17 de marzo

11 de Abril de 2003

Panel: El golpe de Estado

Ponente: Néstor Francia, Escritor
Primer Encuentro de Solidaridad con la Revolución Bolivariana, Abril de 2003

Buenos días, un poco el tema que he escogido para hablar del golpe de estado del 11 de abril del 2002, es el papel que jugó en esos hechos el pueblo desposeído. Claro, tratando de utilizar el análisis histórico, no para regodearnos en él sino para mirar el presente y el futuro de acuerdo a las lecciones que nos dejaron esos hechos, que todos recordamos. Yo quiero comenzar con una especie de recorrido por cosas que ocurrieron antes de ese mes de abril de 2002 y que de alguna manera condicionaron los sucesos que ya conocemos.

A partir del 10 de diciembre de 2001, que es cuando si ustedes recuerdan, se realiza el primer paro patronal contra el gobierno de Chávez, comienza a darse un cambio cualitativo en el debate y la lucha política en Venezuela. Comienza a darse también un cambio cualitativo en las fuerzas sociales opositoras, sobre todo en la clase media que había consuetudinariamente votado contra Chávez, pero que había mantenido una actitud pasiva en esa oposición. Esa clase media, con un papel destacado de la clase media de Caracas que es muy numerosa, comienza a partir del día 10 a salir a la calle. Comienza a ser una fuerza social opositora en la calle, lo cual cambia completamente la calidad de lo que venía pasando.

Ustedes recordarán de dónde viene esa palabra "escuálidos". La palabra escuálido viene porque las marchas de la oposición eran muy pobres, siempre eran cuatro gatos. Una vez el presidente en un programa Aló Presidente habló de que estas marchas eran escuálidas y con esta propiedad que tiene el presidente de crear lenguaje, se impuso el nombre de escuálidos para los opositores, nombres que aún mantienen y que ellos mismos usan en su propaganda y en sus franelas. Este ascenso de la oposición como fuerza de calle tiene un punto culminante el 23 de enero de 2002 donde se da una gran marcha opositora y por primera vez se concentra de verdad en Caracas toda la oposición prácticamente al gobierno en una movilización de calle. Inclusive donde participaron sectores de los que podemos llamar el antichavismo "light", eso que llaman a veces el tercer tren o la tercera fuerza, que en el fondo son opositores al gobierno pero que no son opositores viscerales ni tan radicales como la oposición por ejemplo de la Plaza Altamira, que se concentraba en la Plaza Altamira. Precisamente, esta gran marcha opositora que se da el 23 de enero, y que es un punto culminante en ese ascenso, da origen a hechos muy interesantes: se produce el síndrome de la Plaza Altamira, se crea como símbolo de la oposición la Plaza Altamira en el Este de Caracas, complementado con el goteo militar, con personajes que son dignos de olvidar pero tenemos que recordar como el Coronel Pedro Soto que apareció en un hotel y que alguien opositor que estaba allí me llamó y me dijo que le parecía un personaje del Teatro Rajatablas.

Pero es interesante porque la Plaza Altamira y todo el contenido que comienza a tener la Plaza Altamira significa que el liderazgo de esa oposición que fue a la calle el 23 de enero, es inmediatamente secuestrado por los sectores derechistas, los sectores golpistas, y los sectores fascistas. Rápidamente se ponen al frente de ese movimiento. Eso inclusive alimentado por la gran desconfianza que despiertan los líderes políticos tradicionales socialdemócratas y socialcristianos, es decir, para esa masa de la Plaza Altamira era más atractivo por ejemplo un personaje como Pedro Soto que además era un militar porque esta cosa de los militares que reflejan poder y que generan en la gente esperanza porque es el poder de las armas, etc, esa oposición callejera, esa masa callejera, le gustaba más un personaje como este que un Antonio Ledesma o uno de estos copeyanos cualquiera o un Claudio Fermín y rápidamente, como estoy diciendo, la derecha toma el mando de la oposición. Al lado de todo esto se sigue dando un fenómeno que ya existe en Venezuela con fuerza, desde la campaña electoral del 98, eso sí no era nuevo, el pueblo desposeído, el pueblo revolucionario seguía también en la calle y se da la gran manifestación del 4 de febrero de 2002, que según muchos observadores superó inclusive la del 23 de enero.

Pero fíjense como esto cambia completamente el panorama político, ahora son dos fuerzas sociales en la calle, cosa que al menos en los tiempos recientes no se ha visto en ningún país del mundo como fuerzas sociales opuestas cada una con cierta fuerza, porque no olvidemos que contra Chávez han votado más de dos millones de venezolanos, y desde el punto de vista de los porcentajes estamos hablando de casi el cuarenta por ciento de la población, o sea, que es una oposición que tiene fuerza social. Eso no podemos negarlo. Casi toda esa fuerza social representada por la clase media en su gran mayoría.

