor en jurisprudencia, profesor de la Universidad de Cuenca, ex-legislador, escritor y analista de varios medios de comunicación.
Tomado de Rebelión