México D.F. Domingo 25 de mayo de 2003
DPA, AFP, PL Y REUTERS
Gobierno y oposición se acusaron mutuamente de los sucesos violentos, que tuvieron lugar en el sector caraqueño de Catia, enclave del presidente Chávez, donde el opositor y socialdemócrata partido Acción Democrática llamó a la concentración. Según el alcalde del municipio Libertador, Freddy Bernal, 15 personas resultaron heridas por armas de fuego y siete por esquirlas de botellas y traumatismos. El tiroteo fue iniciado, según testigos, por francotiradores apostados en edificios de la zona 23 de Enero, ciudadela de gigantescos apartamentos que se levanta sobre una altiplanicie y domina el oeste de Caracas. El vicepresidente del país, José Vicente Rangel, acusó a la oposición de haber "planificado" el tiroteo y de "sabotear" el pacto electoral anunciado el viernes por el presidente Chávez para celebrar un referéndum revocatorio sobre su mandato, a partir del 19 de agosto, de acuerdo con lo establecido por la Constitución. Pero Rangel aseguró que el tiroteo no frenará el pacto, previsto para firmarse el martes o miércoles próximos, y aseguró que el gobierno impulsará las investigaciones para ubicar a los autores de los disparos. Asimismo, dijo que denunciará a la oposición en instancias internacionales por su política "inspirada en la violencia". La firma del acuerdo fue anunciada por Chávez el viernes anterior en Cuzco, Perú, donde participó en la cumbre presidencial del Grupo de Río, entendimiento que se logró después de varios meses de negociaciones con la mediación de la Organización de Estados Americanos. "Es una provocación que buscaba muertos y varios heridos. Esta hipótesis la hemos confirmado", dijo Rangel, quien acusó al ultraizquierdista grupo Bandera Roja, vinculado a la oposición, de activar la violencia en ese sector. El alcalde Bernal señaló que el hombre fallecido durante la manifestación estaba vinculado al oficialismo y no a la oposición, tal como habían especulado medios locales y políticos opositores. Por su parte, el secretario general de Acción Democrática, Henry Ramos Allup, afirmó que "estos muertos y heridos son culpa del gobierno de Chávez y de los grupos civiles que lo siguen". Manuel Cova, líder de la máxima central obrera, la Confederación de Trabajadores de Venezuela, cuya cúpula dirigente está vinculada históricamente con Acción Democrática, también culpó al gobierno y pidió a la oposición mantenerse en las calles del país, "porque el pueblo no puede sucumbir a la violencia".
Tomado de La Jornada