Luego ocurre otro hecho muy importante, que es la irrupción de la tecnocracia petrolera en el escenario. La Plaza Altamira en algún momento se muda para Chuao y se muda para la Plaza de la Meritocracia y se juntan allí simbólicamente todos los factores que constituyen la posición golpista y fascista en Venezuela. Esta tecnocracia antinacional y antipatriótica que se enquistó en la industria petrolera y la secuestró desde hace años generó una cultura interna que representa lo peor de la cultura corporativa gringa, y generó una elite excluyente que representa, sin duda, los intereses transnacionales. De manera que la mudanza de la Plaza Altamira a la Plaza de Chuao configura ya la unión perfecta, el perfecto matrimonio entre la derecha militar fascista, la tecnocracia petrolera aliada a las transnacionales, y los sectores políticos que se pusieron a la zaga de estos jefes golpistas. Claro, por supuesto, los medios de comunicación que también son aliados de lo peor de la derecha venezolana, presentes también, pero ellos sí estaban desde antes; ellos por mucho tiempo fueron prácticamente la única fuerza opositora notable. De manera que se da esta coyuntura de que se unen todos estos factores y comienza a configurarse el espectro político de la derecha que va a actuar el 11 de abril.

Ocurren hechos que ya ustedes conocen. Se produce el nuevo paro patronal, el 9 de abril, este paro con poca fuerza en realidad, porque sectores muy importantes del país no lo acompañan, sin embargo, con la acción de los medios de comunicación se crea un paro virtual que comienza inclusive el día 10 ya a bajar en su intensidad y eso acelera los planes golpistas. El 10 en la tarde se desata una campaña de rumores, terroristas, para crear terror en la población diciendo que hay saqueos en distintos sitios de la ciudad, cuando en realidad eso no ocurría, hablando ya de movimientos militares, y esto hace que el paro se vea forzado a realizarse, es decir mucha gente comienza a abandonar su sitio de trabajo por temores creados por estos rumores. Y se prepara el escenario para el 11 de abril donde, fíjense qué interesante que la marcha de la oposición del 11 de abril llega a Chuao y es desviada a Miraflores desde PDVSA. Es decir, el punto donde se inicia el ataque masivo contra el Palacio dentro de los planes golpistas es la empresa petrolera, lo cual es un hecho sin duda emblemático, porque nos refiere a la importancia que tiene esa empresa petrolera y ese recurso políticamente en Venezuela.

¿Qué se está dilucidando en ese momento? Se da el golpe de Estado, típicamente fascista. ¿Por qué? Porque contiene todos los elementos que concurrieron a la erupción de regímenes fascistas en la Alemania nazi, en la Italia fascista, en Chile que también fue un golpe típicamente fascista, porque estas irrupciones del fascismo tienen unos elementos comunes, uno de ellos muy importante es que son regímenes respaldados por los grandes monopolios, por el gran capital monopolista para enfrentar situaciones de ascenso del movimiento popular.

Como ustedes recordarán, tanto en Italia como en Alemania, cuando irrumpe el fascismo había la presencia de dos partidos comunistas muy fuertes, con gran fuerza sindical y gran fuerza social y gran fuerza de calle. Y a la toma del poder por los sectores fascistas y derechistas siempre sigue el terror, el terrorismo puro pues, lo que vivimos en Venezuela el 12 y el 13 de abril, porque mucha gente no sabe o no recuerda que en esos dos días hubo mucho más muertos, o tres veces más muertos que el 11 de abril, porque hubo 89 muertos registrados el 12 y el 13, y 398 heridos. Un terror selectivo, persecución como ustedes saben, allanamientos, torturas, un régimen de terror del gran capital de la derecha contra el movimiento popular en ascenso revolucionario. De manera que es una lucha de fascismo contra democracia, eso era lo que se estaba peleando allí, la democracia participativa contra el fascismo.

Ahora, ¿qué papel jugó el pueblo venezolano, el pueblo desposeído en esos hechos? Como ustedes recordarán, el gobierno de Chávez realmente cayó, o sea el gobierno fue derrocado, de eso no hay ninguna duda. ¿Por qué? Porque el Presidente fue hecho preso y las fuerzas golpistas ocuparon el Palacio de Miraflores y ocuparon La Carlota, y en realidad el gobierno cayó. Muchos dicen, yo creo que con razón, que cayó hasta fácil, es decir prácticamente con un soplido. Hay que ver lo que ha tenido que pasar para que haya caído Saddan en Iraq, ha tenido que intervenir una potencia con todo su poder.

