17 de marzo

1 de junio, 2002

Chávez niega responsabilidad en violencia y dice que hay planes de golpe

El Tiempo

CARACAS -- El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se presentó el viernes como el mártir de los hechos de violencia que rodearon su breve derrocamiento en abril, negando ser responsable de la masacre a una marcha opositora y condenando la "dictadura" que quería matarlo. Chávez dijo también que aún existen grupos interesados en dar un golpe de estado contra su gobierno.

En su intervención ante una comisión especial parlamentaria que investiga los hechos que rodearon el golpe, del 11 al 14 de abril, el mandatario aprovechó para atacar a sus oponentes como "nazis" y defender su "revolución pacífica y democrática".

"Pareciera que hay gente pues que ha continuado pensando en esa posibilidad", expresó el mandatario al ser consultado sobre los rumores que han surgido en las últimas semanas en el país sobre un posible golpe de estado que estarían promoviendo oficiales medios y bajos.

El mandatario desestimó, durante una reunión con congresistas oficialistas en el palacio presidencial, las versiones sobre descontento entre los militares, y sostuvo que mantiene "extraordinarias" relaciones con los niveles medios y bajos de la fuerza armada.

Chávez declaró que los cuerpos de inteligencia han iniciado algunas investigaciones sobre la nueva conspiración que se estaría gestando contra su gobierno.

El mandatario hizo duras críticas contra algunos medios de comunicación locales que según él dan "apoyo desmedido e ilimitado" a los planificadores del fallido golpe de estado que lo sacó del poder temporalmente el mes pasado.

Chávez dijo que existen "claras evidencias" de una "sistemática campaña perversa, implacable" que han ido gestando los medios de comunicación desde hace dos años para atacar a su gobierno y crear una crisis en el país.

Explicó que la campaña estaba orientada a "minar el apoyo popular al gobierno" y a "minar a la fuerza armada" para "dividirla".

El teniente coronel retirado, de 47 años, retomó el poder 48 horas después de ser derrocado por un grupo de militares de alto rango, quienes usaron como argumento para su insurrección el rechazo a una orden de Chávez de sacar tropas y soldados a la calle para frenar una marcha opositora el 11 de abril.

La orden no fue cumplida, pero la manifestación multitudinaria que pedía la renuncia del presidente terminó baleada en los alrededores del palacio de gobierno, con un saldo de 17 muertos y decenas de heridos por armas de fuego.

De ese hecho que precedió al golpe los simpatizantes y opositores de Chávez se acusan mutuamente, pero todavía siete semanas después no hay ninguna persona juzgada.

En la alocución que se extendió durante la noche, Chávez se defendió: "Soy incapaz de ordenar masacres... contra nadie, incluso entre una masacre y dar mi vida, doy mi vida".

"Los responsables de los muertos del 11 de abril son los golpistas y tienen que asumir esa responsabilidad y los del 12 y los del 13 y los del 14", agregó.

Los líderes del "megagolpe" tenían que producir unos muertos "para achacárselos al gobierno. Esa fue la gran razón del golpe de Estado, la gran justificación creada", agregó.

Golpistas macabros, "me querían matar"

La marcha "fue un instrumento macabro de los golpistas", quienes manipularon a miles de personas para llevarlas a un "marasmo horrible sangriento... como los nazis cuando marcharon hacia Moscú", dijo.

Los días siguientes a la marcha, el número de muertos subió a más de 60, en medio de violentos saqueos, choques entre bandas de delincuentes y protestas callejeras de "chavistas" que pedían el regreso del mandatario, hecho que se produjo el 14 de abril una vez que tropas aliadas tomaron algunas bases.

Dos días antes, el empresario Pedro Carmona asumió como jefe de un gobierno interino que disolvió los poderes públicos mediante un decreto, lo que le costó el apoyo del sector militar, que luego también permitió la vuelta de Chávez.

Carmona pasó al exilio esta semana luego de escapar de un arresto domiciliario y el gobierno colombiano le otorgó asilo político, que dijo pidió por considerarse un "perseguido político" y por estar sometido a un juicio injusto por rebelión y usurpación de funciones, cuando lo que llenó fue un vacío de poder ante el "hecho comunicacional" de la renuncia de Chávez.

El empresario, de 61 años, en sus primeras declaraciones desde que llegó el jueves a Colombia, volvió a rechazar que haya sido un "conspirador", un "dictador" y "un golpista", acusaciones que lanzaron diputados oficialistas y que Chávez respaldó agregándole los calificativos de "reo" y "prófugo".

Chávez, quien fue el líder de un frustrado golpe de Estado en 1992, por el que pagó dos años de cárcel, reiteró que nunca renunció a la presidencia y que se entregó para evitar un baño de sangre.

Pero no mencionó el anuncio que hizo a través de los medios el comandante en jefe de la Fuerza Armada, general Lucas Rincón --ahora su ministro de Defensa-- en el que afirmaba que sí había dimitido.

En lo que sí hizo hincapié fue en que "a mí me querían matar... Gracias a Dios y a los buenos soldados que me custodiaban, que evitaron que se cumpliera la orden, pero la orden de matarme la dieron".

¿Quién disparó?

También acusó a las televisoras de ser cómplices del golpe por haberlo llamado "asesino" sin tener pruebas y haber divulgado un vídeo que, según una hipótesis que lanzó, "fue manipulado" para mostrar disparando a algunos de sus seguidores supuestamente contra la marcha opositora.

"Se utilizó aquella imagen y se repitió y se pasó por el mundo. Círculos bolivarianos masacrando la marcha pacífica, Chávez les ordenó masacrar al pueblo. No", dijo.

"Todo un show de televisión... Fue parte del todo el plan mediático para justificar el golpe", agregó durante la intervención, en la que pasó varios vídeos, de los 148 que dijo haber visto para respaldar sus argumentos.

En el vídeo tomado por una televisora privada en un puente cercano al palacio presidencial se ha identificado a un concejal y dos funcionarios, que están detenidos mientras se investiga su responsabilidad.

Chávez justificó que esas personas estaban actuando en autodefensa porque estaban siendo atacados por policías.

También defendió abiertamente a los círculos bolivarianos, organizaciones que llamó a conformar para defender la revolución y que dijo han cobrado fuerza y ahora apoyará aún más porque fueron determinantes para su retorno.

En la intervención, la última de la agenda de la comisión parlamentaria, el gobernante descartó los rumores de otro golpe militar, sector que dijo está más unido que nunca.

(Con información de Reuters y Associated Press)

Tomado de El Tiempo


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