En Venezuela unos generales un poco de pantomima, que ni tropas tenían, con unos políticos de segunda y unos gerentes como Juan Fernández, que parece un muerto-vivo, entonces esa pantomima tumbó al gobierno pues. ¿Qué demuestra eso? Que nuestro gobierno era muy débil pues, el poder constituido era sumamente débil. Bueno, hasta el punto de que el Viceministro de Seguridad Ciudadana era uno de los jefes del golpe de Estado, o sea un gobierno infiltrado hasta los tuétanos por el enemigo. Y así, el Estado Mayor, el Jefe de la DISIP, la Policía Política. O sea el gobierno estaba completamente en manos de esos enemigos y por lo tanto era sumamente débil, y cae rápido, o sea fue un movimiento golpista muy rápido, casi sin tiros, hubo la masacre por supuesto del 11 de abril, pero después se impuso rápidamente y tomó el Palacio, esa debilidad quedó demostrada.

En esta segunda oportunidad creo que el gobierno estaba mejor preparado, o evidentemente está mejor preparado, pero en los días de abril del 2002 realmente de un soplido lo tumbaron. Pero también se demostró otra cosa: así como el poder constituido era muy débil, lo que se llama el poder constituyente, lo que está por debajo y actúa, lo que se está organizando, lo que debate y crece en su conciencia y en su organización, que es el pueblo, demostró que era muy fuerte, tanto el pueblo civil como el pueblo militar demostraron su fortaleza realizando lo que podemos llamar un milagro social nunca visto. Una vez que ese régimen de derecha se instaura en menos de 48 horas las fuerzas populares rescatan a su Presidente y reinstalan su gobierno. Y era tan fuerte ese poder subyacente y popular que actuó en condiciones absolutamente negativas, el Presidente estaba preso, que es el líder pues, el orientador, preso e incomunicado; toda la dirección política de la revolución está o perseguida, o presa, o oculta en barrios o en sitios tratando de dirigir y ayudando a movilizar al pueblo, y los medios de comunicación callando todo absolutamente lo que hiciera el pueblo. O sea unas condiciones en las cuales era muy difícil que alguien en cualquier lógica normal pensara que iba a haber ese levantamiento.

Pero es tan importante y ha aprendido tanto el pueblo venezolano y tiene tanta conciencia del poder que sabía a dónde ir sin que nadie se lo dijera. Se fue para las guarniciones, para el Palacio, para La Carlota, se fue a los centros del poder. Eso es muy interesante porque nadie lo convocó públicamente a eso, él sabía dónde ir, sabía cómo reunirse, tenía su organización, tenía sus líderes en la base. Estaba preparado de una manera que yo creo que nos sorprendió a todos como estaba preparado ese pueblo, con qué inteligencia actuó, creó una red de comunicación donde muchos estuvimos participando, realmente insólita. O sea, cómo se pudo comunicar ese pueblo por debajo, demostrando una gran capacidad, una gran creatividad y una fuerza que es lo que yo creo que nos garantiza que no nos van a quitar esto al menos tan fácil.

Ahora bien, a mí me preocupa, y voy a una parte quizás un poco polémica de mi intervención, la última parte, a mí me preocupa que esta lección no haya sido completamente comprendida, no por la oposición golpista para la cual el pueblo simplemente no existe, no lo meten en las cuentas porque no existe y cuando aparece se le aparece como un fantasma, como pasó en diciembre, que ellos contaban que quitando la gasolina y el gas el pueblo se iba a volcar a la calle y crear un caos, y salió el pueblo con sus virtudes, sus viejas virtudes bolivarianas, la paciencia, la constancia, sus colas, inventó, cocinó con leña e inventó de mil maneras la forma de superar el sabotaje criminal que hicieron contra nuestro país estos fascistas. Yo temo es que muchos sectores del poder constituido no hayan aprendido esa lección, es decir de la importancia de la organización del pueblo y de la importancia de la participación del pueblo.

A mí los temores me surgen a cada rato. Yo por ejemplo, este Encuentro Bolivariano, que felicito a sus organizadores, me parece un acto muy importante, me parece que se logran cosas aquí muy importantes, nos interesa mucho este trabajo internacional que se está realizando, de verdad los felicito a todos. Pero como el revolucionario tiene el deber de ser crítico y tiene que criticar a su gobierno y a su partido, a todo el mundo, a mí me da la impresión de que a este encuentro le falta un poco de calle, es decir dejamos solas las plazas, dejamos solos los boulevares y dejamos solos los sitios emblemáticos donde el pueblo luchó, dejamos un poco solo al Valle, al 23 de Enero, a La Vega, Antimano, a Vargas, a Maracay, a Cumaná. Es una crítica leal para que reflexionemos y aprendamos, es decir no podemos considerar al pueblo como un elemento colateral, no podemos considerar al pueblo como un elemento secundario, porque el pueblo es el factor principal y entonces ese factor principal tiene que ser tomado en cuenta en todo lo que hagamos. Y esa lección, y esa visión que es una visión que se opone a ciertas desviaciones burocráticas, que son normales, que surgen en los estados y en los gobiernos revolucionarios siempre han surgido, pero que son peligrosas en la medida en que uno no las debata, uno no las critique y uno no las enfrente aunque sea con lealtad, no por deslealtad por quienes trabajan todos los días a veces con gran ahínco, pero creo que a veces en algunos aspectos se equivocan.

Yo voy a referirme a este tema rápidamente para cerrar mi intervención, y les pido disculpas porque voy a leer algunas citas que están en un libro mío reciente que se llama ¿Qué piensa Chávez? que es un análisis de algunos discursos del Presidente.

El pueblo venezolano está tan despierto que este tema del enfrentamiento a la ineficiencia burocrática en nuestro gobierno lo carga para arriba y para abajo como tema cotidiano y es necesario escucharlo. Voy a leer rápidamente un breve párrafo de un documento firmado por una variada gama de organizaciones populares y que fue publicado en el periódico alternativo Proceso, y hay una gran cantidad de organizaciones populares firmándolo.

Ellos dicen lo siguiente: "Exigimos que el Ejecutivo Nacional y las diferentes instituciones del Estado demuestren mayor eficiencia en la ejecución de los planes, combatan firmemente y sin concesiones las prácticas clientelares y burocráticas y permitan la creación de canales de control directo de las comunidades en la elaboración y en la ejecución de estos planes".

Afortunadamente este es uno de los temas favoritos de Chávez, este tema de la participación del pueblo. En el discurso de Chávez cuando fue electo para el período 2000-2006 él dice lo siguiente, cito a Chávez: "No perdamos de vista eso, cuidado con la burocratización de los cargos, cuidado con el gustico a la silla, a la comodidad, al aire acondicionado y los grandes espacios y el protocolo. Rompamos todo eso" y sigue diciendo el Presidente que no nos encadene todo eso porque nos estaríamos encadenando al fracaso. Lo vuelvo a repetir, lo vuelvo a alertar, lo vuelvo a tocar como campana, es el presidente Chávez. Pero esa misma campanada la lanzan también las organizaciones populares del estado Zulia en un documento titulado "Propuestas discutidas en el Encuentro Regional de Organizaciones Populares del Estado Zulia", cuando deciden, cito: "cuestionar frontal y sistemáticamente la burocracia enquistada en los cargos del gobierno nacional que está en contra de las innovaciones del proyecto y contra la participación de la gente en la planificación, diseño, control y administración de los procesos". Es un pueblo sumamente claro en este tema y que todos los días lo está comentando.

Voy a cerrar con dos cosas: una, un recuerdo cariñoso, necesario a una gente que ha debido dársele más importancia en todas estas discusiones, que son las víctimas del Golpe de Estado del 11 de abril. Más de cien revolucionarios venezolanos, casi todos provenientes de las clases desposeídas cayeron en esos días y una gran cantidad de heridos que todavía sufren las consecuencias. Y gente perseguida, hace apenas unos días, por fin se hizo justicia con lo que yo llamo "Los Defensores de Puente Llaguno". De manera que aprovecho para darles un gran reconocimiento a estos compatriotas.

Yo voy a cerrar sobre este tema del canino que hemos hablado con otra frase del presidente Chávez en ese mismo discurso y voy a cerrar con esto porque es una lección que tenemos que extraer de lo que pasó en abril. Sin la participación del pueblo, prácticamente esta revolución se puede ser acabada fácilmente, desde afuera y desde adentro. De manera que es muy importante insistir sobre el tema de que es necesario que el estado y el poder constituido le abra con mayor profundidad las puertas a la participación popular. Dice el presidente Chávez y con esto cierro: "No a la burocracia, a la frialdad del espacio, luchemos contra eso, gobernadores, a la batalla, a la misma, a lo de siempre, a los pueblos, a los barrios, a los caseríos, a llegar de mañanita a la escuela a ver si es verdad que los muchachitos están desayunando en la Escuela Bolivariana; a la hora del deporte a ver si es verdad que tienen la pelota y el entrenador, a llegar donde están haciendo las viviendas, a ver si es verdad que las están haciendo y además, si las están haciendo como dice el contrato. Hacer asambleas populares por todas partes, a reunir a los campesinos allá en las tierras donde sufren, donde sueñan; a ir con los pescadores a oír sus cuitas, a oírles el alma; hablar con los estudiantes en las universidades, con los muchachos en los liceos, con los desempleados, con las mujeres, con los niños en la calle, con los vendedores de verduras, con los soldados, vamos ese es el camino, no hay otro camino". Hugo Chávez Frías. Gracias.

Teatro Teresa Carreño, Sala Ríos Reyna

11 de Abril de 2003


Tomado de Red Bolivariana


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